Algunos de nosotros teníamos la entrada para verlos en 1995 en la sala Pacha de Madrid, cuando la tragedia nos sorprendió. Shannon Hoon nos abandonó el 21 de octubre de 1995, dejando a todos sus fans desolados. Hemos tenido que esperar la friolera de 17 años para disfrutar en directo de las canciones que en aquel momento no pudimos y que ahora en nuestros días nos siguen estremeciendo.
Hace cuatro años ya visitaron España, firmando una de las mejores actuaciones en el festival Azkena Rock, con toda la carga de responsabilidad para su nuevo cantante Travis Warren. Firmaron nuevo material, “For My Friends” (2008), con tibia acogida por parte de medios y fans. Tras atravesar por diversos problemas que hicieron que la banda despidiera a Warren, nuevamente las cosas han vuelto a su cauce, con nueva gira, que sirve para celebrar el 20º aniversario de su álbum debut discográfico de 1992.
El artista nacido en Filadelfia Jonny Kaplan fue el encargado de caldear el ambiente antes de los protagonistas de la noche. Acostumbrados estamos a verle cada cierto tiempo por nuestro país, en formato eléctrico y acompañado por su banda “The Lazy Stars”. Esta vez tuvimos la oportunidad de escuchar sus canciones con la intimidad y desnudez de su voz, guitarra acústica y armónica. Presentó alguna canción nueva y otras no tan recientes, como “Still Lonley”, acompañado por el entrañable Brad Smith, con quien hace unos días pudimos disfrutar de una gran velada en un pequeño local, junto a Kaplan y un miembro de Abandon Jalopy, su proyecto al margen de Blind Melon.
Con la sala prácticamente llena y el ambiente de las grandes noches, salieron puntuales con una fuerza y unas ganas, propio de unos principiantes. Su cantante Warren Travis que cantó la primera de las canciones con una careta de la película “V de Vendetta” (y que ahora se ha puesto de actualidad por otros motivos), no paraba de ir de un lado a otro del escenario, saltando, contoneándose, descalzo, con un lenguaje gestual a veces exagerado y hasta un poco cargante. Aún así, y a pesar de imitar las poses y movimientos del malogrado Hoon, supo ganarse al público, transmitiendo la fuerza y sensibilidad que requieren las canciones. El resto de la banda simplemente lo bordó. La contundente pegada de Glen Graham a la batería, Brad Smith al bajo y los guitarristas Christopher Thorn y Roger Stevens, dieron toda una lección de profesionalidad.
La variada mezcla de público que se congregó la pasada noche, y que parecía una mezcla de las nuevas generaciones con los, digamos, contemporáneos, se sabían las canciones y cantaron las complicadas estrofas de “Paper Scrather”, “Soak the sin”, “Skinned” o “I Wonder”. Mientras, Warren saltaba por encima del público, que le llevaba en volandas y calcando las canciones con tal precisión que si cerrabas los ojos, podías imaginarte a Shannon encima del escenario, aunque siempre salvando las distancias.
Dieron un repaso principalmente por su primer disco homónimo y por “Soup”, siguiendo por canciones que no se llegaron a incluir en su segundo y ultimo disco sin Shannon Hoon. No faltó su mayor éxito, “No Rain”, cantada por toda la sala. Los temas acústicos desataron la locura, canciones de una gran belleza como “Walk”, el homenaje a Hoon “For my friends” o la magistral “Mouthful of cavities”.
Con “Tones of home” se retiraron momentáneamente, volviendo poco después con el bajista Brad Smith, esta vez a la voz, con una canción dedicada al fallecido cantante del grupo. A continuación tuvo lugar uno de los momentos más esperados de la noche, fue con “Changue”, cantada al unísono por toda la sala, logró emocionarnos de veras.
Ya en la recta final, su cantante Travis Warren invitó a cantar a dos fans femeninas de entre el público. Terminaron con una lisérgica “Time” y la promesa de volver pronto, promesa que seguro cumplirán debido al éxito cosechado.
Texto y fotos: Alberto Vicente & Jorge Bravo “El Gurú”