Vuelven los chicos de Zenttric con nuevo material bajo el brazo. Su título es “3”, idéntico al número de trabajos que han editado hasta la fecha, y con el mismo la banda bilbaína pretende empezar una nueva etapa dentro de su carrera musical, después de que hace unos años logrará colarse en las listas comerciales de la mano de la hiperadiada “Solo Quiero Bailar”.
Para ello han dejado atrás los tiempos en editaban bajo el amparo de la multinacional EMI, cobijándose ahora en Astro, uno de los sellos más legendarios de nuestra independencia, quizás como claro síntoma de que definitivamente pretenden alejarse de los coqueteos mainstream con el que se les relacionó en el pasado y que sin duda alguna propiciaron que desde dentro de determinados círculos su música no se escuchara con la objetividad y ausencia de prejuicios que debiera.
Pero más allá de prejuicios estúpidos que solamente empequeñecen a los que los tienen, aquí de lo que se trata es de hacer una valoración global de las canciones incluidas en “3”; unas composiciones que destilan en la mayoría de casos una querencia por el pop-rock independiente que se viene facturando en los últimos años, algo patente en cortes como “Indies y Capuletos”, “Modernos que Critican a Modernos”, un palito en toda regla a todos aquellos que van de “cool” por la vida, o “Música”, de las mejores de toda la colección.
Sin embargo, no todo lo que reluce dentro de “3” es pop con inequívoco sabor moderno, pues tampoco faltan claras muestras de regusto sesentero, al estilo de “James Bond”, y hasta algún acercamiento sorprendente al funk y la música de baile, patente en “El Principio del Final”; e incluso composiciones que recuerdan a otras sospechosamente, es innegable que “Groupie de Postal” suena muy parecida al mítico “Tainted Love”.
Una de las cosas que conviene destacar del nuevo disco de Zenttric es que todos los cortes están presentados en el marco de una producción brillantísima que corre a cargo del propio grupo, pero en las que a buen seguro habrá influido la labor a la hora de mezclar y masterizar las canciones del gran Kaki Arkarazo (Chucho, Los DelTonos…), propietario de los Garate Studios, lugar donde se ha realizado la grabación del álbum.
La temática de las composiciones, como no podía ser de otra forma, se mueve entre el hedonismo propio de la juventud, entendida en su más amplia gama, aquella que va desde las crónicas de noches de fiesta a las dificultades de las relaciones humanas, aunque éstas sean esporádicas; siendo aquí donde a uno le asaltan las principales dudas a la hora de valorar el contenido general de “3”. Porque el disco funciona tan solo a medias, principalmente por el hecho de que no se puede evitar pensar que en muchas ocasiones las letras parecen entrar con calzador en las canciones, tanto por temática como por métrica, algo que en cierta medida dota al contenido del mismo de un aire pretencioso y artificial que para nada le beneficia.
La valoración final de “3” no puede ser del todo positiva, puesto que no llega a las expectativas de lo que debería ser “el gran trabajo” que aún queda por aparecer en la discografía de Zenttric. Ese que les haga superar los prejuicios que aún les contemplan para convertirles en una de las “bandas elegidas”, entendiendo dicho término como el que les capacitaría para enganchar a un público joven multitudinario -de la misma manera que antes lo hicieron Pereza; y hoy tratan de hacer grupos como Sidecars o Varry Brava, cada uno en su estilo-, logrando arrastrarles de las garras de la radiofórmula hacia el universo del pop y el rock de calidad, ganándose de paso ellos, los chicos de Zenttric, el favor de la crítica más reaccionaria. Están capacitados de sobra para ambas cosas, solamente les falta dar el paso firme para conseguirlas.
Por: Javier González/javi@elgiradiscos.com