Análisis del adelanto de Love of Lesbian

Love of Lesbian ha presentado tres cortes que avanzan su séptimo disco de estudio "La noche eterna. Los días vividos". Las canciones en cuestión son "Wio", "Los seres únicos" y "El hambre invisible"; y según parece, después de darles unas escuchas, estamos ante tres temas que ofrecen una respuesta positiva a la cuestión de "¿Podrán mantener el nivel de "1999"?".  

Como ya te comentamos sobre estas líneas hace una semana, es cuanto menos destacable que Love of Lesbian, una banda que tiene en el horizonte su 15º aniversario como conjunto musical, afronte en este 2012 un año clave y fundamental para su carrera musical, pues la ampliación de su legión de seguidores con el ya citado “1999” (2009), ha generado sobre ellos una responsabilidad añadida.

Sin embargo, la conclusión a la que uno llega después de escuchar las tres canciones, es que no han fallado ni vacilado en su intento por mantenerse la calidad y ofrecer un producto que contente a todos sus seguidores (y que posiblemente llegue aún a más gente), pues se han quitado la presión a base de sintetizadores, marcadas percusiones, "ritmos de la noche" y voces con cambios de plano y efectos, que nos traen así a los Love of Lesbian ya conocidos en sus dos últimos discos, pero con un espíritu más nocturno, canalla y rítmico.


Un potente sintetizador apoyado sobre unas guitarras que le sirven de fondo nos dirigen a una atmósfera sombría, que pronto se ilumina con la percusión y la voz de Santi Balmes creando un tema muy pegadizo que sigue los canones de todo tema pop (compases-estribillo, compases-estribillo), donde el vocalista libera su voz, creando una canción que amenaza por convertirse en uno de los temas más escuchados en los próximos meses.
 


El sintetizador vuelve a romper el hielo, aunque ya desde el principio marca una canción de corte más sentimental. Tenemos un tema que recuerda a "1999", pero ofreciendo una melodía más clara y lúcida, que definida por un espíritu trágico-cómico, presenta a un Santi Balmes que se mueve hacia planos más optimistas, pasando de recitar a hablar para acabar gritando, todo ello mientras da forma al conjunto un armónico teclado. Preciosa canción. Si todo el pop español fuera así no habría complejos.


Ahora cambiamos de tercio, hemos ido del ritmo a la intimidad. Sin embargo, no hemos abandonado la importancia de los teclados, que ahora con una batería electrónica y una pandereta configuran un tema profundo y reflexivo con un ritmo muy marcado (que termina asimilándose a una marcha marcial) que te mueve la cabeza asintiendo sin parar.



Así que sólo queda ahora una pregunta ¿cuántos días quedan para el 22 de mayo?

Por: Rubén López
ruben@elgiradiscos.com