Tras veinte años en el mundo de la música, Daft Punk no tiene nada que demostrar,
pues parte del movimiento electrónico actual, así como la progresiva
introducción de sintes en diferentes estilos musicales debe mucho a la carrera
de estos revolucionarios “robots” franceses.
Por eso, ante la posibilidad de escuchar su cuarto disco de estudio (no contamos aquí las bandas sonoras), “Random Access Memories” (“RAM” de aquí en adelante), nos encontramos ante la difícil disyuntiva de saber si la espera ha merecido la pena (“Human After All” se publicó en el 2005), o estamos ante una de las mayores decepciones del 2013 (pues los avances de los críticos especializados han optado por una u otra opinión).
En primer lugar, tras la escucha del disco, nuestra sensación ha sido de medida satisfacción, pues a raíz de una asombrosa y costosa campaña publicitaria que había vendido el disco como “salvador y revitalizador de la electrónica”, las expectativas eran desorbitadas.
Por eso, ante la posibilidad de escuchar su cuarto disco de estudio (no contamos aquí las bandas sonoras), “Random Access Memories” (“RAM” de aquí en adelante), nos encontramos ante la difícil disyuntiva de saber si la espera ha merecido la pena (“Human After All” se publicó en el 2005), o estamos ante una de las mayores decepciones del 2013 (pues los avances de los críticos especializados han optado por una u otra opinión).
En primer lugar, tras la escucha del disco, nuestra sensación ha sido de medida satisfacción, pues a raíz de una asombrosa y costosa campaña publicitaria que había vendido el disco como “salvador y revitalizador de la electrónica”, las expectativas eran desorbitadas.
Cabe decir, antes de su escucha, que el trabajo tiene que ser
entendido como una obra de profundo amor a la música disco de los años 70 y al
electro funk de los 80 (como comprobamos al escuchar “Give life back to music”, “Lose yourself to dance”, “Get Lucky”, “Fragments
of time”…), sin olvidar en muchos momentos su devoción por un estilo
grandilocuente, cinematográfico y elegante que siempre ha sido marca de la casa
(“Beyond” y “Motherboard” serían los ejemplos más claro).
El disco es una obra de ingeniería compleja en forma de capas, efectos, sintetizadores y voces de humanos y androides, que encajan al milímetro. Para ello, Thomas Bangalter y Guy-Manuel de Homem-Christo han decidido contar con el apoyo y colaboración de artistas de la talla de Giorgio Moroder, Julian Casablancas (The Strokes), Noah Lennox (Panda Bear), Nile Rodgers (Chic) y el rapero Pharrell Williams.
El resultado es un álbum heterogéneo que decae por momentos; no por incluir numerosos temas vacíos y planos (que en algunos casos si lo hace), sino por no aportar nada nuevo (“The game of love”, “Within”, “Doin’ it right”), pues tomar como base cortos estribillos de voces modificadas, apoyados en repetitivas melodías con paralelos a algunas de sus antiguas canciones, no significa un paso hacia delante. De hecho, por momentos más que un “viaje a la música del futuro”, lo que encontramos es un “viaje a la música del pasado”.
Ello no quiere decir que el disco lo valoremos negativamente, pues el sonido, la atmósfera y el trabajo del dúo francés es excelente. “RAM” incluye temas que se colarán en su setlist habitual en directo, así como entrarán en el “top ten” de lo mejor de su discografía. “Giorgio by Moroder”, canción homenaje y autobiográfica de ese genio de los 70, es de lo mejor que se ha escuchado en lo que va de año. Así mismo, la colaboración don Julian Casablancas crea un tema, “Instant Crush”, que simboliza lo que intenta y no pueden algunos de los dos últimos discos de The Strokes.
“Touch” podría ser por sí misma la razón para recomendar el disco, pues con sus más de ocho minutos de duración nos invita a un viaje más allá del universo conocido, introduciendo 250 pistas diferentes que en un complejo tema trata de discernir entre lo humano y lo electrónico, utilizando la genial voz de Paul Williams.
Y finalmente, no podemos dar por concluida la reseña sin destacar “Contact”, un cierre de disco épico, glorioso y enorme que nos cita con el futuro, con un sonido potente y asombroso y una densidad que acaba por llenar nuestra cabeza y saturar nuestra mente con el concienzudo trabajo del dúo francés, que aquí si da lo mejor de si. La verdadera lástima es que quizás esto es lo que esperábamos del disco. “Contact” posee una subida magistral de registro que no tiene comparación en lo que va de año.
En definitiva, un disco digno que aunque nos ha “decepcionado” en algunas de sus canciones, tiene que ser entendido como un homenaje a la música que propició su entrada en el mundo de la electrónica. Esperemos que en la ya anunciada revisión del mismo a través de remixes, podamos disfrutar de la faceta que más nos gusta de Daft Punk.
Por: Rubén López Sánchez / ruben@elgiradiscos.com
El disco es una obra de ingeniería compleja en forma de capas, efectos, sintetizadores y voces de humanos y androides, que encajan al milímetro. Para ello, Thomas Bangalter y Guy-Manuel de Homem-Christo han decidido contar con el apoyo y colaboración de artistas de la talla de Giorgio Moroder, Julian Casablancas (The Strokes), Noah Lennox (Panda Bear), Nile Rodgers (Chic) y el rapero Pharrell Williams.
El resultado es un álbum heterogéneo que decae por momentos; no por incluir numerosos temas vacíos y planos (que en algunos casos si lo hace), sino por no aportar nada nuevo (“The game of love”, “Within”, “Doin’ it right”), pues tomar como base cortos estribillos de voces modificadas, apoyados en repetitivas melodías con paralelos a algunas de sus antiguas canciones, no significa un paso hacia delante. De hecho, por momentos más que un “viaje a la música del futuro”, lo que encontramos es un “viaje a la música del pasado”.
Ello no quiere decir que el disco lo valoremos negativamente, pues el sonido, la atmósfera y el trabajo del dúo francés es excelente. “RAM” incluye temas que se colarán en su setlist habitual en directo, así como entrarán en el “top ten” de lo mejor de su discografía. “Giorgio by Moroder”, canción homenaje y autobiográfica de ese genio de los 70, es de lo mejor que se ha escuchado en lo que va de año. Así mismo, la colaboración don Julian Casablancas crea un tema, “Instant Crush”, que simboliza lo que intenta y no pueden algunos de los dos últimos discos de The Strokes.
“Touch” podría ser por sí misma la razón para recomendar el disco, pues con sus más de ocho minutos de duración nos invita a un viaje más allá del universo conocido, introduciendo 250 pistas diferentes que en un complejo tema trata de discernir entre lo humano y lo electrónico, utilizando la genial voz de Paul Williams.
Y finalmente, no podemos dar por concluida la reseña sin destacar “Contact”, un cierre de disco épico, glorioso y enorme que nos cita con el futuro, con un sonido potente y asombroso y una densidad que acaba por llenar nuestra cabeza y saturar nuestra mente con el concienzudo trabajo del dúo francés, que aquí si da lo mejor de si. La verdadera lástima es que quizás esto es lo que esperábamos del disco. “Contact” posee una subida magistral de registro que no tiene comparación en lo que va de año.
En definitiva, un disco digno que aunque nos ha “decepcionado” en algunas de sus canciones, tiene que ser entendido como un homenaje a la música que propició su entrada en el mundo de la electrónica. Esperemos que en la ya anunciada revisión del mismo a través de remixes, podamos disfrutar de la faceta que más nos gusta de Daft Punk.
Por: Rubén López Sánchez / ruben@elgiradiscos.com