"Creando este disco me he sentido voluntariamente como un intruso que disfruta haciendo música"
Por: Sandra Sánchez
(@SanchezGarciaS)
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Fotografías: Carmen Canora
Intruder es el primer disco de Truman, el álter ego musical de Jesús Elorriaga, periodista y director de cortos, vídeos y largometrajes. Su pasión por la música en general y por la electrónica en particular le ha llevado a sumergirse durante dos años en este proyecto, que ha dado como resultado 12 espléndidas canciones que merece la pena descubrir, de la primera, E.B.S., a la última, Runaway. Porque una vez que lo hagas muy probablemente entrarán a formar parte de tu banda sonora habitual, gracias a su personal sonido y a su clase.
Hablamos pausadamente con Truman ( http://www.beatsoftruman.com/ ) de sus inquietudes musicales y de este álbum recién editado, en el que ha trabajado duro y disfrutado a partes iguales.
¿En qué momento empieza a gestarse en tu mente la idea de Truman y cuándo decides que vas a hacerla realidad?
Truman: Hace 2 años. En abril de 2013 empecé a darle vueltas a la idea de hacer música. ¿Por qué? Siempre me ha gustado y aunque he estado casi 15 años haciendo vídeo, tanto grabándolos como editándolos, siempre he tenido muy presente la música.
Para mí era un incentivo creativo más y me apetecía jugar. Lo tenía en un listado de cosas que me gustaría hacer y en un momento dado dije: Venga, ¿por qué no? Y así surgió, con un por qué no. Con un ordenador súper cutre y un tecladito Midi, que es lo más básico del mundo y un buen puñado de librerías me puse a trastear.
Todo el trabajo empezó siendo muy intuitivo, probando cosas. Sí notaba al principio que iba muy muy lento. En vídeo tengo una soltura grande para editar cogiendo imágenes y sonido y hacerlo rápido y a un buen ritmo. Pero esto era lentísimo. Luego con la práctica y con el conocimiento que vas adquiriendo se agiliza bastante.
Hasta ahora te habías centrado en un trabajo audiovisual y este es un trabajo musical. ¿El primero te ha ayudado al enfrentarte al segundo o ha sido un salto al vacío total?
Truman: La sensación de lanzarme al vacío nunca la he tenido. A nivel práctico me ha ayudado mucho a manejarme el haber usado antes programas de edición de vídeo. Por otro lado, tenía un poco el gen creativo, está presente. El problema es saber traducir lo que tienes en la cabeza y que a la hora de hacerlo suene coherente para un músico o para cualquier persona que te pregunte ¿esto cómo lo haces, por qué lo haces así? Los primeros días no tenía respuestas, tenía intuición. He tenido amigos músicos que me han ayudado en este proyecto que han sabido traducir lo que yo tenía en mente.
¿Cómo ha sido tu proceso creativo? ¿Cada canción empieza con una idea concreta que tienes en tu cabeza?
Truman: Depende de cada canción. Hay que trabajar con unas estructuras, con unas bases. Y luego a partir de las bases una melodía, algo que se pueda medir en compases. Y desde ahí adaptar los samplers y los loops. Yo al principio lo hacía al contrario.
La idea fue partir de loops que me gustaban y sacar de ahí una base y meter instrumentos, otros samplers... A medida que fui desarrollando el proyecto los loops los iba creando yo. Ese fue un gran paso. Es más creativo, más personal y tienes más control de las partes de la canción con las que vas a trabajar.
¿Siempre tuviste claro que Truman iba a optar por la música electrónica? ¿Qué tiene de especial este género para ti?
Truman: Sí, siempre pensé que Truman iba a tener relación con la música electrónica. Pero claro, la música electrónica tiene muchísimos subgéneros. El concepto de electrónica no es solamente poner una canción tocando un teclado y lanzar una base. Estilos como el hip hop, la música break, tecno, por el tipo de bases que usan, por la forma de composición me resultaban mucho más cómodos. También es que el sonido del sintetizador clásico setentero, ochentero me gusta mucho. Es algo con lo que cualquiera de mi generación ha crecido, con música popera, synthpop; es un sonido muy característico de una parte de tu vida con la que has crecido y que luego has vuelto a escuchar a finales de los 80 con temas de house o más adelante de hip hop, downtempo... Tú escuchas ahora mismo un programa como Siglo XXI y aunque puedas decir que cada canción es de un género diferente el aroma electrónico es algo común a todos. Y ahí es donde yo me siento como pez en el agua, donde más puedo disfrutar.
Opino que el disco va a interesar no sólo a gente a la que le guste concretamente la electrónica, sino a amantes de la música en general. ¿También lo crees así?
Truman: ¿Y por qué lo ves así?
Yo no soy experta en electrónica y el disco me gusta mucho, porque suena muy bien, a buena música. Por eso creo que el público al que puede llegar Intruder es muy amplio.
Truman: Al principio tenía claro que quería hacer bases de hip hop pero con una melodía pop. El concepto del pop es lo que creo que hace que como tú dices pueda interesar este disco a personas más allá de las que puedan tener un interés especial en la música electrónica. Creo que el concepto de música pop está devaluado, denostado. Y no debería ser así. La música pop parte de unas estructuras de canciones que son fáciles de escuchar, con unas melodías muy reconocibles y que no necesariamente cuando tú lo haces estás pensando en llegar a muchísima gente, pero sí puede llegar de una manera comprensible a mucha gente.
Partiendo de eso es como he estructurado el disco y eso que tiene diferentes estilos. Empieza una canción hip hop, luego tiene otra más de downtempo, breakbeat. Pero en todas he buscado una estructura de música pop. Por eso yo creo que se puede abrir a más gente. Aparte de que en alguna canción hay guitarras muy rockeras o sonidos que puedes identificar que van más allá de la música electrónica.
¿Cuáles han sido tus influencias a la hora de crear este disco?
Truman: Kraftwerk es la base, son los que han asentado la música electrónica en su vertiente más pop. Sus primeros discos eran más experimentales y pillaron de una manera muy precisa, a mediados de los 70, cuando empezaba a emerger la música disco, el funky, cómo adaptar los sintetizadores y no sólo los sintetizadores, sino cualquier elemento más allá de lo convencional dentro de la electrónica a la estructura de una canción pop.
En el 91 sacaron un disco de remixes y empecé a interesarme mucho por la música electrónica. Desde entonces todas sus tendencias me han interesado y he procurado seguirlas.
¿Y en cuanto a influencias concretas de hip hop?
Truman: Cunnynlinguists. Los descubrí por casualidad hace 12 años buscando hip hop instrumental. Y tenían un disco del cual sacaron una versión de esas canciones pero sin voz. El concepto de la música hip hop lo tenemos muy asociado desgraciadamente al rollo del gangsta rap y a una música poco trabajada. Y el productor de este grupo, que es KNO, me enseñó en estos años en diferentes grupos que ha sacado que tiene una idea de producir muy diferente a la del hip hop convencional. Y me flipa, me encanta. Tiene un sonido... Los samplers que utiliza tienen muchas referencias de la música pop y de la música rock, de gospel, de un montón de estilos y de géneros. Y me gusta muchísimo cómo lo traduce a hip hop, porque cambia bastante la idea que se pueda tener preconcebida de lo que es el rap. Ha sido una influencia muy muy grande. Él colaboró hace un par de años con Built to fade. Si escuchas este disco puedes entender hasta dónde puede llegar la concepción del hip hop como la tiene este hombre aplicado a otro tipo de géneros.
También es una influencia muy importante en Intruder DJ Shadow, el disco Endtroducing, es uno de estos discos que te cambian la vida. Estamos hablando del año 96, yo lo descubrí 4 años después y me revolucionó. Es coger un concepto, que son las bases del rap, coger la figura del DJ y elevarla a un protagonismo total de una manera muy creativa.
Estos son unos nombres que han estado siempre presentes en la creación del disco. También KLF, que más allá de la aventura que supuso ese experimento musical es para darles de comer aparte. También me gustó mucho ese concepto que tienen de la música electrónica como un todo, aplicado a la música de baile, al rock... como puede hacer ahora por ejemplo Prodigy, que tiene un sonido único.
¿Cuáles son tus sensaciones cuando después de 2 años de trabajo en solitario, íntimo, das por terminado el disco, se publica y se pone a disposición de la gente? ¿Cómo es ese momento?
Truman: Es complicado. No fue una felicidad radiante. Porque han sido dos años y sobre todo al principio fue mucho trabajo en la sombra. Este trabajo musical ha sorprendido a muchísima gente, porque me tienen asociado al mundo audiovisual. Pero cuando lo escuchan creo que se dan cuenta de que la cosa va en serio y eso me alegra mucho. Me satisface mucho que la gente no lo ve como algo amateur. Ahí sí que ayudó bastante la mezcla final. La mezcla la hice yo, llevé los deberes hechos al estudio, Headroom. Allí, con la mezcla final y con el mastering que hizo Lorenzo Matellán lo elevó a otra categoría, ahí notas que esto suena de verdad.
Mi sensación es que después de muchísimo esfuerzo, que he disfrutado muchísimo... es algo que he disfrutado tanto que cuando de repente ya está hecho pierdo ese incentivo que tenía, esas ganas de llegar a casa de currar y ponerme con ello para mejorar y mejorar. Jugar, probar, dedicarle horas... De repente ya no está. Es un poco ese abismo.
El objetivo era hacer el disco y ese viaje está hecho.
¿Estás trabajando en nuevos proyectos?
Truman: Estoy colaborando con Mónica Béjar en un proyecto con un concepto diferente. Me gusta porque adapto mi trabajo al de otra persona con sus ideas, más tirando al folk, rock, pop. Cojo su idea y le doy vueltas para ver cómo meterle yo mis ingredientes, más lo que puedan aportar también otros músicos.
También tengo en mente otro disco de Truman. Creo que va a ser un EP, sin ponerme fecha. Pero las ideas que tengo en la cabeza están muy claras. Va a ser coger elementos de música jamaicana, como puede ser el reggae de los 70, el dub... Coger esos elementos y aplicarlos a lo que estoy haciendo con Truman: hip hop, electro y pop. Una inspiración puede ser un disco de los Charlatans, que se llama Simpatico, o Santigold, con estos elementos característicos, que puedes identificar muy bien. No va a ser un disco de reggae, no va a ser un disco de dub, pero va a ir por ahí, en 6 o 7 canciones que tengo en mente. Me ilusiona.
¿Veremos pronto a Truman en directo?
Truman: Con Carlos y Javi, músicos que pusieron los loops en temas como Midori o Santa Cruz, hemos estado hablando mucho de esto. Hemos sacado cada canción de Truman, cómo debería expresarse con una guitarra, con un bajo, yo lanzando bases y algunas partes con el sinte. Ese trabajo está hecho. Ahora falta quedar, ensayar, planificar ese directo y proyectarlo. Eso cuesta, pero tengo muchas ganas de sacarlo adelante.
Con el disco recién publicado y las primeras críticas que están llegando, muy positivas, ¿sigues considerándote un intruso en el mundo de la música?
Truman: El título, “Intruder” hace un poco referencia a cómo yo me he visto durante este viaje. El que hace cortos, pelis o videoclips, qué hace ahora haciendo música. Y me he sentido voluntariamente como un intruso, pero que disfruta de estar ahí. Disfruto y tampoco me han echado. La opinión que he tenido de músicos me ha ayudado mucho a entender lo que he hecho y por qué suena como suena Yo me siento como un intruso, como un marciano que llega aquí y está feliz y no se siente recluido ni rechazado. Me gusta, es una sensación que no me desagrada. Yo puedo decir que hago música, porque la hago, pero no que soy músico. Y mientras siga por ahí creo que no voy a tener problemas.
Puedes escuchar a Truman en su web http://www.beatsoftruman.com/ o en plataformas como soundcloud, bandcamp y Spotify.