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Elefantes

“En éste disco hay un buen equilibrio entre lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos en un futuro”

Después de nueve largos años de silencio, Elefantes están de vuelta. Un período de tiempo demasiado pronunciado echando de menos sus canciones, sí, pero también un espacio que era absolutamente necesario para que los cuatro componentes de la banda se reencontraran de manera “casi” fortuita y sintieran que entre ellos las energías volvían a fluir por un cauce más que adecuado que ha posibilitado el nacimiento de un nuevo disco, “El Rinoceronte”.

Un trabajo con el que recuperan el pulso de obras tan mayúsculas como “El Hombre Pez”, “Azul” y “La Forma de Mover tus Manos”, en el que nos encontramos a unos Elefantes más que reconocibles pero a la vez ansiosos por evolucionar, mientras que por el camino a transitar nos siguen regalando enormes canciones.

Semanas atrás, como no podía ser de otro modo para unos fans confesos de la banda, tuvimos la oportunidad de compartir una agradable conversación con Shuarma, Julio, Hugo y Jordi, que no solamente nos sirvió para conocer por dónde pasa el presente actual de la banda, sino también para observar una prueba de sonido en la que quedó más que patente que estos cuatro amigos disfrutan inmensamente tocando juntos. 

Hace nueve años pusisteis “punto final” parecía que de forma definitiva a vuestra carrera. ¿En qué momento y de qué forma fue tomando cuerpo la idea de volver? 

Julio: El inicio del retorno comienza en el momento justo en que decimos adiós. Y decimos adiós porque en aquel momento a pesar de que nos estaba yendo muy bien, vivíamos un momento de éxito en el que nos seguía mucho público y había buenas ventas y demás, no nos encontrábamos lo suficientemente bien entre nosotros. La vida nos había hecho crecer a cada uno de una manera diferente por lo que pensamos que lo mejor era dejarlo. No tenía demasiado sentido seguir solamente porque estaba yendo bien. Después de ocho años sin vernos todos juntos, aunque es cierto que por separado sí que nos veíamos, dio la casualidad de que Hugo vino a Barcelona, él ahora vive en la provincia de Málaga, por lo que quedamos para comer. Nos sentamos y rápidamente vimos que esa química perdida en su momento estaba otra vez ahí. Nos dimos cuenta de que esos ochos años que habían transcurrido no habían hecho sino diluir las cosas que nos habían desunido. Por lo que partir de esa comida decidimos volver a empezar. 

Shuarma: Sentimos que la química entre nosotros volvía a fluir. Y sí ocurre eso, volvemos a grabar canciones. Nos lanzamos a tocar con la misma naturalidad con la que un día decidimos que había que apretar el botón del pause. Volvimos a apretar al play. No hay mucho más misterio ni en la separación ni en la vuelta. Es un proceso de energía entre nosotros. 

Me ha hecho gracia repasar alguna de vuestras declaraciones en las que decís que volvéis para quedaros, algo que me parece totalmente rotundo. 

Julio: Elefantes siempre hemos sido una banda de todo o nada. Siempre hemos hecho las cosas con el corazón. Y realmente cuando hacemos algo es porque lo vemos muy claro. Otra cosa es que pueda ocurrir lo que te comenta Shuarma, que sintamos que las energías dejan de fluir y nos digan que nos tenemos que separar porque no funcionamos de nuevo juntos. Pero realmente nuestra intención es volver para quedarnos como Elefantes. Es algo que hacemos con el corazón no tenemos otra perspectiva. 

Y que mejor forma de volver que con un disco bajo el brazo como “El Rinoceronte”. ¿Podéis hablarnos un poco de la emoción que suponemos debisteis sentir al volver a juntaros con la idea de hacer nuevas canciones? 

Jordi: Las sensaciones las sentimos desde un primer momento, cuando nos dimos cuenta de que todo volvía a funcionar. Lo único que teníamos que hacer era ponernos en sintonía para sentir que cada uno estábamos en el sitio que le correspondía para que todo estuviera en marcha de verdad. En cuanto todo eso fue así las sensaciones del primer ensayo fueron perfectas. De alguna manera esos ocho años parecieron mucho más cortos y aquello nos dio mucha confianza para ver lo que podíamos hacer. Desde el primer ensayo todo fue muy emotivo. Empezamos recuperando antiguas canciones de discos anteriores con la idea de que cada uno de nosotros se reencontrara musicalmente con el compañero. Desde ese momento vimos que ya teníamos todo y que lo que nos apetecía era hacer material nuevo para tocarlo en directo. En definitiva entrar en la rueda habitual de un grupo. 

Hugo: Nos sentimos realmente afortunados de darnos la oportunidad de poder compartir cada uno de nosotros del talento del resto. 

La verdad es que al escuchar vuestras nuevas canciones uno se da cuenta de que no habéis perdido la capacidad para emocionar al más pintado que tanto nos gustó de vuestros primeros discos, sonando de nuevo de lo más reconocible. ¿Tenéis percepción desde dentro de la banda o por el contrario sentís algo ha cambiado? 

Julio: Creo que estás muy acertado en lo que dices. Personalmente pienso que “El Rinoceronte” es un disco que encierra mucho de lo que es la esencia de Elefantes. Pero también es un disco que necesita más de una escucha para calar. No tiene la inmediatez que podían tener otros de nuestros trabajos, pero es algo que juega a nuestro favor y nos gusta. Las canciones han salido así y lo que más nos importa de ellas es que nos emocionen a nosotros porque es la única forma de que puedan emocionar a los demás. Es un disco en el que creemos que se ha plasmado muchísimo la energía del grupo. 

Shuarma: Personalmente nunca llego a saber lo que es la esencia de un grupo. Es algo muy etéreo. Yo quizás hablaría más en un sentido de implicación. Si hacemos un disco es evidente que tendrá nuestra esencia. Si hemos vuelto a juntarnos es porque volvemos a tener ganas de tocar juntos y esas ganas de darlo todo por el grupo. Las ganas de no ahorrarte nada a la hora de componer y tocar. Esa es la esencia de un grupo, lo que no puede desaparecer. Aunque también es cierto que puedes encontrarte a un grupo que vuelvan a tocar juntos pero que no le pongan todas las ganas posibles. 

Es curioso pero al escuchar varias veces el disco uno pasa por varios estadios. Desde la percepción de que Elefantes han modificado en parte su sonido de las primeras tomas de contacto a la sensación final de que se trata de un disco reconocible que nuevos matices de lo más interesantes. 

Shuarma: Durante estos ocho años cada uno ha hecho su camino. Cada uno nos hemos enriquecido a nuestra manera y ahora cuando volvemos a juntarnos ponemos a disposición de los demás y del grupo todo lo que tenemos. Por eso es normal que en cierta medida sonemos a lo de antes, porque somos los de antes, pero también sonamos a algo nuevo porque somos algo distintos. Lo que ocurre en éste disco es que hay un buen equilibrio entre lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos en un futuro. Porque seguro que en un futuro seremos una cosa distinta. 

El disco a nivel de letras parece realmente condicionado por la situación actual pero transmite un halo de vitalismo y hasta cierto optimismo. 

Shuarma: No creo que seamos un grupo excesivamente optimista, la verdad. Pero sí que somos cuatro personas que vivimos de una profesión que requiere de ser valiente y luchar mucho. Cuando vienen momentos difíciles intentamos superarlos dando lo mejor de nosotros mismos. Creemos que la música cumple un papel fundamental dentro de la sociedad. A nosotros individualmente la música nos ha ayudado a crecer como personas. En momentos difíciles las canciones de mucha gente nos ha ayudado a llevar mejor las cosas. Y sin querer sonar arrogante también pensamos que nuestra música puede ayudar a otros. 

Hablando de nuevas canciones. ¿A cuál de vuestras nuevas composiciones le veis más probabilidades de convertirse un clásico moderno? A mí me parece que “Descargas eléctricas” tiene muchas papeletas de serlo. 

Shuarma: Es cierto que esa canción tiene una energía que es muy de directo. Además es un corte muy alegre y hasta de alguna manera inmediato. Pero sinceramente no sé cuál puede convertirse en un “clásico moderno”. Sí que hay canciones que pienso que nos van a acompañar durante mucho tiempo en nuestro repertorio, porque además conocemos un poco a nuestro público y sabemos qué canciones pueden llegar a gustarles más. Creo que “Escuchar al Viento” resume muy bien lo que te decía antes, lo que hemos sido y vamos a ser. Tiene un punto de canción con sonido “español”, cercana a cierta música de raíces, pero también con toques de música anglosajona y del rock que siempre hemos escuchado. Es un punto de conexión de varias cosas. Sentimos que nos va a acompañar durante mucho tiempo como lo han hecho “Me he vuelto a equivocar” o “La Niña Morena”. Pero me da más reparo hablar de clásicos… 

Julio: “Escuchar al Viento” también es una de mis favoritas y es un tema que nos acompañará para siempre. “10.000 Formas” también es de mis favoritas. 

Jordi: A mí también me gusta “10.000 Formas”, aunque también aviso de que no solemos coincidir en éste tipo de clasificaciones. (Risas) 

Shuarma: Mi favorita es “El Rinoceronte”. 

Caigamos en el tópico. ¿Por qué “El Rinoceronte”? 

Shuarma: Nos ha salido así. Había una canción con ese nombre que planteaba esa situación de ensoñación, surrealista y sin sentido. Nos gustó la idea de dotarle al disco de esa sensación. En algún momento de nuestra carrera habíamos caído en el dos más dos cuatro; y en el arte dos más dos suman lo que tú quieras. Para nosotros al final “El Rinoceronte” ha acabado representando, a fuerza de hacer entrevistas y responder a las preguntas que surgían, el sinsentido. Tú le darás una interpretación y cada uno la suya. Eso nos gusta como sinónimo de la música. Cada uno le da el significado que quiere. 

Julio: También creo que “El Rinoceronte” es un tema que nos conecta bastante con lo que apuntábamos en la etapa de “El Hombre Pez”. Un período en el que jugábamos mucho con el no darle un sentido fijo a las cosas y dejarnos llevar porque no había ningún tipo de presión. Ahora mismo estamos recuperando un poco eso de dejarnos ir y que el subconsciente hable. 

Al anunciar vuestra reunión. ¿Os sorprendió el revuelo que supuso la noticia de vuestra vuelta?

Shuarma: Fue muy bonito. Sobre todo porque ocho años es mucho tiempo, porque las cosas van muy deprisa. Cuando decidimos volver no teníamos muy claro que la gente se acordara de nosotros. Ha sido muy bonito constatar que la gente nos tiene mucho cariño y nos hemos sentido muy queridos, algo que nos ha dado seguridad. Valoramos mucho el hecho de estar juntos, pero también el hecho de que juntos podemos hacer muchas cosas y que podemos llegarle a la gente para compartir nuestra pasión por lo que hacemos. Ahora sentimos que hay gente que está esperando que compartamos todo esto con ellos. Es una sensación que te llena muchísimo. 

Ahora que ha pasado tanto tiempo y podéis mirar atrás. ¿Con qué os quedáis de todo lo que en su día vivisteis juntos? 

Julio: Con todo lo que te pasa. Las cosas buenas, las cosas malas, todo forma parte de tu equipaje. No hay que renunciar a nada. Yo te diría que los episodios más difíciles son los que más te enseñan a la hora de mejorar. No podría hablarte de nada en concreto. 

¿Cómo serán los conciertos de Elefantes en ésta nueva tanda? 

Hugo: Los conciertos serán algo muy especial, básicamente porque los estamos esperando como agua de Mayo. Es como la culminación de todo lo que hemos estado preparando minuciosamente los últimos meses. Estamos encantados con todo, con habernos encontrado otra vez, con el disco que hemos grabado… Los directos es aquello para lo que hemos nacido. Lo que sí te podemos adelantar es que tenemos muchas ganas de presentar las canciones de “El Rinoceronte” y además de recuperar canciones de otros discos que nos apetece volver a compartir con el público. 

¿Qué le pide Elefantes al futuro? 

Julio: Nosotros no tenemos mucha pretensión de inventar nada nuevo. A nosotros nos gusta hacer música y expresarnos a través de ella. La intención es lanzar el mensaje a través de nuestras canciones y que alguien lo reciba. 

Shuarma: Nosotros hemos elegido la música. Es el camino que hemos elegido en la vida y además elegimos hacerlo juntos. Sentimos que juntos tenemos algo que no tenemos por separado, ni mejor ni peor, sino distinto. Juntos compartimos algo que nos hace muy felices y nos llena. Somos cuatro personas que disfrutan con lo que hacen y nos sentimos muy llenas de hacerlo. Sentimos juntos y eso es lo que nosotros podemos aportar a la gente. Esa es nuestra aportación. Hemos elegido este camino y es lo que nosotros, con toda la humildad del mundo, podemos aportar. 

Por: Javier González/javi@elgiradiscos.com
Foto 1: Fede Nieto.
Foto 2: Zircus.