Sr. Chinarro: “Enhorabuena a los Cuatro”

Vaya por delante que desde “El Giradiscos” sentimos un especial cariño y admiración por la figura de Antonio Luque, el nombre que cómo casi todo el mundo sabe se esconde detrás de los discos de Sr. Chinarro; un respeto casi reverencial ganado a pulso después de llevar defendiendo una impresionante trayectoria musical durante las dos últimas décadas, en las que a base de mucho trabajo y tesón ha dado vida a uno de los proyectos que dotan a nuestro indie de un inequívoco sabor, repleto de personalidad y cotidianeidad. 

Dicho esto, ni que decir tiene que el mero hecho de tener que enfrentarnos a “Enhorabuena a los Cuatro”, el decimotercer trabajo de su discografía y el tercero en menos de dos años, algo que se dice pronto, supone un auténtico placer para nuestros sentidos, independientemente de que lo que hallamos en su interior sea más o menos de nuestro agrado.

Porque tampoco vamos a negar la mayor; y esa no es otra que la de que a nuestro juicio “Enhorabuena a los Cuatro” no pasará a ocupar un lugar preeminente entre los grandes trabajos firmados por Antonio Luque, puesto que creemos que se encuentra a años luz del poder de evocación de “El Porqué de mis Peinados”, “El Fuego Amigo” o “El Mundo Según”,
algunos de nuestros favoritos.

Grabado en los Red Bull Studios de Madrid, bajo la producción de Marc Greenwood -La Habitación Roja, Maronda- quien vuelve a repetir, y contando con el acompañamiento de parte de lo más granado de las escena alternativa de nuestro país en los coros e instrumentaciones variadas -Pau Roca, Zahara, Anni B Sweet, Pablo Maronda, Alfonso Luna o Guille Mostaza-; el nuevo disco de Sr. Chinarro nos devuelve a un cierto costumbrismo, alejándose de la vertiente más combativa que asomaba por “¡Menos Samba!”, en el que se descifran los males y complejidades de las relaciones amorosas, a través de una brillantes letras que como siempre encierran un punto de vista repleto de sorna algo que hace tiempo el artista sevillano convirtió en su particular marca de fábrica. 

En lo puramente musical nos encontramos ante un trabajo coherente y homogeneo -alejado en ese sentido de lo que fue el ya mencionado “¡Menos Samba!”-, donde lo que manda es el pop-rock -aunque no faltan escarceos cercanos al after-punk, “El Destino Turístico”, el flamenco, “La Danza del Vientre”, e inclusive al country, “Las Fuerzas de la Naturaleza”- y en el que los pros superan con creces a las contras, a pesar de que las canciones no gozan de la efectividad en primeras escuchas que se percibían antaño en otros de sus álbumes, por lo que irremediablemente al oyente le tocará dar varias vueltas para lograr disfrutarlas en  toda su grandeza. 

Destacan por su frescura cortes como “Mañana, Tarde y Noche”, donde hay que reseñar la categoría del acompañamiento vocal repleto de belleza que hace Zahara, “La Buena” y “Más grande que Barcelona”, ambas pura prosa descriptiva de la factoría Antonio Luque. También “Tu Amigo Especial”, con una franqueza que desarma, y “Stella Maris”, un corte más que interesante que sin embargo por momentos nos hace recordar a “Del Montón”. 

En el capítulo más crítico debemos citar canciones como “Solo Shakespeare”, falta de ritmo e interés, quizás por su melodía, a la que ni tan siquiera la calidez de Anni B Sweet, quien realiza un gran trabajo, logra salvar de la quema, y “Catequesis”, un pequeño palo contra la iglesia que compartimos, aunque creemos que en lo musical no acaba de funcionar. 

Sr. Chinarro vuelve a demostrar con “Enhorabuena a los Cuatro” la grandeza que atesora, sin sorprender ni tampoco espantar; de la mano de un trabajo de claro cariz continuista en el que sus ejes temáticos, tanto sonoros como líricos, aquellos llenos de costumbrismo y sorna, ni más ni menos que los parámetros clásicos que le han granjeado el favor de miles de personas hasta el punto de convertir su carrera en una de las más respetables e interesantes dentro del mundillo indie, son más que patentes, algo que tratándose de él, un tipo repleto de talento, siempre es digno de alabar. 

Antes de terminar ésta crítica, no queremos dejar pasar la oportunidad de soltar una pregunta en el aire, a modo de guante para que alguien, quién sea, la recoja: ¿Cuánto tiempo falta para que Antonio Luque se decida a realizar una versión de algún clásico de Gabinete Caligari? Seguro que el resultado final sería espectacular. 

Por: Javier González
javi@elgiradiscos.com