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Isma Romero: "Antes de que esté Prohibido"

Hace algunos meses hablábamos en nuestra web de Isma Romero, un artista de insultante juventud llamado a ser una de las grandes revelaciones del panorama pop-rock estatal; unas expectativas realmente altas que venían avaladas por unas pocas canciones de indudable calidad, decimos unas pocas porque el resto eran guardadas con sumo cuidado, como si de un tesoro se tratasen, y el apoyo de un buen puñado de nombres con un prestigio y reputación más que labrada dentro de nuestra música, entre los que destacaban el de figuras de primer orden como Jaime Urrutia, Candy Caramelo, Diego García “El Twanguero” y Rubén Pozo, por citar solamente a unos pocos de los muchos que respaldan su apuesta.

Unas previsiones de grandeza que ahora tocaba revalidar con la publicación de Antes que esté Prohibido, un debut que todo sea dicho no parece tal y mucho menos si tenemos en cuenta la precocidad de Isma a la hora de elaborar una obra mucho más clara y definida de lo que uno suele estar acostumbrado a encontrarse cuando se enfrenta a trabajos que marcan el comienzo de una andadura, que en éste caso no tenemos la menor duda en afirmar que a buen seguro dará mucho que hablar. 

Quizás tanta dosis de madurez puedan explicarse, al menos en parte, por la buena compañía que le brindan amigos como los ya mencionados Candy Caramelo, productor del álbum, y Diego García, quienes muestran su buen hacer y destreza a las seis cuerdas, algo que se vislumbra en pequeños detalles, repletos de gusto, que acaban por elevar la categoría del disco un par de peldaños. 

Pero cuidado tampoco debemos obviar el hecho de que el disco lo firma un tal Isma Romero que en cada canción imparte magistrales lecciones de aplomo interpretativo, capacidad compositiva y que, por si todo eso fuera poco, demuestra tener más que trillado el catálogo del mejor rock, sobre todo el de facturación hispana tanto de uno como de otro lado del Atlántico, algo que sin lugar a dudas juega muy a su favor en ésta ópera prima. 

Y es que cualquiera que se dé un garbeo por Antes de que esté Prohibido verá la sombra de Los Rodríguez planeando en la inicial Nueve Años Más, una fenomenal apertura que tarda exactamente cincuenta segundos en hacer surgir un flechazo emocional que te hace saber que lo que estás escuchando tiene empaque, y en la perfecta continuación que supone Gotas Suicidas, un tema ya conocido que sigue sonando tan fresco y efectivo como el día que lo conocimos meses atrás. 

En Hilos Enredados nos encontramos un medio tiempo de perfecta instrumentación donde la guitarra Twang del maestro García habla por sí misma, apuntando al corazón en una canción repleta de sentimiento y grandeza, impropia de la edad de un tipo como Isma al que uno imagina viviendo más deprisa de lo que su D.N.I. indica; una juventud que se encarga de recordarnos en una fenomenal La Última del Baile, donde los aires fronterizos se abren hueco en una composición que mucho nos tememos que acabará por convertirse en una de las fijas de su repertorio, sobre todo pensando en un público más juvenil que esperemos acabe por conquistar. 

Los ramalazos callejeros y stonianos de la titular Antes de que esté Prohibido son todo un homenaje al binomio Jagger/Richards, pasado por el tamiz de la irreductible colonia argentina que tanto adora a los británicos, donde además reivindica sin ningún género de dudas a nuestro amado rock and roll azotado por la incomprensión y el ninguneo de muchos en estos días. 

El pistón de la velocidad se rebaja, que no así el de intensidad, con una joya como Todos los Instantes, una baladita de sabor amargo y olor a derrota que para sí quisieran poder firmar otros compañeros de profesión con muchos más kilómetros a sus espaldas, algo que también ocurrirá con la rotunda La Vuelta al Mundo, donde sobresale una perfecta instrumentación entre un mensaje de sano optimismo. 

Encaramos la recta final del álbum con El Carnaval, donde la innegable huella de Diego García asoma una vez más para cortar el aliento arropando una melodía porteña y una letra que encierra poesía de muchos kilates, que da paso a Media vida Buscándote, una de las más inmediatas de toda la colección y que a buen seguro tendrá un lugar privilegiado en las presentaciones en vivo, y el cierre en falso que supone la orgánica y retrospectiva Veintitantas Promesas, donde parece hacer alusión a una estrella femenina de los ochenta venida a menos, que deja paso al adiós definitivo que supone Gotas Suicidas, en un mano a mano de altura con el maestro Rubén Pozo al que la canción le sienta como anillo al dedo, y que supone un broche de oro a un disco mayúsculo. 

Muchas eran la expectativas previas que había generado Isma Romero y su Antes de que esté Prohibido, y ahora después de varias escuchas, pausadas y espaciadas en el tiempo, la sensación es que las mismas han quedado más que satisfechas con un trabajo repleto de accesibilidad, brillantez, honestidad y una madurez realmente sorprendente. 

Parece saberse heredero de una tradición de rockeros en castellano que va desde Tequila y Moris, hasta Pereza, pasando por Gabinete Caligari, Los Rodríguez, Los Ronaldos y que le lleva a entroncar directamente con las bandas y solistas argentinos, por citar unos cuantos ejemplos; un reto que con la insolencia de la juventud, acepta y abraza con la máxima naturalidad posible, arrimando el ascua a su sardina compositiva, observando, escuchando y arrastrando enseñanzas hacia su estilo propio, con el que ahora comienza a transitar un camino que mucho nos tememos tardará como máximo uno o dos discos más en ser arropado por un público mayoritario necesitado de propuestas como la suya: Excelentes. Este tío está llamado a marcar una época. Lo digo muy en serio. Recuerden su nombre: Isma Romero.

Por: Javier González/javi@elgiradiscos.com