Fuera del sur de los Estados Unidos no se puede decir que la música country se encuentre en su mejor momento. Relegada a una percepción mayoritaria de elemento folklórico exclusivo para aquellos lares cuando no es el sonido de acompañamiento de bailes horteras de sábado noche de un puñado de maduros aburridos de la rutina. Pero si rascamos en la América profunda encontramos que es un género que se encuentra mas vivo que nunca no falto de nuevos y grandes talentos. Este es el caso de nuestro protagonista, Jack E. Grelle, un semidesconocido cantautor de 27 años oriundo de Missouri. Y no es que aquel estado se caracterice por ser uno de los puntales de la música country y honk tonk. Pues la tierra natal del gran Chuck Berry - y del no tan grande Eminem-, no ha dejado nombres relevantes de aquella escena, lo que no ha impedido a este joven sin pretensiones manufacturarse un maravilloso trabajo Country con tintes pop muy fácil de degustar.
Al parecer el muchacho abandonó su St. Louis natal para viajar a lo largo de los Estados Unidos mientras tocaba en esquinas y vendía su disco de debut (inédito) Jack Grelle. Ya de vuelta a su ciudad, reunió a un grupo de buenos músicos y amigos suyos para meterse en el estudio a grabar nuevas canciones del que sería su segundo disco Jack Grelle & The Johnsons (2012). Desde entonces Jack ha compuesto nuevo material, ensayado con su banda y añadido a nuevos músicos de otras bandas de indie-country como Ryan Koenig (Pokey LaFarge) y Gary Hunt (Son Volt) para acabar dando con este discazo country-pop del tamaño de un granero.
Publicado por el sello independiente Big Muddy Records y con una producción muy lúcida, Steering Me Away se basta con diez cortes para dar una lección de música de raíz.
Dotado de una agradable y aterciopelada voz – diría más, una voz cálida y familiar- , y con el apoyo de una instrumentación y arreglos que parecen salidos de un gran estudio, el protagonista en cuestión sabe lo que se hace porque ha viajado, porque ha tocado en la calle y en mil tugurios.
Así, Four Doors bailable y pegadiza es el claro single. Guitarras dinámicas, ritmos Honky Tonk y un buen trabajo en la composición. Algo parecido sucede en (She Thinks I’ m) Cheatin en donde los violines adquieren mayor protagonismo.
En Santa Fe relaja el tono para adentrarse en una melancolía apaciguada con una lograda segunda voz, una tenue armónica y una slide guitar paseando por allí. Más desnudas y lineales son 3314 Wyoming y Lazy Love, como si hubieran sido grabadas en un atardecer en el desierto delante de una fogata.
Pero hay más, la dinámica Only In My Dreams con sus dos tonos vigorosos bluegrass y relajante vuelta con voz de fondo haciendo las delicias; el medio tiempo Dallas In The Afternoon con su armónica magistral; o las aguerridas Chase You Cross This Country y Hocked On Your Lovin´ a toda mecha. Puro Honky Tonk donde el ritmo arrastra a la melodía para adueñarse de las piernas del oyente.
Es la historia de un disco lleno de luces y optimismo, a la vez que honesto y humilde. De un tipo que sabe lo que quiere y dónde se dirige. Lo que no puede más que convencernos.
Por: Alejandro Guimerà