“Chronicles of the Windwar” es el
primer LP de Cosmic Birds, banda de
origen vallisoletano que se postula como una de las formaciones con mayor
potencial del panorama independiente nacional. Su primer trabajo, una maqueta
llamada “Hello Earth” (2011), generó el mismo efecto que un piedra lanzada al
agua de un embalse, es decir, en inicio golpeó tímidamente la superficie
musical de Bandcamp, y tras ello generó ondas cada vez más amplias
y con mayor recorrido y repercusión, creando un “fenómeno” que llevaba a la
banda a ver sobrepasado el máximo de descargas de dicho trabajo cada mes. Posteriormente, su EP “Secret Garden” (2012) confirmó lo que ya preveíamos, que estamos ante una banda que evoca
un universo particular que va más allá del aspecto musical.
Con este resumido recorrido
llegamos a analizar “Chronicles of the Windwar”, álbum deudor de los dos
trabajos anteriores (de hecho recoge alguno de sus temas) y que se postula como un paso
al frente profesional. Estamos ante una banda de claro espíritu folk y pop, que
a través de 13 cortes evoca y construye en nuestra imaginación un mundo irreal,
simbólico y escapista.
Para ello se sirven de diversas
herramientas, desde canciones íntimas y minimalistas que se basan en el
potencial vocal de Marius Moon,
así como descansan en preciosas, leves y sentimentales melodías creadas por David Hernández (“Failure”, “Hillside”), a temas de marcado ritmo pop,
multi-instrumentales (gracias en parte a la inclusión de César Fernández y Guille
Aragón a la formación) y acordes deliberadamente alegres (“Manatees”, “Cloud Cuckoo Land”, “Retarded
Rabbit”), pasando por piezas de piano de calidad asombrosa (“The Windwar”, “Secret Garden Sonata”), que
poseen lejanos ecos de composiciones de algunos de los más grandes pianistas actuales (Yann Tiersen, Ludovico Einaudi, Michael Nyman…).
De hecho, los teclados son parte fundamental en la identidad de la banda, convirtiéndose
en los directores de su discurso musical, pues junto a las guitarras y percusiones aporta esa
atmósfera etérea y expansiva que transmiten sus canciones (“Piano Lessons”, “The Sinner
and the Musical Graves”).
Finalmente habría que destacar
también el carácter grave, solemne y reflexivo de alguno de sus temas, que
a través de coros, cambios de ritmo y letras encriptadas, trata de reflejar un
tiempo pasado, un lugar anclado en la memoria o en otro mundo, que parece
quedar lejos del presente (“Deep in the
Woods”, “Hillside”, “Down to the City”…).
En conclusión, estamos ante un
disco que no debería pasar inadvertido, pues es la carta de presentación de un
grupo de enorme potencial y originalidad, que claramente no es “uno más” que se
apunta a una moda o estilo, sino que trata de defender algo presumiblemente
nuevo en nuestro panorama nacional.
Rubén López