Sala Galileo Galilei, Madrid, 3 de Diciembre de 2014
Está nervioso, o eso es al menos lo que dice. Depedro sale solo al escenario de la Galileo Galilei de Madrid, aunque más adelante, cuando ya aparecen después de Chilla que tiemble, nos confiesa que el resto de músicos de su banda también deberían estar por allí.
Está nervioso, o eso es al menos lo que dice. Depedro sale solo al escenario de la Galileo Galilei de Madrid, aunque más adelante, cuando ya aparecen después de Chilla que tiemble, nos confiesa que el resto de músicos de su banda también deberían estar por allí.
El músico había demostrado saber defenderse de maravilla acompañado solo de su guitarra, pero sus fieles acompañantes Lucas Álvarez de Toledo y Andrés Litwin demostraron ser imprescindibles. De hecho el concierto tuvo que interrumpirse unos minutos porque uno de los micrófonos de su batería se caía constantemente. El público, lejos de impacientarse, aguardaba con emoción que Nubes de papel se reanudase; Depedro llegó incluso a proponer que se alguien contara un chiste para amenizar la espera, aunque la idea finalmente no cuajó.
Jairo Zavala había prometido que habría sorpresas, y evidenció ser un hombre de palabra cuando apareció sobre el escenario Lichis para interpretar juntos un tema de Modo avión, el último disco del ex de La Cabra Mecánica. Pidieron al público que no se asustasen y, como muchos adivinaron, interpretaron la maravillosa Salir a asustar.
Pero Lichis no era la única sorpresa de la noche. También estuvieron por allí Los Coronas con Javi Vacas, que tocó el bajo junto a ellos en Te sigo buscando, y volvió más tarde con el resto de La Vacazul para tocar El cascarón y demostrar que “las cosas de esta vida siempre salen bien”.
Las canciones de Depedro se iban sucediendo de forma espectacular a lo largo de las dos horas de concierto, con alguna que otra versión, como la de “uno de los temas de su generación”, Blister in the sun de los Violent Femmes, o En el lago de Triana, además de Llorona, de la gran Chavela Vargas, que Zavala ya ha hecho suya. Se echaron en falta algunos temas como el más que mítico Diciembre. O, como decía alguno de los asistentes, “la de 'ahí te encontré'”, pero es innegable que fue un concierto marcado por la emoción. Una emoción que, como él mismo adelantó, se repetiría en los otros dos conciertos que ofrecería en días sucesivos para despedirse de esta gira que tantas alegrías nos ha traído a todos.
Texto y fotografía: María Solano