Cada vez es más habitual, por suerte, encontrarse dentro del panorama del rock español con grupos que hacen del sonido de raíces norteamericanas , desde ópticas y perspectivas muy variadas, su eje central. Este es el caso de All La Glory, banda sevillana que ya desde su propio nombre, en homenaje a una canción de The Band, despaja cualquier duda de cuáles son sus referentes.
Procedentes de diferentes proyectos musicales (Sr. Chinarro, Bombones, Maga), los andaluces debutan con un álbum homónimo en el que el rock americano es la pieza vertebradora de sus composiciones, algo que no quiere decir que no estén abiertas a otro tipo de sonoridades. Destaca entre todo ello el (buen) gusto por las melodías y una acertada sensibilidad que entronca con la peculiar voz de su cantante Juano Azagra.
Un disco, editado por Meridiana y bajo la producción de Jordi Gil, que muestra a la perfección las dos vertientes, muchas veces aparecerán entremezcladas, que el grupo sabe manejar: la acústica, y por extensión íntima, como una más guitarrera. Precisamente temas como “Stay Gold” o “Second Best”, con una guitarra slide sobrevolando, suponen el encuentro entre ambas sensibilidades, en un ambiente puramente americano pero con la mente puesta en melodías con aroma pop, situándose en un terreno en el que habitan bandas como The Jayhawks o Big Star.
Ese lado más tradicional se puede encontrar en canciones como “Collision City”, puro country con ese deje arrastrado muy al estilo de Gram Parsons. “Bluebird” también contiene ese musicalidad puramente campestre con una instrumentación acorde con él (guitarra slide, armónica, batería con escobillas) pero esta vez con un tono vaporoso y onírico que incluso puede llegar a recordar al de algunos momentos de M Ward. “Sunseeker” opta también por el lado más relajado e íntimo, aunque en su desarrollo haya algunos despuntes de fuerza.
Pero el disco también tiene sus momentos de potencia y donde la electricidad hace acto de aparición. Sucede así, por ejemplo, en “Devil’s on the Pone”, que sostiene a base de poderosos riffs aunque en ningún momento se resienta el poder melódico.”With Burning Wings” suena más áspero y crudo pero con gran profundidad. “Sleeping Cold” es una muestra de fuerza y donde suben las revoluciones de forma latente a ritmo de country-rock. Una intensidad que continuará con la épica rockera de un Tom Petty en el tema “Something I Know”.
All La Glory demuestran que han conseguido interiorizar a la perfección el sonido norteamericano, pero además son capaces de presentarlo unas veces inclinados hacia las melodías pop, otras disfrazado de guitarras contundentes o desde su esencia más pura. Una gran virtud que todavía adquiere mayor mérito cuando estamos ante el disco debut de la banda sevillana.
Kepa Arbizu