“Este disco es el fruto del trabajo de varios años, nos gusta compartirlo y que la gente lo conozca”
Hace unos meses que se puso al alcance del gran público “Midiendo el Tiempo con Canciones” (Warner), el disco que suponía el debut de los barceloneses Ruidoblanco. Un quinteto compuesto por Salva Codinach, Cris Carreño, Dani Fernández, Chano Sánchez-Gómez y Cristian Cuesta, cuyo principal encanto radica en la facilidad que muestran en su primera obra para crear canciones eminentemente pop, en las que sería imposible no destacar la belleza de unos minuciosos arreglos que sorprenden desde la primera escucha, pero que sin embargo no se muestran en su plenitud hasta mucho tiempo después, justo en el instante en que sus letras, bañadas en una peculiar cotidianeidad, han acabado por grabarse a fuego en tu memoria.
Sorprendidos ante lo agradable de su propuesta y aprovechando su próxima actuación en nuestra ciudad, concretamente el jueves 24 en la sala Caracol, donde estarán acompañando a La Sonrisa de Julia, nos hemos puesto en contacto con Salva, vocalista, teclista y guitarra de la banda, para que nos hablara de este fenomenal “Midiendo el Tiempo con Canciones”, en el que no han dudado a la hora de rodearse de la compañía de dos grandes de nuestro panorama como son Iván Ferreiro y Suso Saiz. Esto fue lo que nos comentó.
Ruidoblanco se formó en el año 2005 y no ha sido hasta finales del año pasado cuando vio la luz vuestro primer trabajo, “Midiendo el Tiempo con Canciones”. Para todos aquellos que no conozcan vuestra trayectoria previa nos gustaría saber ¿Cuál ha sido el proceso que os ha traído hasta aquí?
Salva: Ha sido un proceso natural, de ir paso a paso y avanzando despacito. Empezamos sobre el 2005 y ni siquiera estábamos todos. Éramos únicamente Dani, un batería que luego se fue (Nacho) y yo. Ensayábamos muy poco y tocábamos todavía menos, y no fue hasta 2007, cuando ya estábamos todos, que grabamos una primera maqueta. Fue nuestra primera experiencia en un estudio, dando forma a algo, y varias de aquellas canciones están en este primer disco. A partir de ahí fue evolucionando todo tranquilamente: cada vez tocábamos más, ensayábamos más, empezábamos a tener contacto con parte de la industria, con más público… Hasta que se unieron los astros y decidimos grabar el disco y publicarlo.
Dices que alguno de los temas incluidos en el álbum datan de vuestra primera maqueta. Sin embargo nos gustaría saber ¿en qué instante fueron surgiendo el resto de cortes que finalmente han dado vida a este primer álbum?
Salva: La verdad es que hay canciones de muchos momentos diferentes. “Hablando del Tiempo”, por ejemplo, o “La Ciudad más Gris del Mundo”, son temas que llevamos tocando desde el principio. En cambio “Palabras que Apagaron el Incendio” o “Última Versión de Ti” son de pocos meses antes de empezar a grabar. A la hora de elegir los temas del disco no teníamos tantísimo material, ya que había mucho que había caído por su propio peso durante la evolución del grupo. Tenemos un montón de temas por ahí perdidos que se descartaron en su momento, hace años quizás, y que no tenía sentido plantearse si los íbamos a meter en el disco o no, si los habíamos apartado era por algo.
Aún así, como te decía, creo que en este álbum se puede ver la evolución del grupo y de las canciones durante los últimos años. Nos gusta mucho que haya temas de épocas diferentes en nuestro primer disco, es el fruto del trabajo de varios años y nos gusta compartirlo y que la gente lo conozca.
“Midiendo el tiempo con Canciones” nos ha parecido una colección de composiciones eminentemente pop, en la que os servís de una interpretación apasionada y unos arreglos repletos de delicada belleza para dar como resultado un disco en el que las relaciones humanas rotas son las claras protagonistas, algo que queda patente en cortes como “Octubre” o “Hacer las cosas bien”. ¿Qué os parece nuestra opinión sobre vuestro primer trabajo? ¿Algo que objetar? (Risas)
Salva: Pues muchas gracias por lo de “interpretación apasionada” y “delicada belleza” (Risas). Sí que es verdad que hay canciones con una clara temática hacia las relaciones fracasadas, pero creo que cada una enfoca la situación de diferente manera. Por ejemplo, en “Octubre” se plantea el hecho de acabar con algo para empezar otra cosa, de poner punto y final a algo, de ordenar tu vida y ver qué pasa, del vértigo que eso supone… Y sí, ese algo puede ser una relación, pero lo importante no es eso, lo importante es la sensación que te genera: el miedo, la duda, la decepción…. ¿Sabes lo que digo? No creo que lo importante de estas canciones sea el fin de una relación, si no los estados diferentes de ánimo en los que te encuentras en esa situación. En “Hacer las Cosas Bien”, a partir de una misma situación, se plantea otra historia, la de “¿no podrías hacer las cosas bien, normal, sin complicarlo tanto cada vez?”. No sé… creo que aunque varias canciones giren en torno a esa temática, ninguna trata de eso concretamente, en plan “me has dejado, estoy triste y te quiero”. Y nos gusta eso, preferimos hablar de sensaciones que de hechos.
De vuestras letras destacaría también el hecho de que construís historias a partir de elementos sencillos y comunes con los que es fácil sentirse identificado. ¿Es una premisa imprescindible para hacer buenas canciones pop?
Salva: No sé si es una premisa para las canciones pop, pero desde luego a nosotros nos gusta. Lo bueno de partir de algo sencillo y cotidiano es que puedes desarrollarlo y evolucionarlo hasta puntos mucho más dramáticos y exagerados.
Además es curioso porque esa contraposición a la que hacíamos referencia en las relaciones, quizás en vuestro caso venga acentuada por el hecho de que compartes protagonismo vocal con Cris, algo que dota a la propuesta de Ruidoblanco de un inusitado encanto. ¿Crees que ese puede ser un hecho que ayude a que vuestra música sea reconocida más rápidamente en el mundillo musical?
Salva: Hombre, está claro que es un rasgo identificativo de la banda, pero nosotros no le damos más importancia que al hecho de que las dos guitarras se complementen una a la otra, o que el bajo y la batería lleven un flow coherente, o que cada instrumento tenga su sitio. No sé si me explico. Para nada planteamos el grupo como chico y chica compartiendo voces y letra, ni enfocamos los arreglos en función de eso. La verdad es que ni siquiera escribo las canciones pensando en que la van a cantar una voz masculina y una femenina. Si te soy sincero, el concepto ‘chico-chica’ como tal me parece un poco carca, me recuerda a Pimpinela (Risas).
Con todo esto lo que quiero decir es que intentamos utilizar las dos voces como si fuesen cualquier otro instrumento, de la manera más bonita y armónica posible y sacándole el máximo partido a los recursos que tenemos, y no nos gusta la idea de que la gente se quede con que ruidoblanco simplemente es el grupo donde cantan un chico y una chica, porque creemos que eso no es más importante que tener un batería que toque así o un guitarra que toque asá. Me he explicado fatal creo. (Más Risas)
Algo de lo que nos hemos dado cuenta a la hora de escuchar vuestro álbum es que se trata de un trabajo que va creciendo con las escuchas. Espero no ofenderte si te digo que en primera instancia me pareció relativamente plano, pero a medida que lo escuchaba con más calma iban apareciendo pequeños matices muy disfrutables. ¿Has tenido esa sensación al oírlo?
Salva: ¡Uy!, no creo que la sensación que hayamos tenido nosotros al escuchar el disco tenga nada que ver con la de cualquier otra persona. Yo, por lo menos, el disco no lo escucho, lo disecciono. Pero sí que hemos tenido esa sensación escuchando otros discos y me encanta que a alguien le pase con el nuestro. Prefiero mil veces un disco al que cuesta acceder pero que va creciendo con el tiempo a uno que entra a la primera y te lo acabas en cinco escuchas.
A pesar de la unidad que tienen todos los cortes a partir de “Hablando del tiempo” y también en el resto de canciones que la siguen, “Olores”, “El Tipo más Feo” y “Zumo de Naranja con Vainilla”, da la sensación de que el disco entra en otra dinámica, más fresca quizás, que le hace crecer mucho. ¿No sé si estarás de acuerdo con mi percepción?
Salva: Creo que te entiendo, pero no acabo de verlo (Risas). Quiero decir, sé por dónde vas, pero a mí no me pasa… No sé si tendrá algo que ver, pero todas esas canciones son bastante antiguas, y puede que sí que tengan en común algún tipo de aura adolescente o algo así… No sé… Para mí, por ejemplo, ‘Palabras que Apagaron el Incendio’ es una canción que crece y evoluciona mucho más que ‘Olores’. Quiero decir, que aunque nos gusten todos los cortes del disco, para nosotros los que entran una dimensión diferente son ‘Ni las Intenciones’, ‘Hacer las Cosas Bien’, ‘Palabras...’, etc.
Aunque visto así, sí que puede ser que el disco, cuando llega a ese punto en el que de repente aparecen todas estas canciones más antiguas, como más frescas y más inocentes, cambie un poco de dinámica y se agradezca esa ‘sencillez’ que tienen esas canciones. Creo que por fin te he entendido (Risas).
Antes hemos hablado más que positivamente de los arreglos que habéis incluido. No sé qué parte de culpa tiene de ese hecho Suso Saiz, productor del álbum, y hombre de confianza de artistas de la talla de Iván Ferreiro, Marlango o el gran Diego Vasallo. ¿Qué ha aportado al sonido definitivo de “Midiendo el tiempo con Canciones?
Salva: Suso es un grande, lo admiramos y lo queremos muchísimo. Tiene la culpa, para empezar, de que nos lanzásemos a grabar el disco. En cuanto a los arreglos, él es quien ha conseguido que tengamos un sonido como banda: compacto, dinámico, etc. Hay temas que no han variado prácticamente nada respecto a lo que ya tocábamos nosotros, pero sí que ha cambiado la manera de interpretarlos. No sé si me explico. Hay cosas que las tocamos ahora y ya las toábamos hace años, pero ahora lo hacemos de otra manera.
¿Fue suya la idea de que el álbum se grabara con toda la banda tocando en directo?
Salva: Sí. Una vez empezamos a plantearlo todo, él sugirió la posibilidad de grabarlo en un estudio grande tocando todos a la vez. Esto suponía un reto muy grande para nosotros. Significaba que los temas tenían que venir rodadísimos del local, con todos los arreglos claros, ya que luego no tendríamos el ‘recurso’ del estudio de ir añadiendo capas y arreglos sobre la marcha según fuésemos viendo. Todo este proceso lo hicimos con él: estuvo tres semanas viviendo con nosotros en Barcelona yendo al local de ensayo cada día. Fue ahí, y no en el estudio, donde le dimos forma al disco.
De la mano de Suso ha llegado la colaboración de Iván Ferreiro, cuya innegable influencia planea a lo largo de todo el disco, quien os acompaña en “Palabras que Apagaron el Incendio”. ¿Qué ha supuesto para vosotros el hecho de colaborar con él en vuestro debut?
Salva: Imagínate… Siempre decimos (y es verdad) que Piratas es la banda que nos une, así que Iván siempre ha sido un referente. A parte de la emoción personal que nos suponía colaborar con él, la posibilidad de trabajar con alguien de su talento nos dejó flipados. El tío llegó, ensayamos el tema un par o tres de veces y se puso a grabarlo. A la segunda toma parecía que la canción la hubiese escrito él, ¡nos la había quitado!
¿Eligió la canción él o se ofrecisteis vosotros? ¿Por qué motivo?
Salva: La propuso Suso, lo vio clarísimo desde el principio. Llevan años trabajando juntos, así que nuestra confianza era total en este sentido.
Por cierto hablando de influencias en la hoja de promoción que nos adjuntaron con el disco, aparecían mencionados un montón de artistas, sin embargo al escuchar “Hablando del Tiempo” no pudimos evitar pensar en que se os había olvidado incluir a New Order y The Smiths. ¿No sé si os habéis dejado alguno más por el camino?
Salva: Seguro que nos hemos dejado alguno, más todo lo nuevo que vamos conociendo. Qué bien que hayas pensado en los Smiths, son una pasada, a mí me encantan. ¿No los habíamos incluido? ¡Qué desastre!
También nos ha gustado ver que incluíais como referencia a Love of Lesbian, uno de los mayores exponentes de la escena de pop barcelonesa que tan en boga está actualmente y de la que vosotros también formáis parte. ¿Qué está pasando allí que el pop ha logrado desbancar a otros géneros que tiempo atrás eran predominantes?
Salva: Pues no sabría explicarte, la verdad. Sí que es cierto que se están haciendo cosas muy bonitas últimamente por aquí. Te diría que es el clima, o estar cerca del mar… pero no, eso ha estado siempre allí. No sé por qué, pero sí que es verdad que la sensación es que aquí hay una “escena”. Y no me refiero a escena en plan moda y colegueo, sino a que pasan cosas, salen discos emocionantes, grupos nuevos, colaboraciones. No sé… Ojalá evolucione hacia algo nuevo e interesante, ¡y que dure!
¿Qué bandas son las que más os gustan de vuestra ciudad? ¿Y del resto del país?
Salva: Te diré las mías, pero cualquier otro miembro del grupo te diría otras igual de validas. De por aquí me quedaría con Mishima, Standstill, Pau Vallvé, que es una puta pasada, The New Raemon, Maika Makovski… Es que si empiezo no paro. Y del resto del país… pues ahora mismo te diría Polock, La Habitación Roja y Vetusta Morla, por ejemplo.
Sabemos que habéis estado luchando mucho durante los últimos años, a través de muchas actuaciones sobre todo, para haceros un hueco dentro de nuestra escena. ¿Qué valoración hacéis como grupo relativamente joven todo lo que está ocurriendo alrededor del mundo musical? Me refiero al hecho de la dificultad para editar y tocar en directo, sobre todo a raíz de la ausencia de salas que dejen tocar gratis.
Salva: Alguien tuvo la gran idea un día de cobrar a los grupos por tocar en su sala. No sabemos quién fue, pero menuda cagada macho… Nuestra experiencia, en el punto en el que estamos ahora, nos dice que te tienes que mover mucho para avanzar poco y que es necesario tener algún apoyo detrás, un pequeño equipo con el que currar e ir haciendo cosas con ganas y buen humor, porque desde fuera no te va a llegar nada hecho. No es en plan víctimas ni en plan dramático. Es así, para nosotros y para todo el mundo.
Sin embargo habéis tenido la suerte de que Warner, toda una multinacional, haya apostado por “Midiendo el tiempo con Canciones”, además de estar en una de las mejores agencias de contratación del país como Hook Management, compartiendo oficina con ilustres como Second, Amaral o grupazos como Klaus and Kinski. ¿Cómo os sentís antes un hecho así?
Salva: Muy felices y muy agradecidos. Como te decía antes, para nosotros es importantísimo en este momento contar con el apoyo de alguien que crea en lo que hacemos y que reme en nuestra misma dirección. Hook, por ejemplo, son una oficina cojonuda, que trabaja muchísimo y con una pasión contagiosa.
Vamos a ir acabando si os parece. ¿Qué planes de futuro manejáis para los próximos meses?
Salva: Tocar, tocar, tocar, tocar, tocar, tocar, tocar… Y empezar a preparar alguna cosa nueva, a ver qué pasa ya ver cómo suena. (Risas)
Por: Javier González/ javi@elgiradiscos.com