La intervención militar de los Estados Unidos en Vietnam supuso la proliferación en el país norteamericano de muy diversos movimientos populares que a pesar de tener como idea central el antimilitarismo también contenían muchas veces la visión de una sociedad diferente. Uno de los más llamativos fueron los “yippies”, organizados (por decir algo) entorno al Youth International Party y en el que destacó como uno de sus principales ideólogos y creadores Abbie Hoffman.
Este libro recopila los textos que escribió dicho personaje, que puede ser catalogado tan fácil de showman como de revolucionario. Con una introducción y un epilogo que nos ayuda a contextualizar y sobre todo a abstraernos del tratamiento mediático que ha tenido dicha iniciativa, iremos disfrutando de todo tipo (tanto en forma como en fondo) de mensajes creados por el influjo de fuentes tan diversas como el teatro de la crueldad de Antonin Artaud, las filosofía marxista de Herbert Marcuse, el poder de las drogas o la música de los Beatles.
A lo largo de las páginas descubriremos a un Abbie Hofman lenguaraz y descarado que reivindicará la “revolución porque sí” y donde el camino se convierte en la propia meta. Un envoltorio que no nos debe alejar de un mensaje en el que se preconizaba una sociedad gratuita (como antónimo de la propiedad privada) y antiautoritaria. Una posición que le llevó a pasar por los calabozos.
El movimiento yippie tuvo una de sus expresiones más masivas, y también en la que sufrió una mayor represión, en la manifestación convocado durante la Convención Nacional del Partido Demócrata celebrada en Chicago en 1968. Una actitud que no evitó su choque con la izquierda tradicional, siempre alimentado por la eterna polémica entre el binomio “teoría y práctica”. Precisamente puede que justo ahí radique la gran enseñanza de Abbie Hoffman y compañía, la demostración de que otra forma de pensar debe llevar irremediablemente aparejada otra forma de actuar y vivir.
Por: Kepa Arbizu.