"Ahora mismo mis esfuerzos están dirigidos a cruzar puentes, tener a la gente que quiero a mi lado y emocionar"
Tras varios años implicándose en proyectos tan fascinantes como los primeros Tachenko, ese revolucionario colectivo que fue La Costa Brava, y por último dándole a Nixon otra perspectiva para su obra; sin olvidar El problema de los tres cuerpos junto a Ramón Rodriguez y Fran Fernández donde firmó tres de sus mejores canciones; al fin el pasado año Ricardo Vicente se despegó de sus compañeros con un disco-novela decididamente pop. La identidad del artista está ya totalmente definida así como sus fortalezas totalmente pulidas. Qué haces tan lejos de casa te enamora con las escuchas, la música puesta en contraste con su habitual lírica melancólica funciona en su última entrega como nunca.
Tras varios años implicándose en proyectos tan fascinantes como los primeros Tachenko, ese revolucionario colectivo que fue La Costa Brava, y por último dándole a Nixon otra perspectiva para su obra; sin olvidar El problema de los tres cuerpos junto a Ramón Rodriguez y Fran Fernández donde firmó tres de sus mejores canciones; al fin el pasado año Ricardo Vicente se despegó de sus compañeros con un disco-novela decididamente pop. La identidad del artista está ya totalmente definida así como sus fortalezas totalmente pulidas. Qué haces tan lejos de casa te enamora con las escuchas, la música puesta en contraste con su habitual lírica melancólica funciona en su última entrega como nunca.
Capítulo aparte merece la novela. Recuerdo que el año pasado, cuando se editó, me hice con ella y me la reservé para mis largos viajes en metro. Leer en movimiento algo que parece haber sido creado también en movimiento fue una experiencia de empatía suprema. Lo mejor que puedo decir de ella es que para mí pertenece a esa exclusiva colección de libros en los que sientes un gran vacío cuando los acabas, esos que te acompañan, que te provocan emociones y que de verdad te tocan ahí dentro.
Con motivo de su actuación el próximo sábado 6 de diciembre en Joy Eslava, junto a León Benavente, anunciando ya una gira que toca su fin, charlamos un ratín con él acerca de su valiente y cuidada propuesta.
Ha pasado un año desde que publicaste "Que haces tan lejos de casa". Tiempo suficiente para que las canciones ahora ya reposadas se hayan convertido en lo que se dejaba intuir en un principio. Una hermosa colección de canciones que con las escuchas te van emocionando y van creciendo hasta hacerse enormes. ¿Cuando escribes una canción, te planteas a quién quieres llegar?, ¿lo haces para entenderte mejor a ti? Lo digo porque son realmente muy emocionantes, pero me da la impresión a veces que estás hablándote a ti mismo.
Ricardo Vicente: Sí, ha pasado el tiempo y me estoy reencontrando con las fechas un año después y tengo la sensación de vivir el proceso de reposo de las canciones. Yo no me planteo el receptor de manera consciente, más que nada porque no tengo claro donde estoy en el mundo. Es cierto que uno piensa en un ente, en un grupo de personas que me he ido encontrando en todos estos años pero no creo que influya mucho en la composición. Yo escribo para no intentar entenderme mejor todo el tiempo.
No hay precedente, en este país al menos, de un disco-novela como el tuyo. Entrega doblemente arriesgada pues se trataba de tu primer álbum y de tu primera novela ¿Crees que se entiende y se valora ? Yo pienso que no se puede entender el disco sin leer la novela y viceversa.
Ricardo Vicente: Llevé todo este proyecto con muchas reservas, con la sensación de que tenía un proyecto con valor pero con la experiencia uno se vacuna para todo tipo de escenario. Mi sorpresa ha sido que he obtenido escenario y me he sentido entendido. Es un todo como tú dices y me ha animado, me ha dado corazón y ahora en mi carrera las dos facetas están mucho más unidas.
¿Cómo fue la experiencia de escribir la novela y el disco? ¿Lo hiciste a la par? ¿Atrapaste ideas en la gira y luego trabajaste sobre ellas?
Ricardo Vicente: Yo no he cambiado mucho mi forma de trabajar tradicional, lo que ocurre es que ahora tengo más protagonismo. Siempre he escrito así, textos y luego canciones o todo lo contrario. Lo de atrapar ideas en la gira, sí, por supuesto, pero hay muchas cosas de mi vida, de otras giras y de otra gente que gira.
Una de las cosas más importantes que he aprendido en estos años es que tu obra construye personajes y tus viajes generan amistades. Un concierto como el del sábado con León Benavente es un buen ejemplo de ello. Yo siempre he pensado que he tendido mucha suerte con la gente, igual es porque cuando trabajo y viajo intento que todo gire en torno a una ficción y el mundo te devuelve una ficción como la de tocar con una guitarra solo en un concierto tan especial como este del próximo sábado.
Háblame de una canción que te haya salido del tirón y de otra que te haya dado mucho trabajo.
Ricardo Vicente: Del tirón realmente ninguna. Componer canciones es un proceso que intento que no dure demasiado pero no puedo terminar nada que no me ocupe durante mínimo unas semanas de mi vida. En lo técnico te podría decir que "Harlan county" ha sido muy elaborada aunque el piano de esa canción es totalmente improvisado, solo una toma y sin pensar, al final uno nunca sabe.
Volviendo al salto mortal que supone tu debut como solista, porque en grupos, dúos, tríos y demás perversiones llevas ya más de 15 años, mucha gente cuando lleva ya tanto tiempo suele acomodarse en la rutina. Sin embrago tú vas y sacas esto, yo creo que te gusta complicarte la vida, cierto pánico a la decadencia ¿Qué opinas?
Ricardo Vicente: Lo de complicarme la vida es un lugar común de mis días pero tengo la obsesión desde mi adolescencia por no complicársela a los demás, o por lo menos atormentarme si lo hago. El pánico a la decadencia, bueno, igual es más pudor y la rutina para mí es fundamental porque tengo tendencia a escapar y solo consigo un poco de orden con normas rutinarias y un poco absurdas. Un debut siempre es un salto mortal pero creo que he elegido un buen momento para ello, porque tengo vitalidad para arriesgar.
El capítulo séptimo acompañado de su correspondiente canción "La parte más feliz" es para mí la cumbre de la novela. ¿Te resultó sanador ponerlo en el papel?
Ricardo Vicente: El otro día lo pensé y si me di cuenta de que ese capítulo es un misterio de la memoria. Más allá de lo que personalmente signifique, me ha servido para seguir un camino nuevo a la hora de escribir. Lo que estoy escribiendo ahora tiene algo de ese capítulo en lo más profundo de mi mirar. Así que si no me resultó sanador, confío en que un día lo pueda ser.
Hace poco te vi en Zaragoza con tu banda en un minifestival y tengo que decirte que a mi gusto fuisteis el grupo en directo que más me llegó, y mira que el resto del cartel era muy grande. Sin embargo vosotros disparasteis emociones como nadie esa noche ¿Crees que tu peculiaridad es tu mejor arma? Lo que quiero decir es que igual al que no te conoce no le entras a la primera, pero algo se queda y luego cuando hace el esfuerzo y vuelve a tu música la recompensa es mucho mayor.
Ricardo Vicente: Eso es un poco complejo de descifrar, lo cierto es que ese fue un concierto en el que decidí un formato de directo que creo que es mi camino ahora mismo. La peculiaridad es un arma, sí, puede ser, pero ahora mismo mis esfuerzos están dirigidos a cruzar puentes, tener a la gente que quiero a mi lado y emocionar, y eso es una recompensa suficiente, la verdad, así lo pienso.
Por último:¿algún álbum o proyecto a la vista?
Ricardo Vicente: Después de este concierto planeo hacer algunos shows más pero principalmente ya tengo calendario de grabaciones de maquetas de lo próximo y bueno, escribir escribo todos los días. Yo espero que en el otoño próximo todo esto florezca.
Texto: David Doinel
Fotografía: Daniel Surutusa