Con “Out of the Game”, el nuevo disco de Rufus Wainwright hemos recuperado la fe en este autor canadiense. Nos maravilló allá por el año 2001 con su segunda entrega, “Poses”, con el que le descubrimos, para luego aburrirnos mortalmente con dos obras pretenciosas y grandilocuentes como “Want One” y “Want Two”, que aunque no exentas de calidad abrazaban el sentimentalismo extremo y la pomposidad.
Lo cierto es que ha ido recuperando el pulso disco a disco hasta dar con la clave en esta nueva entrega. En “Release the Star” ya dio signos de mejoría, algo que también ocurrió en “All Days are Nights: Songs of Lulu”, el merecido homenaje a su fallecida madre donde canalizó su tristeza en un hermoso trabajo. Pero es en este 2012 donde por fin consigue el notable con la ayuda del joven productor Mark Ronson, famoso por sus trabajos con Amy Winehouse o Adele, para acertar en el centro de la diana a la hora de construir temas atemporales que sin duda serán considerados clásicos en un futuro no muy lejano.
El séptimo trabajo en estudio de Rufus se abre de la mejor forma posible con el tema que da nombre al disco “Out of the Game”, en el que muestra su poderío dejándose influenciar por grandes nombres de los años setenta como Harry Nilsson o los Walker Brothers, en el que una preciosa melodía te atrapa desde el primer momento y los coros femeninos obra de Angee Blake & Charyse Blackman ponen la guinda a un comienzo que debemos calificar como de redondo.
“Jericho” es la siguiente canción en aparecer representando probablemente uno de los mejores temas que el polifacético artista ha escrito en su vida. Aderezado con una instrumentación perfecta repleta de saxos, trompetas y violines, y en el que la producción de Ronson toma relevancia. Tras ella llega el turno de “Rashida” que incide en uno de los puntos fuertes del autor, el poderoso teclado, instrumento que Wainwright domina y con el que compone habitualmente, pese a que en esta ocasión corre a cargo de Victor Axelrod; la canción además explora otra de las obsesiones del artista, los musicales de Broadway a los que rinde homenaje, sin ir más lejos “Welcome to the Ball” y “Montauk”, podrían perfectamente haber sido incluidos en El Mago de Oz de su adorada Judy Garland, a la que ya rindió tributo hace unos años.
El coqueteo con el soul llega de la mano de “Barbara”, recordando al Marvin Gaye de “What´s going On”.
El trabajo esta pensado para el vinilo teniendo dos caras bien diferenciadas, empezado esa hipotética “cara B” con “Bittertears” en la que coquetea con el pop electrónico.
Nuevo cambio de rumbo para el siguiente corte “Respectable Dive”, balada crepuscular donde la guitarra acústica y el ukelele de Thomas Brenneck brilla con luz propia.
En el apartado de colaboraciones debemos destacar aquella que realiza su hermana pequeña la también artista Marta Wainwright, quien le acompaña en “Perfect Man”, otro de los muchos posibles hits del larga duración, y la realizada por Sean Lennon “Sometimes you Need”, cuya guitarra se funde en una preciosa sinfonía final.
Con “Song of You” ahonda en el lirismo y la delicadeza con la que adorna sus baladas, cantadas con toda la emoción que solo el sabe poner a sus letras. El disco se cierra con “Candles”, una oda a sus raíces irlandesas con gaita incluida a cargo de John Angus Smith y que pone punto final a uno de los mejores álbumes de su autor en sus dieciséis años de carrera, estamos seguros que su obra maestra está al caer, este “Out of the Game” es un paso firme que parece encaminarle hacia ello.
Texto: Jorge Bravo Crespo “El Gurú”