Hace unos días tuvimos la
oportunidad de charlar con Pachi García
(ALIS) en las oficinas de la agencia de comunicación y management “I’m an artist”.
De forma distendida, la conversación fue fluyendo, permitiéndonos
conocer a fondo a uno de los artistas más singulares y menos etiquetable
de nuestro panorama nacional.
Su profundo amor por la música y sus amplios
conocimientos en el campo que nos ocupa, nos permitieron aprender e intercambiar
impresiones sobre su último y reciente disco, “Cantos de ocasión”, así como descubrir
de primera mano más información sobre su metodología a la hora de componer, e incluso su opinión personal acerca de la escena
musical que nos acompaña.
Sin más os dejamos con la entrevista, con la esperanza de que disfrutéis y aprendáis tanto como hicimos nosotros.
Pese a que los que te hemos seguido desde hace años, sabemos que siempre has tratado de reinventarte, sino con cada canción, si con cada disco. Al ocuparnos de tu último trabajo, nos gustaría saber ¿cuál es para ti el elemento que diferencia más claramente a “Cantos de Ocasión”, del resto de tus discos anteriores?
Pachi: Pues creo que en este disco vuelvo a arriesgarme con nuevas canciones, patrones y sonidos. Mi objetivo siempre es transportar mis experiencias y sensaciones a través de la música. Cada etapa de tu vida te transforma. Así mismo, en este disco he tratado de probar cosas más complejas, como compases, ritmos de batería, contrarritmos… Hay modificaciones que nacieron al azar, de forma aleatorias. La máquina que utilizamos para editar y mezclar cometió algunos "fallos", que me resultaron tan originales que quise mantenerlos finalmente en el disco.
Podríamos decir que algunas de tus nuevas canciones tienen vida propia.
Pachi: Perfectamente. Cuando pasé patrones de las canciones a la máquina que debe cuantizarlos, ésta acabó moviéndolos de lugar, generando
compases originales. Ya existen grupos como Radiohead que utilizan programas que
se mueven por algoritmos para conseguir resultados similares. En mi caso lo
podríamos resumir diciendo que la máquina se equivocó y yo deje que se
equivocara.
Entonces, ahora os tocará ensayar mucho para que suene así en directo
Pachi: (Risas) Claro, nos está llevando mucho esfuerzo y horas en
el ensayo. De hecho, si prestas atención en alguno de nuestros directos a uno solo
de los músicos y luego a otro, parece que están tocando cosas completamente
diferentes. Pero sin embargo, la unión del sonido de cada uno, permite plasmar
la canción.
En tus nuevas canciones sigue primando la modulación de tu voz, la cual
tratas como si fuera un instrumento más ¿Cómo valoras y trabajas el uso de la
misma en tu música?
Pachi: Yo trato la voz como un instrumento más, como comentas, me
gusta que eso se reconozca. Sobre todo la trato como un instrumento en la
mezcla del disco, pues está a la misma altura que las guitarras, la batería…
Tiene el mismo protagonismo. No es la típica mezcla de grupo pop español donde
la voz está arriba y los instrumentos la acompañan desde abajo. Eso a mí no me
ha gustado nunca.
De hecho “Palabras que compré”
(una de nuestras favorita), aunque posee estrofas cantadas, podría ser perfectamente interpretado como un tema instrumental y
muy cinematográfico.
Pachi: Claro, se podría interpretar así. Nada sobresale. De hecho,
sobre esa canción, casi todos los que hablan conmigo me refieren buenas palabras,
y eso que yo creí que pasaría desapercibida. Mi música tiene mucho de musical,
de cine…
No es por tanto casualidad tu nominación en los Goya del año pasado.
Pachi: Claro que no. Yo compongo partiendo de una imagen, que posee
un comienzo y un final. Una imagen que debe transmitir sentimientos a través de
voz e instrumentos. Eso es quizás un punto común entre la música y el cine.
El single presentación, “Los que
no se arrepienten”, puede ser fácilmente interpretado como un himno
crítico, no solo en el ámbito amoroso, sino también llevado a las parcelas sociales y políticas ¿De quién surge la idea
de escoger este tema como adelanto del álbum?
Pachi: Pues surge de Juan. Yo había pensado en “Cantos de Ocasión” y aunque no me suelo dejar influir en este tipo
de decisiones. Finalmente tanto Juan, como el director de Warner, me animaron y
parece haber sido un éxito.
Quizás eso radique en que al escuchar “Cantos de ocasión” uno piensa algo así como, “esta canción podría ser perfectamente otro single” y eso se agradece. De hecho la primera mitad del disco te atrapa de forma inmediata y la segunda te introduce en otros sonidos más complejos y experimentales. ¿Te ha llevado mucho pensar en el orden de las canciones?
Pachi: Pues en realidad sí. El orden está muy pensado. Los discos
son como libros o galerías de pintura. Existen principios y finales, así
capítulos o cuadros que los unen y te llevan a comprender el sentido de la obra.
Aunque los temas a tratar en cada canción sean concretos, todos obedecen a una temática
general. Es importante remarcar los conceptos de entrada y salida en un disco.
¿Crees que tu nuevo disco es fruto de su tiempo u obedece más a tu etapa
vital particular?
Pachi: Creo en lo que concierne a los textos, este disco se liga directamente
a las cosas que pasan en mi vida, o la de Telémaco,
que escribe conmigo muchas letras que dan lugar a canciones. Mientras que en cuanto
al concepto, la producción, los arreglos y la sonoridad del mismo, habría que
decir que es muy contemporáneo. Muy actual.
Sabemos, que nuevamente has Suso Saiz (chamán del pop nacional desde
hace ya más de dos décadas) ¿Qué parte de culpa tiene él de que el disco suene
así?
Pachi: Pues Suso apareció en mi vida en un momento muy importante.
Ya trabajamos juntos en mi disco anterior, “Material de Disección”, y no creo
que salga nunca ya de mis trabajos. Incluso colaboramos en discos de otra
gente. Se ha convertido en mi amigo. Suso es sabio, su sola presencia genera
que saques lo mejor de ti.
Cuando escuchamos el disco, uno de los aspectos que rápidamente nos
sorprende son los grandes contrastes que le definen. Sin irnos muy lejos, ya en
los primeros temas del álbum, pasamos de la rítmica y melódica “Cantos de Ocasión”, a la minimalista y
de ritmos quebradizos “Alineación de
Planetas”. E incluso a veces estos cambios se perciben en una misma
canciones, como sucede en “Tachadme de
las listas de bodas” ¿Es complicado manejar estos contrastes? ¿Crees que
pueden dificultar la comprensión del disco como un concepto común?
Pachi: Yo creo que los contrastes son necesarios. Te ayudan a
enganchar con el disco. La gente está cansada de escuchar siempre los mismos
patrones. Los artistas que a mí me gustan juegan con estos cambios, dan relieve
a su obra. La experimentación para mí, es necesaria. Me encanta jugar con
nuevos sonidos, patrones, estructuras… Sin embargo, también me gusta introducir
alguna canción, que en tres minutos y a través de pocas estrofas y un estribillo,
lance un mensaje más directo y alegre, acompañado de una guitarra eléctrica.
Quizás eso conteste en parte mi siguiente pregunta. Pues, al escuchar
tus temas, uno descubre que tu música tiende a desligarse de las estructuras
del pop nacional más tradicional y ortodoxo ¿De dónde surge ese afán
experimental que siempre te ha caracterizado?
Pachi: Pues me surge en cada disco. Odio repetirme. Hay quien me
dice que por qué no hago música como la de mis primeros discos. La respuesta es
sencilla; el yo de ahora es diferente al de aquél. De hecho hacer algo así ahora
me aburriría. Necesito nuevos retos. Ahora hay textos más maduro y
experimentados. Como yo. (Risas). No tengo necesidad de hacer eso.
¿Cuáles son tus fuentes de inspiración más comunes?
Pachi: Yo creo, al menos en mi caso, que la inspiración no existe. Mis
canciones surgen de ideas puntuales que yo apunto y luego desarrollo. Cuando
tengo 30-40 ideas comienzo el proceso de desestimar aquellas que no veo
interesantes y sobre las 15-20 que quedan comienzo a trabajar de manera más
continuada. Las desarrollo porque me dicen algo. En un trozo de 10 segundos,
veo que hay algo que me cautiva. Luego intento introducir el texto que yo
quiero y si no cuadra, modifico la música. Dedico muchas horas a escribir un
texto y en caso de tener que sacrificar algo, lo hago con la música.
¿Cómo influye tu experiencia como técnico de sonido, productor,… a la
hora de componer tus canciones, entrar en el estudio de grabación y afrontar
los directos?
Pachi: Yo, a decir verdad, creo que trabajo mucho mejor para otros
artistas que para mí. (Risas). Puedo ver las cosas desde fuera, con
perspectiva. Por eso Suso es tan necesario. Me ayuda a quitarme los prejuicios,
la inseguridad y me guía por el camino correcto.
Ya para concluir, me gustaría conocer tu impresión acerca de un tema, de
solución compleja, que siempre se cierne sobre los que trabajamos y disfrutamos
de la música y los artistas nacionales. Pues, sois varios los músicos que tratáis
de acercar un pop íntimo, alternativo e innovador a los oyentes. Siendo tú caso
un buen ejemplo, así como también sería destacable el de Fon Román, que además
de amigo tuyo es colaborador habitual de Suso. Sin embargo, finalmente lo que
le llega al público mayoritario es el pop nacional falto de ideas y de fácil
estribillo. ¿Crees que es un problema generado por los medios, sellos y
agencias o también habría también que valorar la falta de “cultura musical” (entiéndase
como las ganas de salir del canon preestablecida y dado) de gran parte de los
oyentes de este país?
Pachi: La culpa es de todos, incluso de los artistas. Desde mi
experiencia te puedo decir, que produzco muchas bandas y no me gusta cuando
llegan y dicen: “Quiero sonar como éste grupo o aquél”. Tú tienes que ser tú y sonar de manera
original y genuina. Las modas pasan. De hecho, cuando alguien intenta sonar
como un grupo de moda y lo consigue, ya ese sonido ha pasado. La gente no es
tonta. Está claro que es cómodo seguir las modas, sin embargo, si algo te gusta
de verdad, lo más normal es que quieras descubrir cosas nuevas y no conformarte
con “más de los mismo”. Pero claro, quizás esa sea mi opinión personal.
Texto y Fotos: Rubén López