Quizás una de las mayores injusticias que hayamos cometido en el año que recientemente dejamos atrás desde “El Giradiscos” haya sido la de no hacer el suficiente caso a los chicos de Disco Las Palmeras!
Una de las bandas más interesantes de cuantas campean actualmente por nuestro panorama que hace un par de temporadas fueron capaces de ganarnos para su causa mediante la publicación de “Nihil Obstat”, un primer trabajo repleto de intensidad y ruidísmo que les granjeó un buen puñado de críticas más que merecidas a las que en su día nos sumamos fervientemente.
Hablamos ahora de injusticia porque el trío gallego publicó meses atrás un segundo disco bajo el título de “Ultra”, que entre pitos y flautas no hemos podido reseñar hasta hoy; una demora totalmente injusta para un álbum del que ya podemos decir que encierra hasta un total de doce demoledoras composiciones llamadas a confirmar todas las buenas intenciones que plasmaron en su debut.
Doce canciones que no dejan tregua ni respiro, donde se da preeminencia a una base rítmica apabullante y donde el ruido, entendido desde las vertientes más netamente punks y shoegaze, cobra especial protagonismo relegando a un segundo plano a una voz, concebida puramente como un instrumento más, que no para de escupir palabras tan sangrantes como beligerantes y combativas.
De entre el total del minutaje destaca la grandeza de cortes del calado de “Absenta”, un golpe directo que te atrapa y predispone para todo lo bueno que llegará después, la intensidad épica de “Alfa y Omega (La Cruel)”, el contraste entre la belleza y el repetitivo tintineo de “Algo Más”; el perfeccionismo que exhiben en “De Cuando aún había Esperanza”, genial en su mezcla, tanto en la vertiente ambiental como en la más noise, la confusión de “Ultra”, emocionante cuando entonan aquello de “Ya no existe Dios/ Un rebaño asustado lo mejor para el pastor”, o el genial ejercicio de pop que supone “Que Rueden Cabezas”.
La banda gallega Disco Las Palmeras!, confirma la grandeza de su propuesta con “Ultra”, una trabajo en el que vuelve a hacer gala de que gracias a tres conceptos innegociables como son su elegante ruido, el compromiso en las letras y una inquebrantable intensidad, se han convertido en una de esas bandas tan beligerantes y peligrosas que tanto necesitamos en nuestra música.
Por: Javier González/ javi@elgiradiscos.com