Matadero de Madrid - 20 y 21 de junio de 2014
Una buena idea y un mejor resultado: El día de la música de este año tenía a Subterfuge, el sello independiente más importante de los 90, celebrando su 25 aniversario. Para ello hubo mucha nostalgia bien entendida y reuniones de grupos muy importantes, ya separados, para regocijo de los que los vimos en su momento y como medio para convencer a las nuevas generaciones de su indudable calidad.
El viernes llegamos tarde pero justo a tiempo para volver a disfrutar de Sexy Sadie, que aunque nos han regalado algunas reapariciones intermitentes llevan desde 2006 sin disco nuevo. Jaime y Toni reparten su tiempo actualmente con proyectos personales (Sr. Nadie) o ajenos (son parte de la banda de Amaral en directo). Pero con su grupo de toda la vida hicieron cosas muy grandes, como se encargaron de recordarnos, realizando un repaso breve pero intenso por toda su discografía. Hubo lo esperado, Someone Like You o su primer éxito In the Water, y sorpresas: la potente I Gotta Go. “Ésta la teníamos que hacer”, se disculpó Jaime y nosotros encantados. El grupo sonó como si no se hubieran separado nunca, compactos y perfectamente engrasados como demostraron en la fabulosa versión de Happiness Is a Warm Gun. Disfrutamos especialmente de My Bike y A Brand New World, de su aclamado It´s Beautiful, It's Love. Colosales.
Un acierto lo de Dover, dejar sus devaneos electrónicos para centrarse en el rock que les hizo triunfar. Presentaron un tema nuevo que retoma la senda de sus primeros trabajos. Lo demás fue un paseo triunfal por Devil Came to Me que supo a gloria. Tantos años después es muy agradable volver a escuchar Serenade o Loly Jackson y hacer pogo como antaño en las primeras filas.
Los Coronas han retomado la unión con Arizona Baby, y es que juntando fuerzas salen ganando claramente. Corizonas es uno de los proyectos musicales más estimulantes y divertidos de nuestro panorama estatal. Su elección de las versiones y las dotes como showman de Javier Vielba hicieron el resto para poner un hermoso fin de fiesta para la primera noche.
El sábado procuramos llegar pronto justo para ver a Jorge de Doctor Explosion fundirse con las primeras filas a ritmo de Dracula Ye Ye o clásicos de su repertorio como Rompí la T.V. Caras de satisfacción entre la gente cuando los de Gijón, guitarra al aire, sacudieron las mentes del respetable a ritmo de New Order y su Blue Monday. El tiempo era escaso y tuvieron que terminar apresuradamente con Eres feo chaval, pasando como un suspiro su actuación.
Excéntrica, divertida e inusual es la música de L-Kan. Vestidos con disfraces circenses sorprendieron con Modern Talking, Aburrida de estar salida o Todo por placer. Fascinarte o no verle la gracia depende de tu sentido del humor.
Uno de los conciertos más esperados del evento era la reaparición de Los Fresones Rebeldes. Joaquín Felipe, su líder, ha continuado con otro grupo, Cola-Jet Set, pero la repercusión que alcanzaron con su primer disco Los Fresones no ha sido superada. El público puso toda la carne en el asador desde el primer tema, Medio drogados, y coreó unas letras con más chicha de lo que parece en un principio. El punto álgido con Al amanecer será de los que se recordarán mucho tiempo, retrocediendo a cuando la bailábamos en el Maravillas, el mítico local de la calle San Vicente Ferrer. Un final perfecto con la versión de Undertones Teenage Kicks terminó por rematar la jugada.
Después de la tempestad vino la calma, fue con las bonitas canciones de Pauline en la playa, quienes recordaron Titubeas, Un monstruo y Nada como el hogar, del EP homónimo con el que debutaron en 1999. No importó el avanzado estado de gestación de una de las hermanas Álvarez para que rememoraran los tiempos de Undershakers con un estupendo Sola. Delicioso.
Y llegó otro momento esperado, Australian Blonde pisaba de nuevo el escenario para demostrar que son mucho más que un grupo de una sola canción. Y lo hacían con una primera sorpresa: The Last One Standing, de su disco compartido con Steve Wynn. Allí estaban Paco Loco, haciendo honor a su nombre y maravillando con su guitarra, Pablo al bajo, Paco a la batería y sobre todo Fran Fernández, único superviviente de aquella primera formación que triunfó con la mítica Chup chup, que por supuesto no podía faltar. Un repaso corto pero que intentó cubrir todas las etapas. Nos fascinaron especialmente los dos últimos temas: I Want You y la hipnótica Carnaval.
Sorpresa muy grata la de Vinila Von Bismark. Tras su debut con Lucky Dados se ha marcado un disco en solitario muy decente y lo defendió en directo como sabe, regalando a los fotógrafos sus mejores poses. Pero Vinila es una alumna aventajada de Sylvia Superstar, quien resucitó a sus Killer Barbies en su primera etapa más ramoniana. Fue un placer revisitar con ellos Lovekiller, No Waves o su versión de los Misfits Skulls, con un espectacular Billy King a las baquetas. Al final Sylvia escupió fuego al más puro estilo circense. Un corto set de ocho canciones nos dejó con ganas de más.
El final de fiesta lo tuvimos en las primeras filas disfrutando de la reunión de los albaceteños Mercromina, que volvían después de despedirse en el año 2006 en un Sonorama. Pelos de punta al escuchar de nuevo Lo que dicta el corazón y comprobar que no han perdido ni una pizca de intensidad. El resto del set no le fue a la zaga y sonaron clásicos como Pájaros o Chaqueta de pana, en la que se decía eso de “seria divertido juntarnos todos otra vez”, y eso hicimos, todos, incluso Irantzu, de La buena vida, que puso la guinda al pastel con En un mundo tan pequeño.
Triunfó este año de El día de la música. Un diez para la organización, el sonido y sobre todo los grupos que estuvieron sobre el escenario.
Texto y fotos: Jorge Bravo Crespo “El Gurú”