The New Raemon, Francisco Nixon & Ricardo Vicente- Tres Cuerpos en el teatro


Teatro Lara, 15 de Marzo de 2012, Madrid.

Tocar en un teatro tiene sus complicaciones, en primer lugar tener que esperar que termine la última función, desmontar el escenario, probar sonido, y luego después, por  si eso fuera poco, empezar a una hora tardía un concierto en el que siempre están, en cierta medida, presentes las prisas por terminar.

Todos estos inconvenientes a los que hacemos referencia lastraron, sin duda alguna, la actuación de Los Tres Cuerpos; o lo que es lo mismo, la unión sobre las tablas de tres grandes del indie patrio como son Ramón Rodríguez, Fran Nixon y Ricardo Vicente, que aunque si bien es cierto nos regalaron momentos a la altura de muy pocos, al César lo que es del César, también mostraron ciertos tics que nos invitan a pensar que la cosa, con las circunstancias adecuadas, podría haber sido mucho mejor.

Empezaron con dos canciones de Ricardo Vicente Todos tus Caballos de Carreras” y “El Palacio de los Gansos”, un par de grandes composiciones que se quedaron cortas de apoyo instrumental con la sorprendente batería de Ramón Rodríguez (The New Raemon), que parecía disfrutar de su nueva labor tras las baquetas, y el único apoyo en la otra guitarra del Nixon.

Después le tocó el  turno al propio Francisco que nos volvió a emocionar con la sencillez de “El Novio de tu Hermana”, o la muy coreada “Bares de taxistas”, y es que quién no se ha encontrado en uno de estos bares-after con alguna chica como la que aparece citada en el texto de la canción. A renglón seguido fue otra vez Richi el que tomó la voz cantante en “El milagro de Milán”, corte con el que la actuación subió en intensidad un par de peldaños, gracias, en buena medida, a unos efectivos coros de Ramón, que lograron que todo se cohesione y comenzara a sonar como era debido.

El propio Ramón se excusó de la dificultad de montar todo tan rápido (como una película de Louis de Funes) y ya a la guitarra nos deleitó con “Un Apocalipsis” y “Repartiendo el Sombrero”, para estrenar, sin solución de continuidad, un nuevo tema que se quedó fuera del disco y que aparecerá próximamente en un single que responde al título de “Esto no puede estar Pasando”. No fue la única sorpresa de la noche, pues Fran también tocó el inédito aun “Cuidado no os Equivoquéis”.

Tras la crepuscular “Las viejas Luces”, en la que el artista catalán había vuelto a acaparar el protagonismo vocal, cada uno de Los Tres Cuerpos atacaron temas de sus respectivos repertorios.

El primero en hacerlo fue el asturiano que desgranó “Inditex”, de su álbum “El Perro es Mío”, con baile incluido, “Adoro a las pijas de mi Ciudad”, corte que alumbrara en la personal aventura que bajo el nombre de La Costa Brava le unió al siempre querido y recordado Sergio Algora, con referencia incluida al nuevo anuncio de Loewe, y la que probablemente sea una de sus mejores canciones,“33.

El siguiente en salir a escena en solitario fue Ramón que comenzó con su celebre versión de Nueva Vulcano, Te debo un baile”. Tras ella se acercó al micro para explicarnos que la canción que más le costó escribir en su día fue “La Dimensión Desconocida”, corte que abordó con un ímpetu inusitado; para volver a tomar la palabra para hacer un comentario de lo más sincero, “Ahora tocare la única canción que es un hit de mi repertorio, aunque la letra me da mucha vergüenza, fue la primera canción que escribí en castellano cuando estaba en Madee”, esa canción era “La Cafetera” que fue recibida con jubilo por el público que casi llenó el Teatro Lara la noche del pasado Jueves.

El turno final fue para Richi que únicamente pudo interpretar “Notre Dame”, dada la prisa que se tenían que dar por finiquitar la velada; tanta que solo les dio tiempo a interpretar, ya de nuevo juntos, un postrera “Museo Británico” que el respetable celebró y disfrutó, llegando al extremos de esperar, inútilmente, tras su finalización por si caía algún regalo más. Sin embargo no hubo ningún bis, y todos los que nos acercamos a presenciar el espectáculo abandonamos el recinto con la sensación agridulce de que aquello podría haber sido mucho más grande de lo que fue.

Esperemos que pronto vuelvan a nuestra ciudad, y que cuando lo hagan nadie, ni ellos ni los oyentes, tengan que enfrentarse a esas absurdas restricciones de horarios y a esas prisas. Seguro que entonces la intensidad y la emoción del espectáculo se desborda, pues tablas y canciones tienen para ello.

Texto y fotos: Jorge Bravo Crespo “El Gurú”