Hace unos meses tuvimos la oportunidad de entrevistar a Alfa, nombre artístico tras el que se esconde Alfredo Fernández, el que fuera guitarra y vocalista de dos grandes bandas de nuestra ciudad como fueron los añorados Buenas Noches Rose y Le Punk, con el objeto de que nos hablara de todo lo relacionado con “22 de Octubre”, la colección de canciones que suponía su debut en solitario.
Fue en el marco de dicho encuentro, donde el artista de la Alameda de Osuna nos anticipó la noticia de que para finales de este año tenía prevista la publicación de su segundo Ep; el cual previsiblemente llevaría como título “El Segundo oficio más viejo del Mundo” y que seguiría la senda marcada con su iniciático “22 de Octubre”, pero con la particularidad de arropar la sonoridad de sus nuevas canciones con la potencia que imprime una banda de acompañamiento.
Es ahora, una vez que “El Segundo oficio más viejo del Mundo” lleva unas semanas en nuestras manos, cuando podemos afirmar rotundamente que Alfredo estaba hablando muy en serio en aquel momento a la hora de definir el aspecto que tenía su nuevo trabajo.
Cinco únicos cortes que se abren de manera inmejorable con “Las Rosas de Caín”, una composición musculosa, repleta de blues- rock, en la que el protagonismo recae a partes iguales en una batería de ritmo marcial, un elegante Hammond, que aparece y desaparece para dejar clara impronta, y una guitarra que despacha riffs cortantes sin cesar, dando vida a una canción que bien podrían haber firmado The Black Keys o The Right Ons, mostrando que pese a que éste es el proyecto personal de Alfa detrás suya tiene una banda repleta de solidez y tablas, algo que a buen seguro dará mucho juego en su propuesta.
El pistón baja de manera ostensible con la emocionante “El viaje de regreso a Casa”, delicada y sublime, a pesar del dolor y el poso de oportunidad perdida que en todo momento desprende su lenta cadencia, sensación que también parece desprenderse en “Después de la Tormenta”, donde cobran gran protagonismo el buzuki tocado por Alfredo y la guitarra de doce cuerdas de la que se hace cargo de manera magistral Héctor Tuya, productor del disco, y en la añoranza que muestra “¿Cuántos soñaron Contigo?”.
El minutaje se cierra con “El Amor era un Boomerang”, composición que narra la aventura de aquellos que en el juego de la vida decidieron apostar todo a una carta, conociendo el amargo sabor de la derrota; una canción que en su comienzo recuerda fugazmente a “Fare Thee well, Miss Carousel” del gran Townes van Zandt y que sirve como fenomenal cierre a éste Ep que un vez más en el caso de Alfredo Fernández vuelve a dejarnos con ganas de más.
Celebramos profundamente la publicación de “El Segundo oficio más viejo del Mundo”, puesto que se trata de una obra que nos muestra a un artista en un extraordinario momento de forma, algo que se observa con claridad meridiana en su capacidad para relatar historias relativamente crudas con una sinceridad que se torna en adictiva, consolidando de éste modo a Alfa como a uno de los grandes cantautores, electrificados eso sí, del momento. Algo así como nuestro particular francotirador, sin balas pero con prosa.
Por: Javier González/javi@elgiradiscos.com