No parece a priori que la música de claras influencias “negras”, mucho más interpretada de una forma relativamente clásica, sea un tipo de sonido que tenga una aceptación y seguimiento demasiado amplio en territorio español. Algo con lo que deben lidiar los gallegos The Allnight Workers, un “handicap”, muchas veces más causado por ciertos prejuicios que por realidades, que superan gracias a su forma dinámica y atrevida de interpretar.
Se trata de una banda formada, como no podía ser menos para dar recreación fiel de este tipo de sonidos, por guitarras, batería, bajo y sección de metales. Entre sus integrantes se encuentran músicos provenientes de bandas y escenas tan dispares como pueden ser The Phantom Keys o The Loveless Cousins.
“Do It Again, Please”, es su segundo disco (de nuevo repiten con la discográfica Grabaciones de Impacto), que han grabado en Alemania y de una forma totalmente analógica. Algo que se deja notar en el resultado final y que va en perfecta concordancia con el tipo de música que ejecutan. Con respecto a su debut (“This Only Happens Once”) no hay diferencias sustanciales en la esencia, salvo quizás un mayor matiz en su sonido, lo que se manifiesta en un incremento en la variedad estilística.
The Allnight Workers podría ser definida como una Big Band, no quizás en su tamaño pero sí en su esencia, que se atreve con todo tipo de sonidos, básicamente centrada en aquellos más clásicos relacionados con el rock and roll. A pesar de eso, encontramos en este disco varios temas que se acercan al (neo)swing, en la onda de bandas como Royal Crown Revue, donde predominan la presencia de los vientos dando vida a ritmos ágiles y bailables como se observa en “Sunny Home of Love” o “You Stole my Baby”. En ese sentido pero con un tono más íntimo y sacando un lado más “crooner” aparecen canciones como “No More Huggin’”, “One Way Street” o “My Favorite Song”, que también sirven para demostrar la calidad y variedad de registros vocales con los que cuenta el grupo.
Un lado más rugoso, oscuro y por lo tanto más cercano a los sonidos negros (en un sentido amplio), es el que se hace visible con canciones como “I Don’t Mind” o “You Can’t Make Me Doubt” (versión agitada de la original de Bunker Hill “You Can’t Make Me Doubt My Baby”). Construidas a base de un rock and roll primitivo que se nutre de las influencias de músicos diversos que abarcan desde Big Joe Turner a Hasil Adkins. Con el mismo estilo pero con un sentido más clásico y con un toque de twist y cercano a los años cincuenta se presenta “I Gotta Know”. “You Drive Me Crazy” aporta un enfoque más soul con un brutal juego ejecutado por parte de la sección de metales.
Aunque la base musical de la que está hecha el grupo The Allnighters Workers es totalmente clásica, amalgamando la tradición de esas bandas que acompañaban a intérpretes de la música negra (Fats Waller o Big Joe Turner) como desarrollos posteriores, tienen la capacidad para, sin renunciar a ella, conseguir presentarlas de una forma repleta de fuerza y vitalidad que no solo contentará a los seguidores de esta música sino a cualquiera que esté hambriento de rock and roll y sin ningún tipo de prejuicios.
Kepa Arbizu