¡Está muy claro que los actuales Guns ‘N Roses no tienen la fuerza, la garra, ni la rebeldía que aquellos que allá por el año 87 firmaron uno de los mejores debuts de hard rock de la historia con Appetite For Destruction! Eso no impedirá a los todavía millones de fans de la banda disfrutar con este artefacto de magistral presentación en todas sus ediciones. El concierto se grabó hacer ahora dos años en Las Vegas con todos los medios más avanzados al alcance por lo que tanto la calidad de imagen como de sonido es sensacional. Hay una versión en Blu-Ray con el concierto íntegro en 3D, pero la de 2D en DVD y Blu-Ray tampoco deja demasiado que desear. En todos los casos aparece en formato tamaño libro en triple digipack, envuelto en caja de cartón exterior y recoge las casi dos horas y media de concierto y 25 canciones en doble compacto también. Por cierto que el magnífico art-work de portada recuerda mucho y para bien a la portada
de su no superado debut.
Tres guitarristas, dos teclistas, el batería Frank Ferrer y el genial y muy visual bajista Tommy Stinson, de los imprescindibles The Replacements, respaldan en la actualidad al polémico Axl Rose en una gira mundial y en este trabajo. Por suerte para todos el disco más presente en la actuación es ese mítico debut, Appetite For Destruction del que interpretan seis temas propios. Tenemos los dos mejores temas del Lies y yo hubiera metido unos cuantos temas más de los dos volúmenes de Use Your Illusion y hubiera suprimido alguna de los excesivos cinco temas del más reciente y descartable, Chinese Democracy.
Con el tema homónimo de este polémico disco del 2008 abren la actuación, agresivos y guitarreros. A continuación encienden a todo el personal con el clásico Welcome to the jungle. En Estranged tenemos excitantes punteos y riffs y la primera de las versiones, Live and let die, de Paul McCartney, suena realmente arrolladora. La balada This I love es de lo más salvable del último disco y aunque la voz de Axl no sea la de antaño, aquí todavía llega y emociona. Con You could be mine vuelven a recuperar el pulso con mucha garra y la cosa se supera con el inconfundible y emocionante punteo de entrada en Sweet child O’mine.
La versión sorpresa está bien resuelta y es el Another brick in the wall (Part 2) de Pink Floyd. En este apartado suena mejor y más apropiado el The seeker de The Who. Vuelven a acertar de pleno con la lenta November rain y la gran balada Don’t cry del Use Your
Illusion. También lo hacen con su magistral y conocida recreación del clásico de Bob Dylan Knockin’ on heaven’s door. Para acabar encadenan 4 de los mejores temas de sus dos primeros discos y aciertan de pleno con todas ellas. Nighttrain, Used to love her (y su aire muy Stones), la melódica Patience y una agresiva Paradise city, con sus momentos para corear y su final repleto de punteos por encima de los siete minutos, vuelven a demostrar porque fueron uno de los grupos más importantes de los 80. ¡No volverán esos tiempos, pero los buenos fans disfrutarán de nuevo con estas canciones y todos los adelantos en sonido e imágenes!
Txema Mañeru