¡Apunta el nombre de este guapa y joven chica de Houston Texas! Su voz es un prodigio de fuerza y sensibilidad a un tiempo. Te puede recordar a Dayna Kurtz, Joni Mitchell, Jamie Cullum, Norah Jones o Madeleyne Peyroux. Su sonido en este tercer disco que será su definitivo salto al estrellato, es de hoy y de siempre. Como suele decirse y así la defines algunos prestigiosos medios, tiene un sonido atemporal.
Comenzó cantando con el gran cantante de arriesgado country, Lyle Lovett y debutó en 2009. Luego estuvo entre los mejores discos del año 2012 con su segundo disco, Way Down Low y actuó, lógicamente, en el Austin City Limits y giró con Chris Isaak, Michael Kiwanuka o Jamie Cullum. Pero el arranque definitivo lo tuvo al actuar en el prestigioso programa de Jay Leno a la vista de varios millones de americanos.
Para este tercer disco se ha rodeado de un equipo de trabajo sensacional con músicos de primer nivel como Pete Thomas, Matt Chamberlain, Greg Leisz, Val McCallum o Steve Elliott. En la producción y un sinfín de teclados y otros instrumentos está el conocido Mitchell Froom que ha trabajado para Los Lobos o Paul McCartney. En trabajos anteriores abusaba de las versiones, aunque con buen gusto y criterio. Se ha atrevido con Astrud Gilberto, The Beach Boys o The Ink Spots lo que dice mucho de su apertura estilística y versatilidad. Así la comparaban con Dinah Washington, Julie London, Billie Holiday o Anita O’Day. Pero para este The Big Picture (Sony Music) ha compuesto sola, o con ayuda, prácticamente todos los temas del trabajo.
Comienza pizpireta y pop con el precioso single Rainy day woman. Los arreglos orquestales nos llevan hasta al gran Burt Bacharach. Ya en esta perla o en You say enough te puede recordar algo a la Amy
Winehouse cuando regresaba al pasado. Oh my love es una preciosidad lenta y antigua con toques a Billie Holiday y deliciosas cuerdas. Crying es evocadora y maravillosa como Roy Orbison y también tiene cierto aire country con una genial pedal steel guitar (Greg Leisz, lógico) y piano.
Su preciosa, aguda y nasal voz destila magia en All the way para llevarte al cielo como la mejor Joni Mitchell. Miles Zuniga, de Fastball le compone la tierna You can’t break my heart, único tema en el que no participa en la composición. Otra delicia es The best que se mueve entre el music-hall y las big bands de los años 30 con ese mágico sonido. For two es para bailar dos pegados cadenciosamente y los vientos suenan de maravilla en muchos temas y destacan en Dark cloud que pudiera llevar la firma de Phil Spector. ¡Lo tiene todo para triunfar y además uno de los discos del 2015!
Txema Mañeru