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María Rodés

En la copla se vuelca la frustración amorosa

La aparente aflicción de María Rodés (Barcelona, 1986) se derrite en las distancias cortas. Desprende una luz que tiene más que ver con la pureza que con la ingenuidad. María canta copla (Chesapik 2014) es el nuevo disco de Rodés; un trabajo, en el que se aborda dicho género a través de la sensibilidad interpretativa. La gestión de los sentimientos es una labor que puede rozar el caos. Porque, a veces, la intensidad de las emociones es una fuente desbordada. La copla no es la música, es la letra y la tragedia que en ella se relata. La desgracia de un amor truncado o anhelado; correspondido y fracasado. Real. 

La selección de temas que aparecen en el LP supone el reflejo de una sociedad conservadora antes y durante la dictadura de Franco. El rol de la hembra, que se limitaba a cumplir el manual de la perfecta esposa y la buena madre, abarcaba una vida doméstica al servicio de la familia. Si se tenían dotes para el cante y el baile la mujer se adentraba en la farándula y vivía, en cierta forma, salvajemente. Irse de tournée, ganar dinero, no ser dócil, conservarse bella y estar siempre dispuesta a trabajar eran las máximas de intérpretes como Sara Montiel e Imperio Argentina pasando por Marifé de Triana, Concha Piquer o María Dolores Pradera. Artistas, a quienes también se homenajea en este álbum. 

La copla encumbra al hombre y hace temblar a la mujer que desea, más que nada en el mundo, que él le haga su prisionera. Sumisión, agonía, esperanza y kilos de felicidad se canalizan a través de la figura femenina. En cinco de los diez cortes del disco aparecen los compositores de copla –juntos o por separado- más afamados de los años cuarenta en España: Rafael de León, Antonio Quintero y Manuel Quiroga. Por eso, viene al caso contar lo que el periodista –y celebritie de la época- Álvaro Retana dijo sobre Marifé de Triana cuando ésta comenzó a trabajar con los populares autores: “Linda y joven, acusaba cierto temperamento, acentuado al colocarse bajo la advocación del trío Quintero, León y Quiroga”. 

La exquisita revisión de las composiciones lo es gracias a unos arreglos que se dirían filigranas de oro sobre un telón de terciopelo negro. No hay remilgos, sino oscuridad y una adorable melancolía. Destaca cómo se ha remodelado Tres puñales; canción, que está cerca del Omega de Morente y Lagartija Nick y que, en algunos tramos, roza la psicodelia. 

Si el experimento de las coplas sale bien quizá haya una segunda entrega que llevaría por título “María canta rancheras (también)”. Hasta asistir a un nuevo alumbramiento, con este nuevo trabajo, María Rodés se consolida como productora y arreglista. Aunque ella, considere que para lo que realmente le ha valido este disco es para reafirmarse como autora. 

¿En qué momento entras en contacto con la copla? 

Es la pregunta del Euromillón. He entrado en contacto con la copla a través de este disco, pero ha sido algo un poco casual. Hace siete años tenía en mente hacer un disco de versiones de canciones tipo Moonriver o ¡Qué será, será! Hace unos meses me volvió la idea a la cabeza, pero centrándome en el cine español. La meta era buscar la figura de la Audrey Hepburn española. Así es como doy con Lola Flores cantando Ay pena, penita, pena en la película del mismo nombre. Hice el ejercicio de versionar la canción y me enamoré de ella. Me atrajo la idea de utilizar canciones teatralizadas e histrionizadas para quitarles el componente dramático y que hubiera contraste entre la profundidad de las letras y el tratamiento del sonido. 

En el disco hay canciones de Lola Flores, Sara Montiel, Concha Piquer o Imperio Argentina. ¿Te has interesado, especialmente, por la vida de alguna de las folklóricas que aparecen en el disco?

La que más me ha llamado la atención ha sido Imperio Argentina. Quizá, por la forma de cantar que es un poco más lírica que el resto. De Imperio descubrí que era una mujer con una vida ajetreada tanto a nivel familiar como a nivel sentimental. Es una mujer cuya vida se corresponde con sus letras. 

Sorprende que haya sido Albert Pla el elegido para que te acompañe en Tatuaje ya que en los últimos años The New Raemon y tú solías colaborar habitualmente. 

Cuando estaba grabando el disco conocí a Albert. Yo soy súper fan de él desde siempre y surgió la conversación de poder hacer algo juntos. Él pone la nota de humor a la canción interpretando al marinero menos marinero de la historia. Quizá lo podría haber hecho Ramón, pero Albert tiene más que ver con el mundo del teatro y del espectáculo. 

El año pasado Natalia Lafourcade publicó un disco de homenaje a Agustín Lara. Y ahora tú publicas uno con una selección de coplas en el que están autores tan prolíficos como Manuel Quiroga, Rafael de León o Antonio Quintero. ¿El hecho de traer grandes canciones del pasado al presente pone de manifiesto que lo que se hace ahora no podrá ser rescatado en el futuro? 

Para mí, más que no ser bueno o grande, no es tan distinto. Evidentemente se caracteriza por un contexto, una moda y hasta una serie de valores. Pero de lo que me doy cuenta es que la pena, el amor, la frustración y los deseos son los mismos temas que inspiran las letras. 

Tu interpretación vocal rezuma una cierta despreocupación y tiene una intención naïf. ¿Un contraste interpretativo con la significación de las letras aligera de dramatismo a las canciones? 

Sí. Para mí las dos cosas juntas es redundancia. Se dicen cosas tan bestias en las letras que cantar de un modo dramático me parece excesivo. Interpretar de una forma sutil está más cerca de la manera que yo tengo de expresarme. Me interesaba el contraste entre letras potentes y una voz que está dando lo justo. Además que por mucho que quisiera nunca podría cantar como Mari Fe de Triana. 

¿Por qué decides abrir el disco con Tengo miedo? 

Me parece bastante representativa de lo que es el disco. La mirada que le hemos dado le resta drama a la letra. Decir “tengo miedo” es algo tan naif y tan directo que es toda una declaración de intenciones. Es como el “quiero estar contigo pero no puedo”. En cierta forma, me siento identificada con el mensaje. 

¿Miedo también en el amor como dice la letra? 

En el amor y en muchas otras cosas. Creo que el miedo tiene un papel importante en mi vida como freno. 

Por: María Purple.
Foto: Jordi Musquera.