Un nuevo capítulo del ciclo Pop & Dance aconteció el pasado viernes en la madrileña Joy Eslava, brindando en esta ocasión el protagonismo a una de las grandes revelaciones de nuestra música del último año como son León Benavente, un cuarteto de corta vida que en muy poco tiempo ha logrado hacerse con una auténtica legión de seguidores, los cuales consiguieron colgar el cartel de no hay billetes el pasado viernes en lo que era el regreso de la banda a la capital después de varios meses desde su última aparición por el foro.
Ante una sala completamente abarrotada, lo estaba desde bastantes minutos antes de la hora prevista para la actuación, los miembros del cuarteto hicieron acto de aparición para dar comienzo al concierto con un brillante corte instrumental que enlazaron a la perfección con “Las Ruinas”, dando el pistoletazo de salida a casi una hora y media de música en la que repasaron la totalidad de su primer álbum, de título homónimo al nombre de la banda, “León Benavente”, y de su Ep, publicado semanas atrás, “Todos con Todos”, intercambio momentos de lo más brillantes con otros que a la postre resultaron ser más planos de lo esperado.
Y es que cuando la banda lograba empastar su sonido más decididamente experimental a la perfección saltaban chispas, algo que ocurrió por momentos al comienzo del concierto con canciones como “Las Hienas”, “Estado Provisional”, “Década” o “Ánimo Valiente”, donde la inconmensurable mezcla de un César Verdú marcando el ritmo de manera magistral durante toda la noche, la sofisticación al bajo y sintetizadores de Eduardo Baos, el contrapunto de la afilada guitarra de Luis Rodríguez y el gran saber hacer a los teclados de Abraham Boba, nos brindaron alguno de los instantes más disfrutables de la primera parte de la actuación.
Lástima que lo parecía apuntar a un triunfo rotundo y sonado se viniera relativamente abajo con la forma más lineal en que interpretaron algunas de las canciones de su nuevo Ep, “Avanzan las Negociaciones” y “Muy Fuerte”, algo parecido a lo que ocurrió al tocar “Revolución” y “La Gran Desilusión”, en ésta ocasión acompañados por la presencia de Nacho Vegas, y con su adaptación más que meritoria del clásico de la discografía de Ilegales, “Europa ha Muerto”, el cual parecía ser desconocido por la mayor parte de una audiencia que en ese momento demostró provenir del universo indie.
Hicieron amago de despedida con una brillantísima “El Rey Ricardo” en la que el personal congregado en la Joy Eslava les hizo las veces de coro entonando con fuerza aquello de “Abajo el Rey Ricardo, ¡Qué muera el Rey Ricardo!”, inmejorable anticipo de lo que sería un bis de lo más intenso en el que interpretaron “Todos contra Todos”, composición titular, y probablemente la más notable, del ya mencionado Ep, para acabar de dar por finiquitado el asunto con la espectacular unión del krautrock de “La Palabra” y “Ser Brigada”, su canción bandera, con la que lograron poner patas arriba el local situado en la calle Arenal.
Un perfecto broche de oro a un concierto de lo más notable, al que sin embargo le falto un poco más de intensidad en determinadas fases para acabar de arrancar un sobresaliente que esperamos consigan en su próxima visita.
Por: Javier González/javi@elgiradiscos.com