Los chicos de Dinero están de vuelta con DNR, un trabajo en el que la banda afincada en Madrid recurre a su espíritu más directo y cañero, el mismo que ha hecho de sus conciertos auténticas celebraciones, para dar vida a un disco que encierra un espíritu decididamente inconformista, rabioso y crudo, que les acerca al rock facturado por los grandes tríos de la historia ajeno a cualquier tipo de etiquetas y géneros.
Golpeados súbitamente por la fuerza de su nueva obra, no dejamos pasar la oportunidad de quedar con ellos semanas atrás para que nos hablaran de sus nuevas canciones; todo ello en el marco de una entrevista llena de empatía en la que volvimos a encontrarnos a unos tipos tan divertidos y cercanos como lo habían sido en anteriores encuentros.
Hacía bastante tiempo que no teníamos la oportunidad de hablar con vosotros. ¿A qué os habéis dedicado que no habéis tenido tiempo ni hacernos una llamada para saber qué tal estábamos?
Sean: No te lo tomes a mal. Es un poco mi personalidad. No llamo porque no quiera, lo que ocurre es que tengo miles de preocupaciones en la cabeza y al final acabo fallando en ese tipo de detalles.
Ekain: Fue sacar “Año Perro”, ensayar para los conciertos de la gira y empezar a tocar noche tras noche. Queríamos hacer que los conciertos fuesen lo mejores posibles desde un primer momento. También es cierto que rápidamente nos pusimos a componer “DNR”. La verdad es que hemos estado muy ocupados. Sentimos no haberos hecho caso pero no hemos tenido demasiado tiempo libre. No podemos atenderos a todas. (Risas)
Qué sepáis que andamos tan dolidos porque aún recordamos que fuimos de los primeros que se pusieron en contacto con vosotros para hablar de vuestro disco de debut. Pero bueno os perdonaremos, no queda otra. ¿Cómo habéis vivido todo lo bueno que os ha ocurrido a lo largo de estos últimos cinco años?
Sean: El ascenso desde nuestra perspectiva siempre ha sido lento pero firme. No hay pasos adelante que luego hayan implicado volver atrás. De la misma forma en que tampoco tenemos una curva de crecimiento desmesurado. Sentimos una gran satisfacción por el hecho de poder hacer giras y conciertos. El hecho de que cada vez nos vaya siguiendo más gente no deja de ser alicientes que nos incitan a seguir adelante.
Ekain: Desde fuera parece que el ascenso del grupo ha sido más acelerado, porque se ven los logros de otra manera. Desde dentro se vive todo muy poco a poco, paso a paso. Cada cosa que hacemos es muy sacrificada. Pero sí que es verdad que seguimos mirando al frente y cada vez estamos un poco más arriba.
Por cierto antes de seguir, ¿dónde se ha metido Rubén?
Sean: Rubén tenía cosas que hacer hoy. Entre Ekain y yo nos apañamos para sacar la entrevista adelante. Ya sabes que yo hablo mucho pero digo poco. Y él hace lo contrario, habla poco y dice mucho. Por lo de Rubén no te preocupes porque en las entrevistas presenciales solamente recurre a dos respuestas habitualmente. Las que van vía mail se le dan mejor, son su verdadero fuerte. (Risas)
Me quedo mucho más tranquilo sabiendo que Rubén esta bien. Continuemos. Volvéis a la carga con un disco llamado “DNR” que desde fuera parece reivindicar por un lado el espíritu de una banda que ha nacido para el directo. ¿Por qué motivo os decantasteis por un trabajo grabado escrupulosamente en vivo? ¿Pensáis que es la fórmula en la que mejor se recoge lo que es Dinero?
Sean: Una de las cosas más importantes que ha ocurrido desde que empezamos es que hemos ido perdiendo el miedo a hacer lo que nos diera la gana. Y creo que por fin hemos conseguido hacerlo del todo. Cuando se nos ha acercado mucha gente para decirnos que los discos les gustaban pero que no sonaban cómo sonábamos en directo, que en su opinión era mucho mejor; o gente que nos decía que les gustábamos en directo pero que no escuchaban los discos grabados, la verdad es que no podíamos dejar de estar de acuerdo con ellos. Por lo que vimos que grabar así era algo natural. Además se ha alineado todo para que por fin pudiéramos sacar toda esa garra en un álbum.
Ekain: En parte toda esa gente tenía razón, por lo que había que hacerles caso. También, por otra parte, queríamos poder reforzar nuestro propio directo. Nos apetecía tener un disco que se pudiera defender cien por cien en vivo. Un trabajo del que no hubiera que eliminar canción alguna. Al empezar la gira de “Año Perro” nos dimos cuenta de que había temas que nos gustaban pero que no se podía volcar fielmente en un concierto porque les faltaba energía. No queríamos que nos pasara eso otra vez. Con esa idea empezamos a plantearnos hacer “DNR”.
Por otro parece que atendiendo a los títulos de las canciones os ha quedado un álbum de lo más bélico y cañero con canciones como “Dinamita” o “Efecto Granada”. ¿A qué responde éste hecho?
Ekain: Había varias canciones que tenían por título provisional más referencias de ese tipo. Tiene mucho que ver con el entorno de lo que está sucediendo. Creo que cada disco refleja perfectamente la época en la que estábamos nosotros mismos como personas.
Sean: Por ejemplo “Año Perro” habla de una época confusa y “Dinero” de un período mucho más desenfadado.
Al escuchar “DNR” uno no puede evitar pensar en palabras como hedonista, inconformista, sexual, vital y rabioso. ¿Cómo lo definiríais vosotros?
Ekain: Suscribo uno a uno todos esos adjetivos que has utilizado.
Sean: Creo que este disco tiene un punto de rabia constante y de inconformismo con la situación actual. También un enfoque triste sobre las relaciones personales o el amor. Pero creo que también esa rabia contenido que ha salido de golpe le da un toque final de esperanza al álbum. A pesar de todo lo que hemos dicho y aunque tal vez suene a cliché, creo que “DNR” tiene mucho de esperanzador.
Decís que tiene un enfoque triste sobre las relaciones personales. ¿Cuántos corazones habéis roto? ¿O cuántas veces os lo han roto a vosotros en estos últimos tiempos para que las canciones hayan salido así?
Sean: Más bien lo que intento plasmar en las canciones es una visión realista de las relaciones. Quizás las letras puedan partir de cosas más personales, aunque siempre tengo el apoyo del resto de la banda. Sí que es verdad que a nivel personal el tema de las relaciones lo vivo ahora mismo desde el desencanto, más que nada por la hipocresía que veo en el trato entre unos y otros. Como me dijo mi última ex, actualmente percibo una forma muy robótica de ver las relaciones, demasiado realista y poco visceral. Quizás pueda parecer un poco frío lo que digo pero es así como me siento ahora mismo.
Personalmente tengo la impresión de que estamos ante vuestra obra más cruda y a la vez perfeccionista. ¿Desde el seno de la banda tenéis la misma percepción?
Sean: Hemos sido muy perfeccionistas con los defectos y con las virtudes del disco. Es decir, hemos buscado que fuera real y auténtico. Creemos que en la música está pasando como con la fotografía y el photoshop. Todo suena cuadrado y perfecto, pero se está perdiendo la personalidad de los instrumentistas o mucha parte de la garra de una banda. Hemos intentado mantener todo eso en nuestro sonido. A lo mejor se ha dado el caso de tener que hacer diez tomas para grabar un solo de guitarra, pero lo hemos hecho en vez de ir cogiendo las partes que estaban bien e ir juntándolas. Tú te pones nuestro disco y creemos que te imaginas a los tres haciendo música en una sala. Era lo que se buscaba. Creemos que éste era el paso lógico a seguir.
También quizás el menos accesible en primeras escuchas…
Sean: El disco es más agresivo pero creo que las canciones tienen más carga melódica que nunca. También pienso que las letras que hemos incluido en “DNR” son las de mayor gancho de nuestra carrera. Probablemente si éste hubiera sido el primer disco no estaríamos donde estamos ahora. Es el lujo que nos hemos permitido después de haber llamado la atención de la gente. Ahora hemos ido más a la verdad, a lo que disfrutamos tocando en directo.
Ekain: El primero sí que tenía más ganchos pop, por decirlo de algún modo.
¿Qué tal está siendo el recibimiento del público ante éste endurecimiento de vuestro sonido?
Sean: Estamos muy gratamente sorprendido de cómo ha reaccionado la gente al escuchar el disco hasta el momento. Penábamos que la digestión para cierta parte de nuestro público iba a ser más difícil por el cambio brusco. Creíamos que íbamos a reforzar a cierto sector de nuestra gente pero a otros no les iba a gustar, cosa que hasta ahora no ha pasado.
Dice vuestra hoja de prensa que estos cinco años casi os los habéis pasado sin descanso pisando los escenarios. ¿Hay otra fórmula posible para darse a conocer y crecer artísticamente?
Sean: Hoy en día, tal y como están las cosas, lo que da sentido a todo es el de estar cara a cara con tu público. Además ahora también es lo que sustenta a las bandas. En el momento en el que estás junto al público desaparecen los intermediarios. Es ahí cuando te das cuenta que todas las cosas duras merecen la pena.
¿Qué consejos les daríais a otras bandas jóvenes que están intentando salir adelante como vosotros?
Sean: Hay un objetivo más importante que grabar o tocar que es el de disfrutar. Nosotros llevamos seis o siete años juntos, pero si no fuera por esos momentos de componer o por las cosas que sentimos en el local, no estaríamos aquí. A la hora de montar una banda hay que rodearse de gente que sienta como tú, que tenga ganas de disfrutar y de hacer música. Las cosas irán llegando solas. En éste mundo hay un montón de trabajo por hacer para llegar a algún sitio; y aun así dependes de un montón de factores, en los que entra la suerte, que tú jamás vas a poder controlar. Hay que sacrificarse mucho. Se debe disfrutar tocando desde el momento uno. Este es el hobby más bonito del mundo y el trabajo más sacrificado también.
Ekain: La sensación de tocar en el local y pensar que uno tiene un temazo entre manos, aunque luego no lo sea, porque el factor subidón también influye, es la mejor que te puede ocurrir.
De lo que no cabe la menor duda es que con “DNR” os lo vais a pasar fenomenal en cada noche de concierto. ¿Hay muchos bolos cerrados ya?
Sean: Está pensado precisamente para eso. Las canciones funcionan todas en directo. Hemos pensado en que cualquiera canción de “DNR” tiene que tener su momento y poder entrar en cualquier actuación. Es más, las vamos a ensayar todas, y en el concierto que daremos en la sala “El Sol” para la gente que compre el disco en la Fnac, vamos a tocarlas todas.
Para terminar me vais a permitir una maldad. ¿Cómo os sentís al compartir escenario con bandas de mucho más veteranas, de mayor renombre y que os superan en número de fieles, al pintarles la cara con vuestro rotundo directo? (Risas)
Sean: A nosotros nos hace gracia porque muchas veces nos ponen los últimos.
Ekain: También sabemos que algunos no nos han querido poner de teloneros. También hay que decir que las bandas que mueven un montón de gente llevan mucho tiempo ahí por lo que tampoco les vamos a pintar la cara sin respeto. Ya llegará el día en que una banda joven nos pegará un buen repaso a nosotros, por lo que también pediremos respeto.
Vaya, no sabía que fuerais tan políticamente correctos. ¡Qué decepción!
Sean: Te voy a dar el titular. Si tienen algún problema con nosotros que aprendan a tocar. (Risas)
Ahora sí me habéis vuelto a enamorar. Mil gracias por todo chicos y suerte.
Sean: Gracias a vosotros.
Ekain: Esta vez no olvidaremos llamaros. (Risas)
Por: Javier González/javi@elgiradiscos.com