Hendrik Röver lleva instalado en los últimos años en una hiperactividad importante, a su faceta como músico también hay que sumarle la de productor. Ahora ha publicado un disco doble, “Oeste / Norte”, en el que con maestría da una nueva vuelta de tuerca a su acercamiento a los sonidos tradicionales americanos (en los que se haya instalado tanto en su carrera en solitario como con su grupo Los Deltonos) mostrando en esta ocasión toda su amplitud y bajo la visión de diferentes registros, desde los más clásicos a los más actuales. Una oportunidad inigualable para charlar con él.
En poco menos de dos años has publicado un disco y un EP con Los Deltonos , un trabajo junto a Pilgrim Rose y ahora un disco doble. ¿Tienes la sensación de estar viviendo una época especialmente creativa?
Hendrik: Sí, también puede ser que últimamente haya conseguido trabajar, no mecánicamente, pero sí aprovechando mejor lo que pasa. Antes era más caótico y ahora he encontrado cierto sistema, me he acostumbrado a estar más atento y a apuntar más cosas. A la hora de sintetizarlo me está resultando más fácil.
Y en eso ha tenido que ver el desarrollo de tu carrera en solitario...
Hendrik: Sí, desde que soy cantautor me centro más (Risas).
Tu nuevo trabajo, “Oeste / Norte” se presenta formado por dos discos con cierta identidad propia. ¿De qué manera tomas esta decisión, una vez visto el material que tenías compuesto o fue algo planeado de antemano?
Hendrik: No, fue una vez que escogí las canciones que creí que tenían que ir en el disco, al final grabé tres más que quedaron fuera. No soy partidario de los discos muy largos, y además me parecía que había dos ambientes en la canciones que podían diferenciarse fácilmente y por eso las separé. También si tienes un día alegre te pones Oeste y si lo tienes más oscuro Norte, si estás alegre no tienes que sufrir las tristes y viceversa.
Mientras que Oeste es más homogéneo en cuanto a sonido, entorno al honky tonk, Norte es más variado. ¿Siempre has tenido claro qué canciones iban a formar parte de cada uno, o ha habido dudas con algunas en su ubicación, y pienso por ejemplo en temas como “Salvación” o “Pequeños detalles”?
Hendrik: Al final lo que hice fue poner todas las que tenían pedal steel en uno y las demás en otro, esa es la criba final para que uno suene honky tonk y el otro más folkie, de raíces o como se llame eso...
En cada nuevo disco que publicas en solitario, a pesar de estar encuadrados siempre en un sonido de raíces, parece que quisieras dar un paso más a la hora abarcar más sonidos, más matices, más complejidad en definitiva.
Hendrik: Yo soy muy “Juan Palomo” con los instrumentos, si necesito un trozo de marimba para una parte intento aprenderlo y tocarlo yo. Estos años lo he intentado con el violín y eso le da otro matiz. Así poco a poco logro hacerlo más complejo, dar otros toques de color.
A pesar de ser dos discos con cierta identidad propia ambos parecen guardar en común una cierta temática melancólica y donde está muy presente también la idea del paso del tiempo.
Hendrik: Por una parte nadie puede abstraerse de que estamos viviendo la gran depresión española, en vez de “oukies” que se iban de Oklahoma a California aquí son los chavales que se van a Alemania. Estos tiempos tristes y migratorios dan para canciones así. Yo vivo en este mundo y no puedo sustraerme de lo que está pasando. También es verdad que he llegado a la conclusión de que es más fácil escribir una canción triste que una alegre.
Los personajes que aparecen por tus canciones principalmente son perdedores, ¿son estos más interesantes a la hora de tratarlos?
Hendrik: Debe ser, o puede ser que me identifique más...Aunque insisto mucho en que no hago nunca letras autobiográficas, quiero decir que ni soy alcohólico ni divorciado, ni me he ido de casa (risas).
Esto que comentas es también aplicable a este disco...
Hendrik: Sí, cada canción la considero como un corto, tiene que tener un protagonista, una historia, un principio y final. A veces es más fácil abordarlo desde el punto de vista de la primera persona y cuando no, coges otra.
Pero a la vez entiendo que la intención es hablar sobre temas universales.
Hendrik: Si alguien se siente identificado con una canción y la está cantando en primera persona parece que le está pasando a él. Uno de mis objetivos es que la gente pueda apropiarse de las canciones, no quiero escribirlas desde un punto de vista lejano, quiero que cada uno se pueda hacer personaje de la canción. Por eso insito mucho en no localizarlas en lugares donde la mayoría nunca vamos a ir sino en cercanos.
Sin embargo mientras que en otros trabajos sí hacías mención a localizaciones concretas y cercanas en este nuevo disco no sucede.
Hendrik: Pero justamente por eso puede ser más de aquí, no hay referencias geográficas ni a California, ni a Oklahoma, ni a Alaska o Brasil, creo que eso hace más fácil que puedas creer que está pasando en el pueblo o casa de al lado.
La diferencia que sí se nota en este trabajo es la manera de abordar los temas que trata, mientras que Norte lo hace de una forma más intimista, Oeste opta por una manera más despreocupada, ayudado en cierta manera también por la presencia casi constante del alcohol y los bares.
Hendrik: Una de las cosas que más me gusta del country es el extendidísimo uso de los dobles sentidos y de intentar que algo parezca un poco gracioso cuando en realidad no lo es. Esa visión del drama intentando salvar los muebles es algo que me gusta de sus letras. Puedo ser un borracho pero lo llevo con gracia.
Cada canción tiene el aspecto de un relatos breve, está claro que en lo musical está influenciado por el sonido americano, pero a la hora de escribir los textos, ¿también te fijas en ese tipo de narrativa norteamericana?
Hendrik: Si me gusta mucho la literatura americana de toda la vida como Steinbeck o Cormac McCarthy, pero también leo mucho europea, así que al final intento hacer mi propio universo mezcla de todo ello.
Observando tu forma de escribir, incluyendo tu obra con Los Deltonos, parece haber variado hacia un estilo más intimista en los últimos años, ¿está relacionado con el acercamiento a un sonido más americano o parte de una evolución lógica?
Hendrik: Yo creo que es una evolución letrística que parte de una condensación total en cuatro frases, que era “Soy un hombre enfermo”, a extenderse un poco más, pero tampoco mucho, intentando ser mas descriptivo. Pero sigo pensando que una canción en la que no lo hayas dicho todo en tres minutos y medio por mucho que sigas no vas a explicar nada más.
¿Realizas un proceso de reescritura en busca de esa síntesis?
Hendrik: Sí, porque al final el objetivo está en sintetizar lo más posible, teniendo en cuenta que cada letra es un como un tetris, y que el castellano es más difícil porque tiene muchas palabras largas, entonces se trata de conseguir la cuadratura del circulo. Esa es la meta que uno se pone, explicar en unas cuantas frases una idea que tiene.
Siempre has defendido cantar en el idioma en que uno habla, veo que el hecho de acercarte del todo a las raíces americanas no ha cambiado esa idea.
Hendrik: No, porque una cosa es que me guste un cierto sonido, pero si escribo algo es para que la gente lo entienda, me parecería ridículo escribir algo para lo contrario. Es el objetivo de una historia, que se entienda y pueda seguir siendo contada. Mi idea cuando hago una letra es decir algo y que la gente se vaya a casa cantando algo concreto. Siempre digo que muy poca gente se va cantando un riff de guitarra, te quedas con un estribillo o unas palabras.
Entonces das a la letra un papel esencial en una canción rock.
Hendrik: Es que... en otros estilos quizás no, pero en los que yo me muevo la canción tiene que sostenerse por una acústica y la letra. Casi todas las canciones, también las de Los Deltonos, incluso las de riffs, son de origen acústico.
A la hora de interpretar este nuevo disco en directo, ¿la intención es también defenderlo tú solo en el escenario?
Hendrik: No, éste me gustaría en formato trío, por cambiar un poco. Llevo varios tocando solo, que está bien, pero a este disco si que le vendría bien un poco de extra. Estoy intentando montar un pequeño trío para presentarlo.
Es una decisión relacionada con esa cierta complejidad que tiene este álbum...
Hendrik: Hombre.. si hay más apoyo musical siempre puedes hacer más matices. Me curo en salud pensando que las canciones son de origen acústico y tienen que sostenerse ellas solas, pero siempre algo que les enriquezca es bienvenido. Me gustaría hacer un show mitad acústico y mitad un poco mas eléctrico.
Supongo que es una sensación muy diferente estar solo en un escenario a acompañado de un grupo.
Hendrik: Al principio me parecía muy extraño, pero “Esqueletos” ya tiene cinco años y ya lo tengo asumido y no es ningún problema. Antes mirabas a los lados y no había nadie a quien echarle la culpa de nada. Sí que era duro, pero luego te das cuenta de que estás montando un pequeño mundo con tus canciones y tu guitarra, se trata de comunicar la historia. Para eso me ayudó mucho la gira que tuve la suerte de hacer hace unos años con Steve Earle, esos tres días con el gran Esteban fueron un master en folk y en contar historias impagable
Además de a Earle has teloneado a Eilen Jewell, dos figuras del sonido americano, cada una a su nivel y momento. ¿Cómo te sentiste en ese contexto?
Hendrik: Yo iba a defender lo mío. Eilen Jewell está bien, pero ahí se queda, Steve Earle es otra división. Yo partía de la base de que él no hablaba castellano y no podía criticarme mucho, pero luego cuando me enseñaron fotos de que se vio mi concierto entero en Madrid te da un alegrón bastante grande.
Hablando un poco de Los Deltonos, ¿el hecho de que muchos de los integrantes tengáis proyectos paralelos ayuda a esa estabilidad y buen momento que parece vivir la banda?
Hendrik: Yo creo que es el ingrediente fundamental. Con los tiempos que vivimos, en los que no hay mucho que hacer, si uno estuviera centrado exclusivamente en un proyecto y siempre pensando en él eso acabaría mal. El que cada uno tenga más proyectos paralelos hace que cuando nos juntamos lo cojamos con muchas más ganas. Eso se nota cada da vez que vamos a tocar o a grabar, no venimos ya gastados de darle mil vueltas a las cosas, lo cogemos siempre de nuevas y frescos.
Tanto este disco como tus otros trabajos en los últimos años lo has hecho de manera independiente, totalmente por tu cuenta, ¿es una decisión que tomaste, y sigues llevando adelante, por iniciativa propia o un poco empujado por las circunstancias?
Hendrik: Al principio me empujaron las circunstancias pero luego me di cuenta de que era lo mejor que me podía haber pasado. Desde que soy independiente soy bastante más feliz (risas). Se acabaron las discusiones bizantinas con gente de sellos, además el proceso no es tan complicado, una vez que haces mecánicamente las cuatro cosas que hay que hacer no hay ningún problema, vives mucho mejor.
Hay cierta mitificación entonces respecto al papel de la industria...
Hendrik: También es verdad que tanto Los Deltonos como yo venimos de una larga trayectoria y quizás eso haya hecho más fácil que esos discos que no vienen de una compañía los escuchen por nuestras historias anteriores. A nivel de grupo que empieza y se quiere autoeditar... aun así lo recomiendo de todas las formas. Pero hay que tener los pies en la tierra, no fabricar dos mil copias cuando si lo piensas fríamente sabes que puedes vender 500 como mucho. No hay que hacer el loco pero estoy por la autoedición totalmente.
Además de tu faceta como músico también haces las veces de productor en tu estudio Guitar Town, un lugar que se ha convertido en algo así como el epicentro del rock americano hecho por estos lares. ¿Era un poco la función encomendada?
Hendrik: No, eso ha pasado porque ha ido sucediendo, a la gente le gustaba cómo sonaban mis trabajos y los de Los Deltonos y a raíz de eso he tenido la suerte de grabar discos fantásticos como el de The Soul Jacket o Pilgrim Rose. Estas cosa son así, te gusta cómo suena un disco, miras dónde está grabado e intentas hacerlo allí. Yo en cuanto conecto con un grupo a nivel musical salen siendo medio familiares míos.
Siempre has defendido cantar en el idioma en que uno habla, veo que el hecho de acercarte del todo a las raíces americanas no ha cambiado esa idea.
Hendrik: No, porque una cosa es que me guste un cierto sonido, pero si escribo algo es para que la gente lo entienda, me parecería ridículo escribir algo para lo contrario. Es el objetivo de una historia, que se entienda y pueda seguir siendo contada. Mi idea cuando hago una letra es decir algo y que la gente se vaya a casa cantando algo concreto. Siempre digo que muy poca gente se va cantando un riff de guitarra, te quedas con un estribillo o unas palabras.
Entonces das a la letra un papel esencial en una canción rock.
Hendrik: Es que... en otros estilos quizás no, pero en los que yo me muevo la canción tiene que sostenerse por una acústica y la letra. Casi todas las canciones, también las de Los Deltonos, incluso las de riffs, son de origen acústico.
A la hora de interpretar este nuevo disco en directo, ¿la intención es también defenderlo tú solo en el escenario?
Hendrik: No, éste me gustaría en formato trío, por cambiar un poco. Llevo varios tocando solo, que está bien, pero a este disco si que le vendría bien un poco de extra. Estoy intentando montar un pequeño trío para presentarlo.
Es una decisión relacionada con esa cierta complejidad que tiene este álbum...
Hendrik: Hombre.. si hay más apoyo musical siempre puedes hacer más matices. Me curo en salud pensando que las canciones son de origen acústico y tienen que sostenerse ellas solas, pero siempre algo que les enriquezca es bienvenido. Me gustaría hacer un show mitad acústico y mitad un poco mas eléctrico.
Supongo que es una sensación muy diferente estar solo en un escenario a acompañado de un grupo.
Hendrik: Al principio me parecía muy extraño, pero “Esqueletos” ya tiene cinco años y ya lo tengo asumido y no es ningún problema. Antes mirabas a los lados y no había nadie a quien echarle la culpa de nada. Sí que era duro, pero luego te das cuenta de que estás montando un pequeño mundo con tus canciones y tu guitarra, se trata de comunicar la historia. Para eso me ayudó mucho la gira que tuve la suerte de hacer hace unos años con Steve Earle, esos tres días con el gran Esteban fueron un master en folk y en contar historias impagable
Además de a Earle has teloneado a Eilen Jewell, dos figuras del sonido americano, cada una a su nivel y momento. ¿Cómo te sentiste en ese contexto?
Hendrik: Yo iba a defender lo mío. Eilen Jewell está bien, pero ahí se queda, Steve Earle es otra división. Yo partía de la base de que él no hablaba castellano y no podía criticarme mucho, pero luego cuando me enseñaron fotos de que se vio mi concierto entero en Madrid te da un alegrón bastante grande.
Hablando un poco de Los Deltonos, ¿el hecho de que muchos de los integrantes tengáis proyectos paralelos ayuda a esa estabilidad y buen momento que parece vivir la banda?
Hendrik: Yo creo que es el ingrediente fundamental. Con los tiempos que vivimos, en los que no hay mucho que hacer, si uno estuviera centrado exclusivamente en un proyecto y siempre pensando en él eso acabaría mal. El que cada uno tenga más proyectos paralelos hace que cuando nos juntamos lo cojamos con muchas más ganas. Eso se nota cada da vez que vamos a tocar o a grabar, no venimos ya gastados de darle mil vueltas a las cosas, lo cogemos siempre de nuevas y frescos.
Tanto este disco como tus otros trabajos en los últimos años lo has hecho de manera independiente, totalmente por tu cuenta, ¿es una decisión que tomaste, y sigues llevando adelante, por iniciativa propia o un poco empujado por las circunstancias?
Hendrik: Al principio me empujaron las circunstancias pero luego me di cuenta de que era lo mejor que me podía haber pasado. Desde que soy independiente soy bastante más feliz (risas). Se acabaron las discusiones bizantinas con gente de sellos, además el proceso no es tan complicado, una vez que haces mecánicamente las cuatro cosas que hay que hacer no hay ningún problema, vives mucho mejor.
Hay cierta mitificación entonces respecto al papel de la industria...
Hendrik: También es verdad que tanto Los Deltonos como yo venimos de una larga trayectoria y quizás eso haya hecho más fácil que esos discos que no vienen de una compañía los escuchen por nuestras historias anteriores. A nivel de grupo que empieza y se quiere autoeditar... aun así lo recomiendo de todas las formas. Pero hay que tener los pies en la tierra, no fabricar dos mil copias cuando si lo piensas fríamente sabes que puedes vender 500 como mucho. No hay que hacer el loco pero estoy por la autoedición totalmente.
Además de tu faceta como músico también haces las veces de productor en tu estudio Guitar Town, un lugar que se ha convertido en algo así como el epicentro del rock americano hecho por estos lares. ¿Era un poco la función encomendada?
Hendrik: No, eso ha pasado porque ha ido sucediendo, a la gente le gustaba cómo sonaban mis trabajos y los de Los Deltonos y a raíz de eso he tenido la suerte de grabar discos fantásticos como el de The Soul Jacket o Pilgrim Rose. Estas cosa son así, te gusta cómo suena un disco, miras dónde está grabado e intentas hacerlo allí. Yo en cuanto conecto con un grupo a nivel musical salen siendo medio familiares míos.
Por: Kepa Arbizu.