Parece que la capacidad que tiene Granada para sacar grupos o proyectos musicales que merezcan la atención no tiene final. No es cuestión de ponerse a enumerar los numerosísimos ejemplos que han salido de dicha ciudad (algunos irán saliendo en estas líneas), pero todo indica que habrá que sumar a esa lista Los Portazos, una banda formada por algunas caras conocidas de la escena local, por ejemplo el guitarrista de Lori Meyers, Miguel Martín, a la que además se han sumado como amigos/colaboradores nombres ilustres del nivel, por ejemplo, de Antonio Arias o Manu Ferrón.
Su primer disco “La Cara la Virgen” está íntimamente ligado a la localidad andaluza pero desde un punto de vista muy curioso y original. A lo largo de las canciones que forman el álbum irán homenajeando con cierta sorna y desvergüenza a muchos de los sonidos característicos que se han fraguado en la zona. Por si eso fuera poco, el grupo extiende esa mirada irónica a muchos de los clichés que inundan el mundo del rock.
La disparidad de estilos que inundan el disco comienza ya desde la canción inaugural “Muebles Molina”, un tema que parece concebido de la unión entre Dick Dale y el flamenco. Otro ejercicio de estilo, con ciertas similitudes, es la versión que hacen del clásico de Leiber y Stoller “Love Potion #9” (“Brebaje de Amor”), basándose en la forma en que lo adaptaron The Ventures, dándole un toque entre el surf y el garage.
En un sentido diferente nos vamos a encontrar con todo un recital de citas, homenajes, ironías y localismos varios. Por ejemplo es fácil imaginarse a los Lori Meyers en el pop rock que es “Llama a las Chicas”, a Los Planetas en los ritmos oníricos de “El Famoso Vicioso”, con su visión del mundo de la droga, o los fraseos tipo Pony Bravo rodeados de teclados de gusto “negroide” en “¿Quién lo Lleva Mejor?”.
El típico sonido americano, pasado por el tamiz sureño, es el que marca temas como “El Día Más Tonto” o “Río de Oregón”, una propuesta que ya puso encima de la mesa Grupo de Expertos Solynieve. La peculiar forma de entender una canción de amor de la banda se muestra en “Marian”, un medio tiempo con un trabajo vocal envidiable a lo Crosby, Stills, Nash & Young. Todavía de una forma más irónica interpretan la surrealista “Cuerpo Extraño”, en el que exageran notablemente la entonación andaluza. Uno de los momentos más descacharrantes llega con el punk “panfletario” que ejercitan en “Puta Sociedad” y en el que se basan claramente en el “Autosuficiencia” de Parálisis Permanente.
Los Portazos han decidido usar la (desvergonzada) ironía para mirarse a sí mismos, como representantes del rock, y hecho en Granada, jugando con los tópicos y clichés, además de construir un disco variado en lo estilístico y de paso demostrar su habilidad para resolver con solvencia todos ellos. ¿Quién dijo que la broma no puede ser seria y de calidad?
Kepa Arbizu