Entorno a Hendrik Röver y más concretamente al estudio de grabación que tiene en Muriedas (Cantabria), Guitar Town, parece estar formándose algo que podríamos denominar como el epicentro del rock americano hecho por estos lares. Por sus manos han pasado desde cada vez más consolidados cantantes como Daniel Merino, grandes promesas como The Soul Jacket o grupos ya míticos como Los Marañones. Otros que forman parte de esa nómina son The Pilgrim Rose, que ahora repiten experiencia y en esta ocasión en colaboración con el propio integrante de Los Delltonos.
Una sola sesión ha sido suficiente para que ambos, intérprete y grupo, den forma a este “Cantan”, con el que son capaces de fusionar su visión sobre la música de raíces por medio de versiones y canciones propias, alguna de ella inédita. Una unión de lo más lógica, al margen de la relación amistoso entre ellos, si tenemos en cuenta que los asturianos han hecho del folk-country-rock su seña de identidad y que los cántabros están en una época de clara presencia “americana” en su sonido.
El disco va a reproducir con total nitidez ese sonido clásico, y acústico, sin necesidad de ningún tipo de aditivo. Los ritmos de bluegrass son los que dominan en “The Carolinian” (original de The Chatham County Line, banda actual dedicada a actualizar dicho sonido), “Daddy’s Back in Town” o “Chicas (Hipotéticamente Hablando)”. Estas dos últimas son creaciones propias, la primera se trata de la actualización de un tema de The Pilgrim Rose mientras que la segunda es una nueva creación realizada ex profeso para este álbum por Hendrik Röver.
El folk-country más clásico va a llegar de la mano de temas como “God’s Own Singer”, de los míticos The Flying Burritos Brothers, en la que juegan magistralmente con el empaste de sus voces; “Traschan Tomcat”, de Jim Lauderdale, o la reinterpretación de “Casa Abandonada” , canción que aparecía en el disco en solitario del líder de Los Deltonos “No Temáis por Mí”, y “Like a Hungry Yearning”, en esta ocasión composición de los asturianos y en la que sigue apareciéndose la sombra de Gram Parsons.
A la lista de temas ya comentados hay que añadir el tono más oscuro que aportará la canción tradicional “Shady Grove”, los dejes irlandeses que resuenan en “Mentiras” (acorde con su temática nocturna) o los dos auténticos clásicos con los que se atreven como son “I’ll Fly Away” y “Man of Constant Sorrow”. Ambos guardan además en común ese tono religioso o de plegaria.
No cabía duda viendo las carreras de Hendrik Röver/Los Deltonos y The Pilgrim Rose que la música de raíces norteamericanas son una parte esencial en su cultura musical y que siempre han estado patentes, de una manera u otra, en sus ideas creativas. Ahora juntos, por si no había sido suficiente cada uno por su lado, vuelven a demostrar su facilidad para acercarse a ellas, en esta ocasión de la manera más pura y fiel, con talento y autenticidad. Así que ya saben, lleven su mente hasta el interior de Estados Unidos, apóstense en su porche para otear al ancho campo y en este disco encontrarán la banda sonora ideal.
Kepa Arbizu