Los chicos de San Marino son ya unos habituales en las páginas de “El Giradiscos”, tal y como muchos de nuestros lectores saben; lo son concretamente desde el momento en que hace unos años nos hicieron llegar algunas de sus primeras canciones, en forma de maqueta, con la intención de dar a conocer una propuesta muy personal que por arriesgada y peculiar nos ganó de forma súbita para la causa.
El tiempo fue pasando y desde aquí fuimos dando a conocer todas la novedades que rodeaban al dúo, hasta que meses atrás tuvimos el placer de informar a los seguidores de la banda que se encontraban de enhorabuena puesto que por fin San Marino acababan de publicar su esperadísimo primer álbum bajo el título de “Vermut”.
Como no podía ser de otro modo, desde aquí elaboramos un texto reseñando las bondades musicales que encerraba “Vermut”, quedando pendiente realizar más adelante una minuciosa entrevista a la banda para que nos hablaran de los pormenores de uno de los mejores trabajos que se han publicado en nuestro país en lo que va de año.
Pues bien, hoy por fin tenemos el placer de hacer vuestro el resultado de nuestra entrevista con ellos, esperamos que la disfrutéis tanto como lo hemos hecho nosotros.
Hace unos meses que vio la luz “Vermut”, vuestro primer trabajo discográfico, el cual ha venido precedido por un período de tiempo en el que era muy habitual tener noticias vuestras a través de las sucesivas maquetas y videos que nos iban llegando. ¿Cuáles son las sensaciones que os invaden ahora que vuestro debut está al alcance de todo el público?
Iván: Sacar un disco, nunca deja de ser excitante, y si es tu propio disco mucho más. Cuando comienzas con un proyecto siempre imaginas grabar el disco debut, por lo que la sensación de “concreción” es lo más. ¡Comenzar con algo y terminarlo es contracultura! Lo que de alguna manera soñabas, lo has cumplido. Es simplemente brutal.
Lucía: Tenemos la sensación de haber cumplido nuestro objetivo: publicar un buen disco, con calidad y personalidad, y sobre todo, variado y sin ceñirnos a ningún estilo concreto, aunque ésto sea arriesgado comercialmente. Estamos contentos con el resultado final porque “Vermut” nos define muy bien... Nos sentimos identificados con lo que hemos creado.
En San Marino os habéis tomado el proceso compositivo de “Vermut” con mucha calma, dejando macerar el asunto para que todo estuviera en su sitio, suponemos que para no dar pasos en falso. ¿Habéis tenido esa sensación desde dentro del grupo?
Iván: La idea original era sacarlo bastante tiempo atrás, pero como bien dices, hemos dejado macerar las canciones y las intenciones. La competencia, expresada desde un lugar artístico, es tremenda ahí fuera. La gente tiende a decir que la música de ahora es una mierda y que todos los grupos son iguales etc. Ok. Puede ser a nivel mainstream, pero en los entornos undergrounds o artísticos, la cosa cambia, hay muchos buenos discos y propuestas. Y claro, un disco es algo con lo que tendrás que convivir por siempre, por lo que desde un principio quisimos hacerlo para la gente que valora más la calidad e intensidad que la velocidad.
¿No creéis que es algo paradigmático seguir haciendo las cosas a fuego lento, cuando en el mundo parece que la gente valora más “la velocidad” que “la calidad” o “la intensidad”?
Lucía: Tal vez las personas no valoremos la velocidad pero no sabemos vivir de otra manera. La velocidad y la impaciencia generan mucha ansiedad, de hecho. Además sabemos que muchas veces los éxitos que llegan rápido son también efímeros. Nos gustan más las curvas lentas y ascendentes que los subidones que luego dan vértigo y acaban en caída.
En lo musical en “Vermut” siguen apareciendo aquellas constantes con ramalazos de pop, jazz, y bolero de innegable sabor latino, que tanto nos engancharon con canciones como “Otra Dimensión”, “Insoportable” o “Petite Valse”, pero quizás lo que más sorprenda es esa vertiente experimental y ruidosa mostrada en “Criaturas” y “Romance de la Cautiva”. ¿Es esa faceta, la otra más que inesperada cara de San Marino?
Lucía: Es cierto que hay temas en el disco que no estaban en el EP que son más psicodélicos, más oscuros y densos. Cuando empezamos a componer juntos las músicas hispanoaméricanas fueron las primeras que nos unieron, pero a medida que iba pasando el tiempo fuimos descubriendo que también coincidíamos en otros parajes musicales. Los dos tenemos un pasado rockero que de vez en cuando resurge en nuestra música.
Iván: San Marino tiene muchas caras, sí. Es que simplemente respetamos nuestro principios: trabajar sin prejuicios. Entonces esas canciones evidentemente se transformaron en ruptura, la distorsión apareció por vez primera sumada a la exageración de la intensidad. Y nos gustó.
Otra cosa que nos ha llamado la atención es el trasfondo funk del que habéis revestido a “Que Murmuren los Extraños”, un corte que en principio creo recordar que tenía otro aire…
Iván: Es lo que tiene el fuego lento, te lo piensas bien y decides escribir otras partes de batería, lo que lleva a poner otras guitarras y eso te lleva cantarlo de otra manera y eso se traduce en un sinfín de pequeños cambios que diferencian una maqueta de un disco.
A nosotros todas esas novedades nos han sorprendido gratamente a pesar de que consideramos que la música de San Marino, y la vertiente que más nos gusta, es en ese cruce “imposible” entre elementos que beben de grandes bandas como Gabinete Caligari, Radio Futura, Los Coyotes y solistas del calado de Chavela Vargas y Ámparo Sánchez. ¿Qué os parece nuestra ida de olla?
Iván: De esa lista primero quedémonos con Chavela y Gabinete e incluyamos a otros...
¿Qué grandes referentes nos hemos dejado por el camino?
Iván: Muchos... La música popular es tan vasta que podríamos llenar dos carillas de nombres influyentes en nuestra vida musical.
Otra cosa que valoramos por encima de todo en vuestra música es la valentía de la que hacéis gala a la hora de utilizar un lenguaje repleto arrogancia, socarronería y hasta en ciertos momentos, decadencia, alejado del tono ramplón de muchas de las letras de hoy en día. ¿De dónde surge una forma de escribir tan realista y visceral?
Lucía: Surge de la necesidad de exteriorizar pensamientos y sentimientos que a veces se acumulan dentro de uno y que hay que ir soltando para evitar bucles mentales. En mi caso, empecé a escribir y leer mucho antes que a cantar, por lo que supongo que he desarrollado un “estilo literario” novelesco y poético que más adelante se ha musicalizado.
Personalmente creo que vuestras letras no hacen más que mostrarnos una verdadera libertad creativa, no sujeta a moldes ni estructuras. Vamos alejadas por completo de la corriente de los “bienpensantes”…
Lucía: Las letras de San Marino no pretenden estar a la moda ni seguir la “intelectualidad” del momento. Permitirse ser diferente, aceptarse como uno es y cantarlo a los cuatro vientos, me parece más liberador que ajustarse a lo que los otros esperen de uno...
Iván: ¡Es que lo intelectual, políticamente correcto o la corriente “bienpensante” es un coñazo! Si nadie se atreve a hacer las cosas de manera diferente nunca cambiaría nada... Todavía hablaríamos como Cervantes, para lo bueno y para lo malo.
Como digo, pienso que vuestra trayectoria hasta la fecha está en la línea de la música independiente, puesto que no dependéis de nada ni de nadie para desarrollar vuestra carrera, sin embargo debo deciros que no os veo compartiendo cartel con la mayoría de bandas de las escena “indie”. ¿No tenéis cierto temor a quedaros un poco a mitad de camino de todo, en tierra de nadie?
Lucía: Tienes razón en el sentido de que San Marino es difícil de situar musicalmente, ya que aunque es un proyecto independiente no es de estilo indie. Pero tampoco hemos pretendido nunca pertenecer a una escena concreta, sino ofrecer una propuesta diferente para todo tipo de público. No tenemos miedo de quedarnos a mitad de camino, porque, aunque claro que nos gustaría llegar muy lejos, lo más importante no es la meta, sino que el camino en sí sea el que uno escoge. Y nosotros hemos escogido el camino de ser diferentes...A ver a dónde nos lleva.
Iván: Es que el “sonido indie” se hace con Macintosh´y nosotros somos más de PC. Lo de las escenas es complejo, en un país casi sin escenas. Igual, asumimos que el público y los músicos independientes son más receptivos a las propuestas artísticas que evitan la radiofórmula.
Tengo entendido que ahora mismo cada uno de los miembros de la banda residís en ciudades diferentes, Lucia vive en Madrid e Iván en Barcelona. ¿Cómo influye la distancia en la actividad de San Marino?
Lucía: En estos momentos, con el disco publicado y una banda sólida, lo prioritario es dar a conocer “Vermut”, y esa es una actividad que podemos hacer desde ciudades diferentes. Además ahora tenemos una casa en Madrid por lo que es más fácil venir a tocar aquí, ¡que nos encanta! De todas formas, la distancia no durará mucho porque la idea es que Iván también se venga a vivir aquí lo antes posible. Tenemos ganas de mover a San Marino desde Madrid.
Iván: ¡Es cierto! ¡Somos un Santo hereje de dos cabezas!
¿De qué manera solventáis el asunto de los ensayos?
Iván: Somos profesionales. Cada uno hace los deberes en casa, y como nunca hemos sido una banda de ensayar mucho, más bien fóbicos, es perfecto. Nos reunimos a hacer un par de ensayos en Barna cada tanto y punto pelota. Somos una banda más de directo que de ensayos.
¿Qué planes de futuro manejáis para los próximos meses? ¿Tenéis fechas ya confirmadas para presentar el álbum en directo?
Lucía: Planes de futuro tenemos unos cuantos. Iván se vendrá a vivir a Madrid lo antes posible, en breve grabaremos un nuevo videoclip con otro de los temas del disco. Y sobre todo, dedicarnos a dar a conocer “Vermut”. El 11 de octubre tocaremos en Gipsy Lou de Barcelona, y el 12 en La Fada Ignorant de Andorra la Vella. Otras fechas están aún por confirmar, pero te mantendremos muy bien informado.
Dos últimas cuestiones antes de terminar. ¿Sigue quedando pendiente bebernos juntos aquella botella de ron “Negrita”, mientras disfrutamos de la genial discografía de Gabinete Caligari?
Lucía: ¡Tomaremos ron, “Vermut” y lo que se tercie! Nos seguimos desde hace tiempo y de alguna manera estamos en la misma onda... Tenemos que encontrar una taberna castiza a la altura de tan distinguido encuentro...
¿Por qué motivo hemos elegido precisamente “Privado” y no otro trabajo de su genial discografía?Iván: Es que por culpa del cha cha cha dimos nuestra Palabra de Honor...