Hace algunos días podíamos escuchar el disco póstumo de Antonio Vega. Después de una larga espera, cuando ya casi habíamos perdido las esperanzas de que alguna vez saliera a la luz, por fin lo tenemos ya en nuestras manos, y hemos de decir que la espera ha merecido la pena.
Publicado en formato disco-libro, con un diseño cuidado, con gusto y con el detalle de incluir letras manuscritas y dibujos que su amigo y compañero de batallas Basilio Martí atesoraba en su cajón. El disco incluye un doble CD con diecinueve canciones, registradas en tres de los cinco conciertos llevados a cabo en la gira, además de un DVD con seis de ellas grabadas en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián. Además, incluye un nuevo videoclip con el tema “Vapor” y un pequeño e interesante documental, donde aparecen los integrantes de la banda, relatando detalles de aquellos días. También aparece Carlos Vega, hermano de Antonio, quien ha estado trabajando para ver por fín publicada esta obra.
Para el álbum se pudo rescatar (tras un pequeño susto por no encontrarse en el disco duro) una canción nueva, “Antes de haber nacido” que además da título al disco. Una canción que sirve de ejemplo para comprobar que Antonio volvía a estar en todo lo alto
a nivel compositivo. Interesantes y poéticas frases: “Hasta aquí he llegado / Desde aquí he partido / Un camino sin descanso que buscó donde nacer / Antes de haber nacido”, y preciosas melodías las que dibujan las guitarras acompañadas por las teclas del maestro Martí.
Un disco donde se aprecia a Antonio Vega inspirado y trabajador, con ganas de continuar adelante con su carrera e ilusionado con la banda. Quiso poner toda su alma y corazón en este disco, y lo consiguió. La banda suena compacta, con empaque, los grandes músicos que le acompañan cumplen a la perfección, dotando a las canciones de un sonido contundente, guitarrero en la versión más rockera de un Antonio que vuelve a deleitarnos con una gran voz.
Para esta gira de teatros quiso variar y ampliar el repertorio al que tenía acostumbrados últimamente a todos sus seguidores, -no obstante la idea era la de ensayar prácticamente todo su cancionero- y aparte, ofrecer canciones casi olvidadas en sus directos. Temas a los que doto de nuevos arreglos, tal es el caso por ejemplo de “El sitio de mi recreo” o algunas canciones últimamente desaparecidas de sus conciertos como la maravillosa “Agua de Río”, “No me iré Mañana” de su álbum debut en solitario o la preciosa “La hora del Crepúsculo”.
El final de un ciclo
Un antes y un después hubiera sido el resultado de este disco doble, donde Antonio parecía últimamente estar más centrado en su instrumento, teniendo la idea de ir más allá, queriendo profundizar en la guitarra, experimentar con nuevos sonidos y recabar en próximos proyectos que tomarían caminos diferentes hasta ahora, ahondando más en lo instrumental, otra forma más de hacer poesía.
Uno de los grandes aciertos que tuvo Antonio en los últimos años, fue incorporar a José Barragán a la banda, aportando juventud, talento y dotando de nuevos bríos al sonido de la banda. También fueron muy especiales los conciertos en los que, de una manera más intimista, aparecían los dos sobre el escenario, disfrutando e improvisando con sus guitarras. Comenzó al lado de Antonio como profesor de guitarra y más tarde terminó por incorporarse definitivamente al grupo, acoplándose perfectamente entre las guitarras de su alumno aventajado y del gran Jorge D´amico.
Creo, de hecho, podría ser Barragán pieza clave en el resurgir de Antonio, a la hora de volver a coger la guitarra con ilusión y acometer sus nuevos proyectos, alentados por el voraz apetito de este joven guitarrista, dispuesto a comerse el mundo.
Eran varias las canciones nuevas que Antonio tenía en preparación para completar el álbum. Una parte del disco hubiera constado de canciones originales, canciones que quedaron sin acabar. La idea era mezclar las canciones más conocidas y clásicas de su repertorio con otras prácticamente olvidadas y algunas nuevas composiciones para estrenar en los mismos directos. Canciones revisadas como “Cada uno su Razón” (siempre sin olvidar su legado con Nacha Pop), “Pueblos Blancos” otra canción reciente casi desaparecida y que rescata del olvido y las conocidas “Lucha de Gigantes”, “Océano de Sol” o “Chica de Ayer”.
Un motivo de alegría para todos los seguidores de Antonio Vega Tallés, los cuales, la gran mayoría, no llegamos a poder verle dentro de la gira de teatros. Alegría también al poder ver concluido un material tan cuidado, después de las horas, esfuerzo, cariño y empeño puesto por Antonio para este trabajo. Ahora apena pensar en esas nuevas canciones que se perderán para siempre, aunque para siempre nos quedara su legado.
Por Alberto Vicente