Carlos Ann anda presentando en estos días “Recuerdos y Fetiches 1999-2012”, un recopilatorio que recoge parte de lo mejor de una trayectoria discográfica que le ha llevado a ser considerado uno de los rara avis más interesantes de nuestra escena alternativa, dotando de sentido a un término tan denostado y mal utilizado por muchos como es el de la independencia.
Rodeado por una envidiable nómina de amigos entre los que se encuentran Loquillo, Bunbury o Phil Manzanera (Roxy Music), ha vuelto a grabar gran parte de su cancionero para dar vida a una obra que supone un antes y un después no solo en su trayectoria musical, sino también en su vida, puesto que el Carlos Ann que conocimos tiempo atrás ha muerto, tal y como afirma el propio artista, siendo sustituido por uno nuevo en plenitud de condiciones físicas.
Ante tal tesitura desde “El Giradiscos” no dudamos en ponernos en contacto con Carlos, concretando con él una cita días atrás, para que nos hablara de sus recuerdos y fetiches más preciados.
La semana pasada vio la luz “Recuerdos y Fetiches 1999-2012”, el disco recopilatorio que recoge parte de lo mejor que has hecho en tu carrera. ¿Dan para mucho quince años en el mundo de la música?
Carlos: Sí que dan, lo que ocurre es que quince años no es mucho tiempo, aunque yo realmente llevó más en este sector; en 1997 edité con Analogic Emotion un primer trabajo, pero antes había militado en otras bandas con las que no llegué a publicar. De hecho Carlos Gardel decía que la vida pasa en nada. Es curioso porque a pesar de haber pasado tanto tiempo también me doy cuenta de que apenas he empezado en el mundo de la música. Lo bueno de hacer algo así es que sin darte cuenta tienes que hacer un balance mirando hacia atrás para cerrar una etapa, para mí este recopilatorio supone un verdadero punto de inflexión.
¿Cómo surgió la idea de hacer parada y fonda con una antología de este tipo?
Carlos: Me lo habían dicho un montón de veces y siempre decía que no. Sin embargo cuando dejaron de decírmelo, sin saber muy bien porqué, decidí que era el momento adecuado. Hasta ahora nunca había sido partidario de hacer un álbum recopilatorio, me sonaba que era un invento de las compañías, básicamente porque si te das cuenta este tipo de trabajos dan cabida a una serie de temas de discos muy concretos de la carrera de un artista. Eso no es un recopilatorio de verdad. En “Recuerdos y Fetiches” hemos regrabado las canciones de nuevo, otras se han remezclado; es decir me he involucrado al completo en el proceso.
¿Por qué motivo has decidido hacerlo ahora?
Carlos: Quizás todo esté motivado por el hecho de que desde hace tiempo sentía que me pesaba mucho el cuerpo. Parecía como si llevará en mi vida una mochila a la espalda con el peso de otras vidas, reencarnaciones y muchas más historias, por lo que el año pasado me sometí a un segundo nacimiento. Volví a nacer. Creo que todo eso iba ligado al recopilatorio, me he desprendido de todo lo anterior para volver a nacer y crear.
¿A qué te refieres exactamente con lo de volver a nacer?
Carlos: Llegó un momento en mi vida en que me costaba mucho hacer cosas. Era como si estuviese subiendo una montaña cargado con una mochila y además arrastrando el peso de otras personas. Digamos que tuve que tirar la mochila y pegar una patada a la persona que me impedía subir. Me desprendí de lo que no era mío. Cada persona lleva muchas cosas arrastradas de sus padres y antepasados. Tuve que dejar de lado todo lo que no era mío. Además hice regresiones kármicas en las que tuve que viajar enfrentándome a esas vidas y a la muerte. Una de las muertes fue dolorosísima puesto que me clavaron una espada en el pecho y estuve desangrándome durante horas. Volver a sentir aquel dolor fue horrible. Gracias a ese proceso rompí todos los lazos que yo tenía con cosas que sencillamente no eran mías. Recree un segundo nacimiento teatral, físico, llámalo como quieras. No te imaginas lo que es volver a nacer con cosas que son solamente tuyas. Piensas por ti mismo, actúas por ti mismo, respiras por ti mismo. El miedo y el dolor desaparecen. Una de las cosas que hice fue desprenderme del miedo. Yo pensaba que no tenía miedo, pero en ocasiones había asociaciones que me llevaban a él. Tuve que trabajarme mucho el lóbulo central del cerebro para eliminarlo. Ahora soy un ser libre. El Carlos Ann que vosotros conocéis ha quedado atrás, tengo sus recuerdos y sé quien era, pero soy un hombre nuevo. Estoy completamente vacío, ahora estoy nuevo. Tengo la energía de un chaval de ocho años.
La verdad es que es la primera vez que escuchamos relatar un proceso tan peculiar. Si te parece volvamos a lo estrictamente creativo. ¿Cuál ha sido el criterio a la hora de elegir los temas que serían incluidos en “Recuerdos y Fetiches”?
Carlos: No ha habido ningún criterio, si ahora tuviera que volver a seleccionarlas pocas de estas canciones aparecerían. Creo que entraron las que me apetecieron en el momento en que lo estaba haciendo. Soy tan cambiante que de un día a otro podría haber incluido muchas otras.
También has grabado algunas canciones nuevas que esperamos no hayan venido precedidas de aquellos ataques de ansiedad que nos comentabas que te ocurrieron con los temas que dieron vida a “El Tigre del Congrés”…
Carlos: Hemos introducido dos canciones nuevas, “Inventaré” y “Tres Amores”. Esta última salió del tirón como ocurrió con muchas de las que se incluyeron en el “El Tigre del Congrés”, la diferencia es que ya controlo los ataques. Aquello me ocurría porque las canciones no eran mías, sino que venían canalizadas.
¿Canalizadas?
Carlos: Sí, canalizadas. Me refiero al hecho de que se puede sintonizar con el canal que quieras. Con el de Cristo, John Lennon o con el de unos extraterrestres.
Antes nos comentabas que ha habido que regrabar y volver a producir los temas que han entrado en la selección final de “Recuerdos y Fetiches”. ¿Ha sido un trabajo muy duro?
Carlos: Ha exigido mucho esfuerzo, sinceramente. De hecho yo lo quería editar el año pasado pero una vez que ya estaba terminado, lo volví a hacer otra vez. Veía que algunas canciones a nivel de sonido no me encajaban. Hubo muchos cortes que finalmente se quedaron fuera porque no conseguí hacerlas pasar por este momento concreto.
Veinticinco canciones que son el perfecto resumen de la carrera de uno de los músicos más multidisciplinares, autónomo y arriesgado de cuantos abundan en nuestro panorama. ¿Qué valoración haces al mirar atrás y ver todo lo que has hecho en estos primeros quince años de carrera?
Carlos: Ha sido todo muy cambiante. Es el aspecto positivo de la independencia real, no tienes que repetir disco ni formula. Al acabar un álbum puedes llevarte la contraria y empezar a trabajar a la inversa. Seguramente en países como Francia los artistas que son muy independientes pueden trabajar así, pero en España no. Aquí los discos se repiten uno tras otro. Creo que es uno de los cánceres de la independencia. Ves a los músicos y te preguntas porqué repiten sus obras. También es cierto que cada uno elije el camino que quiere tomar. En mi caso al analizar el primer disco y el último me doy cuenta de que no hay nada en común.
¿Se ha quedado algo por el camino que te hubiera gustado hacer?
Carlos: Siempre hay cosas que con el paso del tiempo te hubiera gustado hacerlas de otra manera. Yo cuando acabo una obra suelo quedarme muy satisfecho por lo que no pienso en qué me queda pendiente. Un disco es una parte de tu vida y en ella tienes aciertos y errores. El día a día te deriva a según que mareas. Yo estoy contento con todas las etapas, porque tengo claro que he sido sincero en ellas. En cada momento he hecho lo que realmente sentía. Ahora soy otra persona, siempre vamos cambiando, y más después del cambio que os he comentado, por lo que empiezo una nueva etapa.
Para ti debe ser todo un honor el hecho de mirar la nómina de amigos que han colaborado contigo a lo largo de todos estos años y que como no podía ser de otra forma también están presentes en “Recuerdos y Fetiches”.
Carlos: La verdad que reconforta el hecho de verte rodeado de una serie de artistas a los que admiras. Creo que es de las mayores satisfacciones que hay en la música. En realidad las carreras musicales son tan individualistas y casi solitarias que ver esto da a alegría. En cierta medida es comparable al hecho de poder invitar a un montón de amigos a una fiesta. Aunque también debo decir que el otro día vino un periodista mexicano que está escribiendo un libro sobre Panero y le preguntó por mí y Leopoldo le comentó que yo le quería asesinar. (Risas)
Nos gustaría hacer un pequeño repaso por los nombres que han colaborado en “Recuerdos y Fetiches”, para qué nos cuentes qué han aportado a tu carrera y el motivo por el que aparecen en el álbum. Si te parece empezamos por la terna compuesta por Bunbury (“Hada”), Shuarma (“Rusa-Rumana) y Morti (“Reír en la Oscuridad”).
Carlos: Shuarma y Morti viven en Barcelona al igual que yo, son personas con las que coincido bastante a menudo. Enrique ahora vive en Los Ángeles, la última vez que lo vi fue en noviembre cuando estuve tocando en el Roxy, donde acudió a verme, estuvimos dos o tres días juntos y lo pasamos realmente bien. Debo decir que soy muy buen amigo de todos ellos y aunque no siempre nos veamos, nos escribimos bastante a menudo.
Otro mito que ha colaborado contigo es Phil Manzanera (“Si tu Quieres mi Princesa”). ¿Qué puedes decirnos de él?
Carlos: Cuando hablé con Phil le dije que quería que introdujera unas guitarras muy del estilo Roxy Music de la primera época, muy glamurosas, y ahí están. Él aparte de un gran productor y músico es una de las pocas personas que aman lo que hace de una manera visceral. Estoy muy contento de que haya colaborado conmigo. Cuando empecé a escuchar música Roxy Music era uno de mis grupos favoritos y continua siéndolo. Quién me iba a decir que iba a colaborar con Phil al cabo de los años.
La relación con Howie B si que parece que viene de más lejos, ¿verdad?
Carlos: Ya trabajamos juntos en “Entre Lujos y Otras Miserias” y ahora vuelve a estar ahí. Para mí es un productor de referencia dentro de la escena y eso lo demuestra la cantidad de trabajos que ha realizado.
Y qué decir de la especial relación que mantienes con Mariona Aupi (“Vámonos al Mar”) tu compañera en Santa N.
Carlos: Yo admiro mucho a Mariona como cantante y como artista. Ella misma fue quien eligió la canción. Es de las que más le gustan de mi repertorio. Además es una canción muy femenina, hay canciones que son masculinas, otras femeninas y otras son hermafroditas, creo que ella ha ensalzado ese aspecto. De hecho con Mariona seguimos trabajando, actualmente le estoy produciendo su disco en solitario. Además de eso creo que ha metido coros en “Tres Amores” y en “El Pozo del Lamento”.
Otro ilustre de nuestro panorama al que has invitado es a Nacho Vegas (“El Pozo del Lamento”). ¿De dónde surge la relación con él?
Carlos: A Nacho le conozco del proyecto “El Tiempo de las Cerezas”, del que yo acabé por desvincularme. En realidad nos conocimos en la gira del “Freak Show” de Bunbury. En principio aquel disco se iba a grabar entre Enrique, Adriá Puntí y yo, después se le comentó la idea a Nacho. Primero se desvinculó Adriá y al final yo decidí seguirle. Hicimos varios ensayos, grabamos algunas cosas en Gijón y Zaragoza, y nos pasamos tres semanas en Cádiz. A medida que el disco se desarrollaba veía que tenía poco que ver conmigo, ya que el rollo folk no me interesa lo más mínimo. Creí que lo más honesto era desaparecer porque no me sentía nada cómodo. Lo correcto era que el trabajo lo acabaran ellos. La canción que él ha grabado es de aquel período y debo reconocer que aquel fue un día muy especial.
Quizás de todos lo músicos invitados el artista con el que vemos que compartes más cosas en común es con Javier Corcobado (“El Desierto”), a él te une una forma de escribir parecida, el gusto por la heterogeneidad y vuestra conexión con México.
Carlos: Javier en México es muy conocido, allí le va muy bien. Con él, como bien comentas, tengo muchos puntos en común. Es una persona muy pasional, le encanta dejarse la piel en todo lo que hace. Parte de su último trabajo, “Luna que se quiebra sobre la tiniebla de mi Soledad”, ha sido grabado en mi estudio de Barcelona, e incluso ha hecho algunas cosas para futuros discos míos. Siempre estamos pensando en hacer algo juntos, es probable que este verano sea la oportunidad perfecta. De su discografía destacaría un álbum como “A Nadie”, que me parece muy grande. También me gusta que haya acercado en su último trabajo canciones de otros artistas a su micromundo, creo que está muy conseguido, y eso que a mí los discos de versiones me cuestan mucho.
A Loquillo le ha tocado cantar contigo en una canción muy varonil (“Cuando saliste de la Cárcel”), además su caso es paradigmático puesto que se trata de un mito que últimamente no para de hablar maravillas de ti.
Carlos: La verdad que para mí Loquillo es el músico actual que está en mejor forma. Creo que ha conseguido hacer un show muy francés pero de mucho nivel. Además me parece una de las personas más integras del mundo de la música. Es un provocador nato siempre lleva la contraria a todo el mundo, se caga en todo. A mí me encanta porque la gente que siempre intenta quedar bien me crea mucho rechazo. Los artistas no pueden quedar bien ni deben querer quedar bien. Lo que ocurre es que hay miedo a no ser publicado, cosa que a veces es mejor. Al leer lo que decía de mí en un artículo recientemente me quedé parado. Básicamente porque él no tiene necesidad de hacerlo y lo hace. Por otro lado grabar con él fue una experiencia muy grande. Estamos hablando de un veterano que tiene más energía que muchos de veinte y que no mira para atrás. Las charlas que mantengo con él siempre son de lo más interesantes.
También hay una doble colaboración que nos ha llamado mucho la atención. Es el caso del binomio padre e hijo Jodrowsky- Adanowsky (“Bala Perdida”). Creo que os une algún vínculo cinematográfico. ¿Cuál es tu relación con ellos?
Carlos: En su día apoyé el proyecto cinematográfico de Jodorowsky poniendo un anuncio en mi web. Él lo que buscaba era financiación por lo que decidí propagarlo por si alguien estaba interesado en el proyecto. Mi relación con ellos es muy buena. Hace tres años estuve en París con Jodorowsky en compañía de Mariona, allí grabamos algunas canciones musicalizando sus textos.
Nos ha gustado particularmente, como amantes del cine de terror que somos, observar que también se han dejado caer por el estudio de grabación directores como J. Balagueró, Paco Plaza o A. Lesam- (“Inventaré” y “Vudu”). ¿Cómo surgió la idea de que colaboraran en “Recuerdos y Fetiches”?
Carlos: Son amigos míos de correrías con los que quedamos un día en el estudio. Surgió la oportunidad de hacer una canción y grabarla. Me gustó tanto que decidí ponerla en el recopilatorio porque era algo nuevo. Todos metieron sus voces en la composición. A día de hoy son algunos de los mejores directores de cine de terror de nuestro país.
Antes has comentado que este recopilatorio supone el final de una etapa y el comienzo de una nueva. ¿Qué nos vamos a encontrar en ella?
Carlos: Ya estoy inmerso en la nueva etapa. Sobre todo me planteo no repetir, que hasta ahora no lo he hecho, pero quiero huir de eso. Lo que voy a hacer es romper con los formatos escénicos, musicales y visuales. Estoy trabajando en algo nuevo relacionado con la fusión con artistas de otras disciplinas.
¿A nivel personal que buscas en este nuevo ciclo?
Carlos: Primero quiero pasármelo bien. En la música, como en la vida, si no te lo pasas bien no tiene sentido. Actualmente el mundo musical está lleno de quejas y la queja es contagiosa. Hay que huir de eso. También intento aprender cosas nuevas para no aburrirme. Me apetece divertirme con lo que hago. Estoy en mitad de un proceso que me tiene en contacto con una serie de elementos que están fuera de la tierra.
Eres uno de los artistas más arriesgado y heterogéneo de nuestro panorama musical; uno de esos que no intenta agradar ni quedar bien. ¿Es complicado hacer música sin realizar ningún tipo de concesión de cara a la galería?
Carlos: Es complicadísimo. Para intentar editar los discos he tenido que liar a muchas personas. Yo soy de barrio y no he tenido un papá que me echara una mano. Para grabar un álbum he tenido que hacer mil temeridades. A pesar de eso hay que continuar en la lucha.
¿Cómo te sientes al ver la calurosa acogida que tienen tus discos y directos en países de Latinoamérica, tal y como ocurre en México?
Carlos: Yo hace ocho años que trabajo en México, allí se entra o no se entra. Aquí la gente piensa que en aquel país cualquier persona entra y funciona. Eso es mentira, es un país muy difícil. Personalmente tuve la suerte de hacerlo porque una de las canciones de Bushido, “L´Amour”, se hizo muy popular. Fui y me quedé parado ante el recibimiento que me brindaron. Me acogieron con los brazos abiertos de forma natural y fácil. México tiene un canal underground fuerte que logra congregar mucha gente en sus conciertos, cosa que aquí en España no pasa.
Eso que comentas es algo paradigmático, no sé si hasta cierto punto puede resultar incluso molesto.
Carlos: La verdad es que me da igual. Ha llegado un punto en que me da igual tocar ante veinte personas que hacerlo para cuatro mil. Llega un instante en que estás por encima del bien y del mal. Nada me afecta. Si la crítica es buena o mala, lo veo todo bien. Hace tiempo sí que me afectaba, ahora me da igual pero de buen rollo. Para mí ir a México ha sido una recompensa, igual que llenar el Roxy de Los Ángeles. Creo que hay que quedarse con lo bonito y lo bello de todo el trayecto. El éxito no es solamente vender discos o hacer conciertos, también lo es viajar, que la gente conozca tus canciones, conocer nuevas personas.
¿Cómo será la gira de presentación de “Recuerdos y Fetiches”? ¿Qué puedes adelantarnos al respecto?
Carlos: Girar con “Recuerdos y Fetiches” en España es complicado. Hace unas semanas estuve tocando con Charly Chicago en Burgos, él y yo solos. Quizás si hacemos algo en Madrid vengamos tres personas a presentarlo. No sé qué haré todavía. Tampoco quiero hablar de gira porque no me apetece armarla, ni pagar por alquilar una sala. Sinceramente no sé que ocurrirá. Me dejo llevar.
¿Cuáles son los planes que maneja a corto y medio plazo Carlos Ann?
Carlos: A corto plazo la verdad que en lo único que pienso es en la botella de vino que me tomaré esta noche, más que en cosas serias (Risas). Ahora mismo pienso en cosas muy sencillas. Desde ver a mis padres, que ya son personas mayores, a mis amigos, hasta cosas mucho más hedonistas.
Por: Javier e Iván González.
Fotos: Iván González.
Colaboración estelar: Jorge Bravo Crespo “El Gurú”.