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Con el firme propósito de saldar una deuda con ellos, semanas atrás no dudamos ni un segundo a la hora de ponernos en contacto con Belly, encargada de los sintetizadores y los pianos de la banda, para que nos hablara del presente de una formación que hace ya bastante tiempo que nos ganó para su causa.
¿Cómo ha cambiado o se ha visto modificada vuestra forma de afrontar la vida tras vuestro paso por México?
Belly: México es un país donde la muerte está muy presente y se entiende con mucha naturalidad. Para empezar es un país que sufre temblores. Eso sitúa a las personas en una situación de peligro constante. Tengo la teoría de que eso hace que el mexicano sea tan enérgico y vital. Cada día puede ser tu último día. Esa es una gran lección de vida.
¿Por qué escogisteis este país como refugio y lugar de grabación?
Belly: Hemos viajado a México en múltiples ocasiones y tenemos una pequeña gran familia ahí. Por otro lado, es este el país donde conocimos a Phil Vinall, el productor de “La Velocidad del Vacío”. Él suele trabajar ahí porque le gusta mucho el carácter del país y conoce al dedillo sus estudios de grabación. También pensamos que estar alejados de casa y de nuestro día a día nos ayudaría a concentrarnos mejor en la grabación del disco.
“La Velocidad del Vacío”, es a nuestro modo de entender el mejor disco de Dorian (y no porque esta afirmación sea una frase hecha, sino que es totalmente cierto), tanto en el apartado musical, como en el técnico y en el trabajo de las letras. ¿Qué conclusiones sacáis vosotros del mismo?
Belly: Nosotros también pensamos que es nuestro mejor disco hasta la fecha. ¡Aunque supongo que todos los músicos creen que sus últimos discos son los mejores! Sí pienso que en este disco exploramos nuevos territorios sonoros para la banda. La premisa al empezar a trabajar en el disco fue hacer cualquier cosa que nos apeteciera sin pensar si sonaba a Dorian o no. Nuestra sorpresa fue darnos cuenta al final del proceso que aunque el envoltorio era ligeramente diferente, el disco continuaba sonando a nosotros. Por otro lado, pienso que el disco contiene algunas de las mejores composiciones que Marc ha escrito jamás. “El Temblor” me parece una de las canciones más bellas que hemos hecho jamás.
Ya que hablamos de las letras (inconmensurable “Las palabras”), podemos comprobar que seguís manteniendo muchas de vuestras temáticas particulares: desamor, drogadicción, (malas) amistades, promesas, pérdidas… Pero cada vez, estas se abordan desde un plano más literario, poético y cuidado ¿Qué importancia le dais a los textos?
Belly: Marc, el autor de las letras de todas las canciones de Dorian, es un obseso de la palabra. Es lector compulsivo y anota versos ahí donde está. Sí es verdad que hay ciertos temas que son recurrentes en sus letras… Marc siempre dice que las letras son radiografías de su vida y de las de su entorno. Quizás las letras de discos anteriores eran algo más urgentes y compulsivas. La creación de este álbum fue más sosegada y meditada, quizá es por eso que las letras sean más elaboradas.
Pese al uso de dichas temáticas, la realidad de las canciones y el propio disco es la lucha contra la tristeza, la nostalgia, la banalización y el pesimismo. Abogáis por el renacer, por mostrar una actitud positiva en la vida ¿Hemos comprendido bien el mensaje del disco? De ser así, esta actitud rompe en parte con la mostrada en vuestros discos anteriores, de carácter más nostálgico, nihilista y melancólico ¿Acogéis ahora el positivismo como forma de afrontar el presente y el futuro?
Belly: Lo has pillado al vuelo. Si bien el pesimismo, la frustración o el miedo continúan siendo constantes en las canciones de “La Velocidad del Vacío”, esta vez sus personajes están dispuestos a hacerles frente y se entrevé esperanza.
Uno de los sellos de identidad de Dorian ha sido siempre el empleo de los sintes, la electrónica y los efectos; ahora que parece que muchas bandas se están subiendo a este carro en sus nuevos trabajos ¿A qué creéis que se debe esta tendencia?
Belly: La música electrónica hace mucho tiempo que se ha integrado en la música pop y ya casi nadie hace distinciones por el hecho de que una canción lleve sintes o una base secuenciada… Solo hace falta escuchar la música mainstream de los Estados Unidos. El 90% de esta música contiene elementos de la música electrónica, pero están ya tan asimilados que nadie siquiera los destaca.
Después de veros en la actual gira, uno diría que habéis alcanzado la madurez profesional tanto en la manera de afrontar los directos (presencia, interacción, energía…), como (especialmente) en el apartado técnico (magistral en la nueva gira) ¿Cómo vivís, tras cuatro discos a las espaldas y más de diez años en la escena musical, los conciertos en la actualidad?
Belly: ¡Muchas gracias por los halagos! Como tú dices, ya son muchos años… Intentamos ser mejores músicos año tras año y trabajar nuestros directos al detalle. En esta gira nos lo estamos pasando muy bien en el escenario, y eso se nota…
¿Qué sensaciones os está dejando la gira presentación de “La Velocidad del Vacío”?
Belly: Está siendo una gira muy emocionante. Tenemos ya un repertorio bastante amplio que nos permite desarrollar todas las facetas de la banda: hay momentos de baile, guitarreros, psicodélicos y electrónicos. Además también estamos disfrutando mucho presentando canciones más introspectivas como “El Sueño Eterno” o “Las Palabras”.
Actualmente os encontráis inmersos en un proceso de internacionalización creciente con las miras puestas en Francia, México, Argentina… ¿Cuáles son las claves para traspasar fronteras?
Belly: En nuestro caso hemos ido penetrando en los países de forma muy lenta y desde abajo. Ha sido como volver a nuestros orígenes. Empezar a darte a conocer en un país es un ejercicio de autoconocimiento. Te vuelves a ver como si fuera la primera vez y eso es muy sano para un grupo. Ya hace unos cuantos años que tocamos en México y el año pasado visitamos también Chile y Argentina. Este año hemos recibido la magnífica noticia de que nuestro disco, además de en México, se editará en Chile y Colombia, país que visitaremos por primera vez este año. Este año también ha sido la primera vez que hemos girado en Francia y nos hemos llevado una gran sorpresa por el la calurosa recepción del público. Además, es un país ejemplar por su profesionalidad y respeto por la profesión de músico.
¿En qué punto se encuentra la grabación de un recopilatorio de vuestros temas en francés?
Belly: Estamos a punto de terminarlo. El francés es la segunda lengua de Marc y ha adaptado al francés algunas canciones de nuestra discografía…
Como abanderados de la autoedición ¿Es difícil llegar a donde estáis sin el apoyo de un “todopoderoso” sello?
Belly: La relación entre sellos y artista siempre ha sido complicada… Los sellos tienen que existir, su función es importante, sobre todo de cara a apoyar a nuevas bandas y proporcionarles un lugar en la industria. Aunque en los últimos tiempos las bandas han ganado mucho terreno gracias a Internet. Por primera vez es la gente la que puede elegir a sus bandas favoritas sin necesidad de un intermediario. Nosotros somos una banda muy autogestionada, pero siempre hemos contado con el apoyo de nuestros dos sellos (Bip bip y Pias). Su ayuda es y ha sido inestimable. Solo que con el último disco queríamos ser dueños de nuestro máster y decidir sobre todos los aspectos de la grabación, es por eso que decidimos financiar enteramente la grabación de nuestro disco.
Si pudierais escribir un tweet (140 caracteres) a cada uno de esos fans que siempre os han apoyado y que tanta importancia tienen en vuestro presente y futuro ¿Qué le diríais?
Belly: ¡Gracias totales! (frase mítica que pronunció Gustavo Cerati, vocalista de Soda Stereo, en la reunión de la banda en el Estadio River Plate de Argentina en 1997).
Además de tocar mucho dentro y fuera de nuestras fronteras. ¿Qué le pedís a lo que queda de año?
Belly: Poder continuar ejerciendo esta profesión tan enormemente hermosa y excitante que es ser músico.
Texto y fotos por: Rubén López Sánchez.
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