¡Vaya sorpresa y vaya pedazo de disco! Siempre me han gustado Elbow, pero, quizás, ya no esperaba un trabajo de esta altura y con tanta clase. Soy de los muchos que creen que este es su mejor trabajo hasta la fecha. Sigue siendo gran pop británico pero cuenta con bastantes de sus mejores canciones y unos grandes arreglos.
Por supuesto que siguen liderados por la inconfundible voz de tenor de Guy Garvey y con este, llegan a un sexto disco de gran madurez en todos los sentidos. Tras dos décadas de trayectoria su vida es un continuo rosario de variaciones que les han dado para escribir emotivas historias (las letras vienen en el elegante libreto de 18 páginas que trae el digipack).
Su pop épico y muy británico tiene ecos de grandes como Pulp, Prefab Sprout o Suede. Comienza autoconfesional en la estupenda This blue world que trata de su separación en plena grabación. Preciosa, relajada, majestuosa y épica. Un tema con el que fliparían también los seguidores de The National. Cuando llevaba ya varias escuchas apunte en la voz y en ambientes toques del mejor Peter Gabriel solitario y hasta con Genesis. Luego me enteré que estaba parcialmente grabado en los Real World estudios de quien fuera líder de Genesis.
También se acercan al creador de So en la
melodía y luminosidad de New York morning. En My sad captains tenemos otra estupenda melodía con épicos y engolados, pero preciosos arreglos que dan mayor lustre aún a su gran y personal voz. Uno de mis indudables temas favoritos es el titular con sus luminosos teclados y con ese gran crescendo hasta superar los 7 minutos. El cierre es otra tierna delicia titulada The blanket of night de nuevo con especial mención para los teclados de Craig Potter. De los arreglos suntuosos de cuerda y viento se encarga también con elegancia el indiscutible Guy Garvey. ¡Desde luego que este es un grupo a apreciar y esta una de sus obras mayores o la más grande!
Txema Mañeru