El injustamente valorado nombre de Neil Diamond ha estado más presente que nunca en el final del año pasado. Primero llegó el estupendo recopilatorio ya reseñado en estas páginas All-Time Greatest Hits (Polydor / Universal). A continuación un espectacular nuevo disco como Melody Road (Polydor / Universal) con la producción del gran Don Was (Rolling Stones, presidente de Blue Note Records).
Y ahora como remate tenemos una edición ampliada del All-Time Greatest Hits”que se convierte en disco doble y se va hasta los 42 temas. Además una magnífica política de reediciones mejoradas nos ha traído de nuevo 13 de sus trabajos más clásicos. Por citar algunos de los básicos se han recuperado clásicos de ayer como Beautiful Noise, The Jazz Singer, Serenade o You Don’t Bring Me Flowers. También tenemos las joyas recientes tales como 12 Songs o Dreams. Además algún recopilatorio más o el directo Hot August Night / NYC que aparece en doble compacto, DVD y Blu-Ray. Tienes más información en www.neildiamond.com.
Pero queremos centrarnos en su disco del 2008 junto a Rick Rubin porque nos parece una obra maestra total. Ya en 2006 nos maravilló y nos pilló por sorpresa con el magnífico 12 Songs. Repitió la jugada efectuada para otro veterano como Johnny Cash. Llevando su sonido a la esencia para que las canciones sonasen más puras que nunca. Además le rodeó de su habitual grupo de grandes músicos con varios miembros de los Heartbreakers de Tom Petty. Además presencias puntuales de Brian Wilson (Beach Boys), Billy Preston (Beatles, Stones) o Smokey Hornel (Beck, Tom Waits). ¡Y claro, las canciones de Diamond! Diamantes como Hell yeah o We que están presentes en su reciente y destacado doble recopilatorio. Emocionantes temas con aires gospel como Man of God que brillan en el directo Hot August Night / NYC.
Parecía que había tocado el cielo de nuevo y que se podía retirar. Pero repitió y aumentó la apuesta y volvió a asaltar la banca. Lo hizo con los mismos compañeros de juego. Mike Campbell y Benmont Tench de los Heartbreakers de Tom Petty, Smokey Hornel y un par de guitarristas más entre los que destaca el todo terreno Matt Sweeney que ha trabajado entre muchos otros con Guided By Voices, Bonnie “Prince” Billy o Zwan. Luego estaban las nuevas canciones. ¡Qué canciones! Al final los protagonistas absolutos con su profunda y recia voz, su acústica Martin, sus letras y, en definitiva, sus canciones desnudas.
El arranque es excepcional con los más de 7 minutos de If I don’t see you again, acompañado tan solo por el piano de Benmont Tench, que te hace sentir como si realmente no volvieras a ver a la persona amada nunca más. Pretty amazing grace es otra maravilla basada en su acústica y en su voz. Ha tenido también lógica
cabida en el último recopilatorio. Es increíble el dueto junto a Natalie Maines en Another day (That time forgot), de nuevo con el brillante piano de Tench. Forgotten es realmente inolvidable. Act like a man le aproxima sublime al último Johnny Cash. Aquí se salen la slide guitar y ese precioso regusto a country. Borda también ritmos más vivos como el de No words dejándote sin palabras.
Para el final se guarda otra joya total. Se trata del tema titular que marca muy bien el estilo del trabajo y por eso lo titula. Utiliza Rubin también algunos arreglos orquestales, pero son muy sutiles y no empalagan en absoluto. ¡Más de una hora de excepcional y pura música que suponen uno de los mejores discos de todos los tiempos de un músico que es imprescindible conocer mejor!
Txema Mañeru