Por: Txema Mañeru
A tenor de lo presentado en este mastodóntico trabajo, el guitarrista, músico y compositor alemán, Paul Vincent debiera ser mucho más conocido de lo que es. Este precioso y excelentemente presentado, por MIG Music / Karonte, Box Set consta de 71 composiciones propias de Paul Vincent que se convierten en más de 4 horas y media de variada música agrupada por estilos musicales. Vienen en caja dura y a excelente precio y además incluye cuatro libretos de entre 28 y 32 páginas cada uno para los 4 discos que contiene en su interior.
No estamos hablando de un cualquiera ya que ha tocado la guitarra para Meat Loaf, Freddie Mercury, Eric Burdon o Udo Lindenberg. Pero en su rica y variada música se reflejan estos nombres y muchos otros más. De hecho cada uno de los discos lleva una de las iniciales de L.O.V.E. y están enfocados a diferentes estilos musicales.
El primer disco es L. y está enfocado en mayor medida al rock. Comienza con los aires funky, buenos vientos y mucho aroma a David Bowie de Universal love. Suena más funky aún en Peace on earth que parece robada del Superfly de Curtis Mayfield. Con When was the last time? el ritmo y la guitarra se acerca a la elegancia del rock clásico de bandas como The Steve Miller Band o Mike & The Mechanics. Se marca excelentes temas lentos como Gone to pieces o Lightning never strikes con sus luminosas guitarras rock. Su destreza con los instrumentos de seis cuerdas se muestra generalizadamente y buenas pruebas de ello son Can’t hide the gypsy o la genial Keep on running. Regresan los aromas funk con Is this love? y sus buenas voces, vientos y estribillo.
O. está enfocado al pop y, de nuevo, Hallelujah, trouble’s over, también remite al Bowie del Let’s Dance y en Back on the road of life hasta en la voz. Heather, the weather girl es una emocionante balda con sentida guitarra de aires a Eric Clapton. El tono operístico de Queen sale en las voces de Secret rendezvous. Los aires el Robert Palmer más bailable nos sorprenden en Up and down. My fair-weather friend es una buena melodía pop con guitarras Dire Straits y pegadizo estribillo con coros. Destaca también en este disco Action speaks louder tan the bombs que es un buen lento con guitarras elegantes y aires soul entre Steely Dan y Boz Scaggs. En Oh no, not my sweet baby se acerca a los Queen más pop y en You’re not true y bastantes momentos más se acerca al pop-rock elegante de Boz Scaggs, Stevie Winwood, Sade o Chris Rea. Además con este último también guarda en algunos
momentos similares tonos vocales. También es en este disco donde más se aprecia su devoción por los Beatles, aunque también hay gotas de ellos diseminadas por el resto de discos.
El CD tres es V. y se subtitula, Ballads, Blues ‘N’ Stuff porque es lo que trae. Tenemos una preciosidad lenta como Spread your wings con punteos a lo Mark Knopfler y J.J. Cale, pero la voz enfocada a Bowie. Tenemos de nuevo elegancia en las digitaciones al estilo de J.J. Cale o Eric Clapton en Goodbye, old windy city algo que también sucede en Not in my wildest dreams. Dead and gone es un estupendo blues con aromas al Delta y a J.J. Cale. Count on me está perfectamente cantada y tienes unos coros muy CS&N y una delicada guitarra. Además nos relata una bonita historia de amor y de superación. Daydreamin’ transmite paz con su cálida guitarra y Run to me corre hacia la luz con más aires a Knopfler y J.J. Cale. En el arranque de You are so far away su guitarra suena a puro Delta y parece un dobro. Por cierto que Paul Vincent Gunia toca una impresionante cantidad de guitarras, bajos y
otros instrumentos. Cierra este muy especial disco Life will go on con una calidad y un tono vocal comparable al del mejor Lloyd Cole.
Finaliza este amplísimo trabajo el disco E.. Es el más heterogéneo y por eso se titula Golden Radio Days porque funciona a modo de emisora radiofónica antigua. Se acerca al cabaret en There’s a tiger inside o en Moulin Rouge, al tango en Come on, let’s tango, a la tarantela en Sweet Annabelle a o al swing y el jazz elegante en So what do you say? con unos llamativos y destacados piano y violín. Tenemos también varios interludios y un guapo instrumental como At the luke joint para abrirlo. También tenemos la música clásica con aires vals de You are the one y efluvios italianos en Little Italy o Sing cantare. El acordeón dirige el arrabalero instrumental French knickers. Así este disco se convierte en una ligera excentricidad que puede encantar a los seguidores de Tom Waits o Paolo Conte. ¡En definitiva, un trabajo para degustar poco a poco y con mucha calidad musical
e instrumental!