No es nada novedoso, e incluso puede llegar a ser muy poco atractivo por la saturación a la que está sometido el público, presentar a Langhorne Slim como otro de esos músicos que utilizan el folk como estilo central a la hora de componer sus temas. Sin embargo, hay algunas curiosidades, relacionadas con la frescura y sobre todo con las influencias tan variadas (algunas curiosas) con las que juega , que hacen de él un artista peculiar y de gran interés.
Con poco más de treinta años, “The Way We Move” significa su cuarto disco largo. En él encontramos los rasgos que ha ido exhibiendo en pasados trabajos pero quizás, en esta ocasión, se plasman con más intensidad que nunca, tanto en los momentos sensibles como en los acelerados, algo que se hace notar también su forma de cantar que se presenta más rasgada y “gritona” que nunca.
Bajo el nombre de Langhorne Slim & The Law, el estadounidense mantiene ese sonido “retro” tan atractivo, con aroma a la Norteamérica más tradicional, por medio de una instrumentación casi exclusivamente acústica (incluyendo desde banjos a pianos) y, eso sí, tratado con desparpajo y sin miedo a conjugarlo con otras sensibilidades, incluyendo entre ellas una actitud punk latente en no pocas veces.
Todas las raíces del rock están en el ideario del joven músico, incluida lógicamente el soul, aunque en esta ocasión es la vez que de una manera más rotunda, sobre todo cuantitativamente, ha hecho acto de aparición. Así son muchos los temas que se encuadran en ese género, como la contundente “Fire”, las emotivas “On The Attack” y “Past Lives”, donde su voz suena estremecedora en sus quejidos, o la íntima “Coffee Cups”. Todas ellas bañadas por las influencias que desprenden el abanico de artistas que van desde Ben Harper a Will Hoge.
“The Way We Move” es uno de los ejemplos más claros de lo que es este músico, y sobre todo en este nuevo disco. Se trata de un folk blues energético que bebe del clasicismo de la manera que lo harían unos Felice Brothers pero con un estado de ánimo mucho más optimista. En “Salvation”, con parecidos mimbres pero tratados de una manera más íntima pero igualmente intensa, se acerca a ese tono que desarrollan los Two Gallants.
La intensidad continúa patente en otro tipo de composiciones como “Two Crooked Hearts”, la que se podría definir comoun folk punk deudor en algunos aspectos de Violent Femmes. En el otro extremos pero también desbordando energía, en este caso más luminosa, está el country festivo de “Someday”. En medio, estilísticamente hablando, de ambas nos topamos con “Found My Heart” un rock and roll clásico de los más vitamínico.
Langhorne Slim es un “rara avis” dentro del sonido basado en la música de raíces. Su desparpajo a la hora de tratar estas influencias y el ambiente embriagador que desprenden sus obras le hacen destacar de la a veces algo cuadriculada escena de este tipo . “The Way We Move” es una muestra de todo esto pero además el ejemplo más claro del dinamismo (no obstante la portada recrea a dos boxeadores en blanco y negro) y lo adictivo que puede sonar su propuesta.
Kepa Arbizu