Es un tanto extraño e injusto que nos haya costado tanto que llegará la traducción al castellano de algunas de las memorias más polémicas, pero al mismo tiempo interesantes y polémicas de la historia del rock. Casualmente, o no, ha sido de nuevo Malpaso Ediciones la encargada de traérnoslas en una preciosa y vistosa edición. Su irrupción en libros musicales ha venido con tres estupendos libros de memorias o autobiográficos como los ya publicados y recomendables de Neil Young, Johnny Ramone (fundamental en los Ramones junto a Joey y Dee Dee) y el más reciente de Pete Townshend. Tienes toda la información en www.malpaso.ed.
Parece que el crápula de Steven Tyler puede superar a todos ellos (incluidas las de Ron Wood y Keith Richards) y no sólo por sus acrobacias y maratones sexuales. Tenemos sexo, drogas y rock’n’roll a lo largo de 450 páginas en las que el interés no decae en absoluto. A esto hay que añadirle 32 impagables páginas de fotografías desde su infancia (únicas en blanco y negro) hasta la actualidad. Algunas de ellas junto a Tonny Bennett, Pamela Anderson, Bar Rafaeli o los Obama. Otras familiares con esposas, padres y demás prole. La última, una preciosidad del 210 que es su favorita con la banda. Además, si en el libro de Pete Townshend los cantos de las páginas eran de color naranja, ahora lo son de un precioso color amarillo limón. Por cierto que todos los libros de la magnífica editorial incluyen el E-Book de regalo. Además, en la brillante traducción, tenemos a uno de los más prestigiosos críticos y escritores de rock jamás habido aquí y con varios interesantes libros en su haber como los de Sonic Youth o The Velvet Underground. Ni más ni menos que Ignacio Juliá, uno de los capos de Ruta 66 (la revista de r’n’r por excelencia en los últimos 30 años).
Y es que, sobre todo, en los años 70, Aerosmith fueron la banda por excelencia del r’n’r en los Estados Unidos. Encabezados siempre por la voz y la imagen de Tyler y la guitarra de Joe Perry. Para muchos fueron el equivalente a Sus Satánicas Majestades al otro lado del charco. Su debut fue en el 73 con disco homónimo pero la cosa no estalló hasta dos años después con el crucial Toys In The Attic. Desde esos inicios comenzaron las subidas y bajadas, las deserciones y los problemas con drogas y justicia consecuencia de la “mala vida”. Pero Steven es mucho más que el padre de Liv Tyler. Paul McCartney lo alaba en la guapa portada diciendo que Tyler es un gigante de la música norteamericana, pero se promociona mucho mejor aún él mismo. “Tengo muchas salvajadas que contar y voy a soltarlas sin azúcar, sin paños calientes: historias de lujuria, libertinaje, drogas y trascendencia… Tantas que tal vez logre saciar vuestro apetito por las confesiones endemoniadas” Yo afirmo ya que las sacia y con creces.
Los jugosos l7 capítulos están estructurados de manera más o menos cronológica y en el semiprólogo ya la clava con este inicio. “La vida es corta. Rompe las reglas, perdona con rapidez, besa lentamente, ama de verdad, ríe incontroladamente, y nunca te arrepientas de nada que te haga sonreír”. Los títulos de muchos capítulos tienen también su propia miga. Así en Granos y Tetas se adentra, como no, en su hirviente adolescencia. En Ruidos en el Desván (Días de Nieve) afronta el relativo asqueo hacia el sexo por culpa del SIDA y se mete de lleno en la cocaína y su supuesta no adicción. En Problemas en el Paraíso se nos muestra sobrio de la bebida desde hace 6 años, pero al mismo tiempo confiesa como necesitaba rehabilitación de nuevo para superarlo. Por citar alguno más, en Enamorarse es duro para las Rodillas, además de enredar con lo que dice su título, nos habla con sinceridad de la muerte de su madre y
la tristeza que le produjo. Se muestra quemado por el intento de sus compañeros de Aerosmith de prescindir de él y que esto le llevará a hacer de jurar en el odioso American Idol. También habla del éxito de giras recientes junto a bandas “hermanas” y también históricas como la J. Geils Band o ZZ Top.
Por supuesto que también trata de la magnífica música que creó junto a Aerosmith junto a su “gemelo tóxico” el guitarrista Joe Perry. Se confiesa influido por el gran Peter Green (Fleetwood Mac cuando hacían blues). Aunque hayan pasado ya algunas décadas desde sus discos básicos y esenciales. Por supuesto hay frases y afirmaciones con gracias y algo más como cuando habla de la neumática Pamela Anderson: “Me bebería un galón de su pis para ver el lugar de donde procede”. Igual estuvo en esa “fuente” aunque no bebiera literalmente el amarillento (suponemos) líquido. Pero no importa, porque muchos otros si los bebió y muchos otros excesos con drogas y con gastos increíbles aparecen también relatados sin rubor alguno. Próximo a la edad de jubilación, parece increíble que haya podido llegar hasta aquí después de leer muchos de los excesos a lo largo de una intensa y muy “vivida” vida. Según Asociated Press, Aerosmith es la banda más decadente, lasciva, atractiva y repugnante del país.
De lo que no cabe ninguna duda es de que estamos ante unas memorias que harán las delicias de cualquier seguidor de la banda. Además, sin llegar a ser fanático, puede ser más que recomendable y divertido para los seguidores de estas “Vidas de Santos” de esos idolatrados mitos rockeros con más vidas que los gatos.
Txema Mañeru