“Después del empacho de guitarras limpias y
acústicas del disco anterior, nos apetecía cambiar”
El pasado veinte de Febrero veía la luz el octavo
disco de estudio de La Habitación Roja, “Fue Eléctrico”, un trabajo claramemente
más guitarrero y vital que su anterior entrega, “Universal”, en el los
valencianos más señeros dentro de nuestra escena alternativa volvían a dejar
constancia de la facilidad que tienen para facturar canciones de pop-rock
repletas de fuerza y sentimiento que aún hoy, más de una década y media después
de su debut, siguen sorprendiéndonos más que gratamente, hasta el punto de
poder afirmar que creemos que éste su hasta la fecha último álbum pasará a
considerarse en no mucho tiempo como parte de lo mejor de su ya dilatada
discografía.
En una soleada mañana de hace algunas semanas tuvimos
el placer de mantener una más que interesante charla con los dos guitarristas
de la banda, Pau Roca y Jordi Sapena, a la que por un breve espacio de tiempo
se unió su vocalista y principal letrista, Jorge Martí; ellos fueron los
encargados de contarnos los pormenores de “Fue Eléctrico” y también de
hablarnos de toda la actualidad, pasada, presente y futura, de uno de los
grupos más importantes del pop de nuestro país.
Acabáis de publicar “Fue
Eléctrico”, vuestro octavo disco de estudio, un trabajo que, como nos
comentasteis hace unos meses, con motivo de una entrevista para hablar de “Para
Ti Vol 2”, pretendíais que fuera un disco “más intenso, eléctrico y ruidoso que
el anterior”. ¿Creéis que el objetivo está conseguido?
Pau: Sí, creo que hemos acertado en el estudio al
conseguir que fuera un disco más eléctrico e intenso, que era nuestro objetivo.
Por otra parte los temas que teníamos compuestos requerían este tipo de texturas
por lo que ha sido bastante sencillo que todo saliera. No ha sido un disco nada
difícil de realizar, lo cual siempre es positivo.
Jordi: Creo que esa idea inicial se ha conseguido. Estamos
muy contentos con las canciones y con cómo ha quedado todo.
Sabemos de igual modo que
durante el proceso de preparación habéis disfrutado muchísimo. ¿Qué ha tenido
de particular el proceso de composición de éste álbum?
Pau: Si tuviera que destacar algo sería el hecho de que las
canciones en sí no han requerido de mucho esfuerzo. Son bastante sencillas, que
es algo bastante difícil lograr. También es verdad que hemos rescatado
canciones antiguas, por lo que no ha habido que preparar muchas nuevas. Ahora
estamos empezando a ensayar y todo suena de maravilla. Es como cuando ves jugar
al Barcelona, parece fácil. (Risas)
Os ha salido un disco más
crudo y guitarrero, cargado de ambientaciones que buscan la belleza formal,
dando forma a trabajo que además supone un alejamiento de “Universal”. ¿A qué
responde este hecho?
Pau: Son trampas que todos los grupos, e incluso todas
las personas, ponemos. Es como cambiar de restaurante cuando sales a cenar con
la novia. Después del empacho de guitarras limpias y acústicas del disco
anterior, nos apetecía cambiar. Creo recordar que en “Universal” grabé dos
distorsionadas nada más.
Jordi: Es a lo que te induce el haber estado haciendo todo
lo contrario durante los dos últimos años. Lo necesitas. Además después de
hacer ochenta o noventa conciertos con “Universal”, nos apetecía cambiar y
hacer canciones que pueden funcionar aún mejor en el directo.
No sé si podríamos hablar
de un trabajo que quizás se mueva en una línea cercana a lo que ya nos mostrasteis
con “Cuando ya no Quede Nada”, “Nuevos Tiempos” e incluso “Largometraje”.
¿Tenéis esa percepción?
Pau: Totalmente. Quizás si cambiáramos un par de
canciones de esos discos para incluirlos en éste, no se notaría. A lo mejor en
algún aspecto de producción, por la forma de tratar la voz o los efectos de Steve
Albini, pero por lo demás es cierto que siguen una línea parecida.
Jordi: Yo creo que hay canciones como “Norge” que podría haber
aparecido en “Largometraje”, es un tema largo, con muchos arreglos, teclados,
con una letra oscura. Sin embargo, otras como “Resplandor” podrían haber estado
en “Nuevos Tiempos”, por ser un corte mucho más guitarrero.
El disco ha sido producido
por Santi García. ¿Cuál creéis que ha sido su principal aportación?
Pau: Creo que ha propiciado un ambiente muy relajado de
grabación. No es su labor, pero es súper importante. El estudio es un sitio
sensible para que aparezcan tensiones. Ha fomentado un clima en el que ha sido
muy sencillo grabar. Lo ha llevado todo muy bien. Además ha clavado el sonido.
Las pocas cosas de producción que ha hecho han sido claves. No ha hecho mucho,
pero sí todo muy acertado.
Jordi: Ha pulido algunas cosas en la producción que a
priori, cuando estábamos grabando, no nos parecían importantes. Sin embargo,
después escuchando el disco en casa, se notan. Nos hemos dado cuenta de que
tenía muy claro las cosas a pulir.
Un trabajo que en lo
musical trae reminiscencias de bandas internacionales como My Bloody Valentine,
Stone Roses, The Cure o Echo and The Bunnymen, en el aspecto internacional, que
se reflejan a la perfección en cortes como “El Resplandor”, “Siberia” o “Norge”,
aunque sin perder de vista los sonidos más actuales. ¿Nos hemos dejado alguna
referencia por el camino?
Pau: No, la verdad que no. Muchos de ellos han sido mencionados durante la grabación.
Jordi: Yo creo que con todo lo que citas se cierra en
cierta medida el círculo. Los sintes con distorsión que hemos utilizado nos
entroncan con My Bloody Valentine, las guitarras de doce cuerdas con Echo and
The Bunnymen, y algunos otros tics con Stone Roses.
En “Cielo Protector” los
referentes internacionales desaparecen para hacernos pensar en cierta medida en
grupos nacionales de los años ochenta como La Mode o La Dama Se Esconde, bandas
a las que habéis homenajeado en los ya mencionados “Para Ti Vol 1 y 2”.
Pau: Son grupos que nos gustan mucho. No queda muy bien
reivindicarles, quizás por la carrera que tuvieron, pero les hemos escuchado
mucho. En mi caso por influencia de Jorge al que le gustan mucho. Personalmente
considero que está muy bien tener influencias más cercanas.
Por cierto, un inciso
ahora que hablamos de vuestros álbumes de versiones, el hecho de enfrentarse a
canciones ajenas, trabajar sus estructuras, cambiarlas en muchos casos, en definitiva
hacerlas propias, ¿se ha reflejado de alguna manera a la hora de trabajar
vuestras propias composiciones?
Jordi: Yo creo que hubo dos canciones en “Para Ti Vol.2”
que son “El Arrozal” e “Imágenes”, de El Pecho de Andy y de Glamour
respectivamente, que nos abrieron un camino en el que investigar para nuestras
canciones, sobre todo en el aspecto de sintes, distorsiones y guitarras.
Siempre es positivo tocar canciones de otros. Varían las estructuras, las
ruedas de acordes, los arreglos a los que uno está acostumbrado. De esa forma
se abren vías nuevas que puedes utilizar.
¿Responde el hecho de
sonar tan ochentero a la cuestión de haber sido las bandas de ese período las
primeras que os hicieron sentir un apego especial por la música?
Pau: Es innegable que estamos hablando de una gran época,
con bandas como The Smiths, New Order, Echo and The Bunnyme.
Jordi: A mí personalmente, aunque soy más joven, las bandas
de finales de los ochenta y principio de los noventa son las que más me gustan.
The Wedding Present, Sonic
Youth, The Jesus and Mary Chain o My Bloody Valentine, me parecen grupazos.
De lo que no cabe duda es
que las letras, casi todas ellas, desprenden un pequeño halo de insatisfacción.
Con una temática predominante que habla de desamor, de relaciones perdídas y
hasta un pequeño poso de arrepentimiento. ¿De dónde surgen este tipo de letras?
Jorge: Hay muchas letras que tienen un doble sentido. Me
gusta hacer paralelismos con las relaciones de pareja o humanas, pero que hagan
referencia a un trasfondo más amplio que pueda entenderse desde lo político o
social. Creo que “Indestructible” o “Norge”, tienen algo de eso. Por otro lado
durante los dos últimos años he pasado por una serie de cuestiones personales
que me pusieron en jaque. Problemas de salud de mi pareja, y circunstancias que
te golpean fuerte y te hacen replantearte situaciones. Tuve una temporada que
la pasé en estado de sitio. Estaba muy frustrado y eso se refleja en las
letras. Me he enfrentado a problemas bastante graves. Todo se complicó. En la
temática hay mucho contraste entre el pasado y el futuro, de ahí el toque de
melancolía y frustración. De preguntarme cómo había podido pasar eso. He
intentado convertir esa vivencia personal en algo fuerte con lo que la gente se
pudiera sentir identificado. Creo que eso es lo más grande de la música. Poder
transformar todo lo que me ha ocurrido en canciones. Ahora me siento más
liberado, he aceptado las cosas y creo que ciertas tormentas pueden superarse.
Es que hasta cuando elegís
un lugar evocador como título de una composición, me refiero a “Annapurna”, abordáis
una temática complicada.
Jorge: El Annapurna
es la montaña más peligrosa del Himalayísmo. Es una montaña sagrada de Nepal.
Curiosamente cuando conocí a mi pareja, ella venía de hacer un viaje por Asia y
había estado en aquel campo base. Siempre he sentido atracción por las
historias épicas de aventureros y montañeros, me pareció una metáfora de la
vida. En el fondo no es más que una escalada o una lucha para conseguir lo que
anhelas, e incluso en ocasiones sobrevivir. Durante este período oscuro al que
antes hacía referencia tuve conocimiento de la historia de un montañero
español, Tolo Calafat, que perdió la vida en el Annapurna. Fue una historia que
me conmovió, porque desfalleció y les dijo a sus compañeros de expedición que
se quedaba ahí. Llegó a hablar con su mujer por teléfono vía satélite hasta que
dejó de atender las llamadas. A raíz de ahí, empecé a leer sobre montañismo
clásico y la historia de Iñaki Ochoa de Olza, otro ejemplo de amistad y
compañerismo, en el que algunos amigos le acompañaron hasta el final. En cierta
medida esa canción habla de lo que me ocurrió a mí. Además creo que tiene connotaciones
para ser puesto en relación con lo que está pasando ahora en España y en el
mundo. Parece que de pronto todos nos estamos quedando sin fuerza en el
descenso.
Es cierto que con lo que
está pasando actualmente hacer letras alegres debe ser algo realmente difícil.
Jorge: Igual hasta quedaría “naif” hacer eso. Quizás nadie
se lo creería. No lo sé, tampoco hago letras con premeditación. Para mí la
música siempre ha sido fiel compañera, ha estado ahí cuando la he necesitado
para acompañarme. No cambia las cosas pero recorre el camino a tu lado. En este
caso es mi medio de canalizar las cosas negativas que me ocurren para
convertirlas en algo positivo. Es algo muy sencillo, pero a la vez muy bonito. Le debe mucho a la música. Es
un don poder hacer canciones que me hace sobrellevar la soledad y la distancia.
Vivo en un sitio muy aislado, con otra cultura, con un clima hostil, y la música
siempre está ahí conmigo.
El primer single que ha
visto la luz es “Ayer”. ¿Por qué habéis elegido esa canción?
Pau: Tiene mucho ritmo, un buen riff de teclado, además
repite mucho una misma frase. Aunque personalmente mi favorita del disco es
“Siberia”
Jordi: No es la más representativa del disco, pero por
ejemplo sí que creo que es la más single. A mí la que más me gusta es “El
Resplandor”, pero también reconozco que es más radiable “Ayer”.
Además creo que ya habéis
acabado de rodar el videoclip de la misma, del que se ha encargado
Pablo
Maronda. ¿Qué podéis decirnos al respecto?
Pau: Nos da un poco de miedo. (Risas)
Jordi: Del video se encarga como bien dices Pablo Maronda.
Lo mejor es que no salimos y que nos han dicho que el chico y la chica son
guapos (Risas). Ya está grabado. Nos pasó un guion y nos comentó que iba a ser
una visión paródica de una relación de pareja.
Pau: Viendo el guion puede molar mucho o puede ser una
mierda (Risas). Lo cierto es que hemos visto los videos que hace para su grupo
y los que ha dirigido para Sr. Chinarro y nos gustan bastante. Estamos
expectantes por verlo.
Hace un instante citábamos
la situación de crisis generaliza que a todos afectos durante los últimos años
que sin embargo para La Habitación Roja han supuesto los de vuestra
consagración definitiva como grupo, hasta el punto de ganaros el honor de ser
calificados como míticos del pop independiente. ¿Cómo vivís este hecho?
Pau: Ha sido un proceso que se ha dado poco a poco, sin
grandes sobresaltos. Ahora nos van bien las cosas. No tenemos grandes penurias
económicas. Hace unos días comentaba, medio en broma, que de todos mis amigos
al final el que tiene el trabajo más estable soy yo, cosa que hace unos años
parecía todo lo contrario. Con la que está cayendo poder decir eso no es poco.
También es cierto que estamos acostumbrados a saber manejarnos en el alambre,
con épocas en las que hemos tenido más y también menos. Al final aprendes a
derrochar cuando tienes y comer arroz cuando no (Risas).
¿Creéis que vuestra
historia demuestra que, en la mayoría de los casos, la música es una carrera de
fondo?
Pau: En España hay poco ejemplos. De nuestra generación
están Los Planetas y poca gente más. Debe haber muy pocos grupos que tengan
ocho discos en el mercado. Quizás nuestro caso sea comparable al de Niños
Mutantes, que han ido creciendo disco a disco. Además a mi me gusta mucho lo
que hacen.
¿En algún momento pensasteis
en tirar la toalla?
Pau: Quince años han dado para todo, pero yo creo que
jamás nos hemos planteado dejarlo. Sí que hemos pasado por períodos, de dos o
tres meses, de distanciamiento del grupo para relajarnos, pero siempre ha sido
más por cosas nuestras que por problemas internos. Ha habido momentos jodidos
que se han vencido a base de tocar y hacer canciones.
Ahora son “Días de Vino y
Rosas” para vosotros, hasta el punto de que casi todos estáis inmersos en
proyectos paralelos de relativo éxito. ¿Qué os aportan aventuras como Litoral o
Maronda?
Pau: Nos aportan muchos quebraderos de cabeza, pero
también satisfacción. Personalmente me gusta hacer canciones, grabar y trabajar
sobre otro tipo de texturas. En Litoral cambiamos de lengua de expresión, de
forma de hacer y hasta de guitarra.
Jordi: Yo creo que al final no todas las facetas artísticas
caben dentro de La Habitación Roja, por lo que los proyectos paralelos vienen
bien para eso. Somos músicos y hacer música es lo que mejor se nos da. Si hay
tiempo libre y ganas, este tipo de proyectos son interesantes.
Pau: No deja de ser una forma de mantenernos al día.
Jordi hace de técnico, Marc produce y yo hago de Dj. Es cierto que hay gente
que cuando tiene un éxito relativo suelen apartarse del mundo donde surgen las
ideas. A nosotros nos ocurre todo lo contario, nos falta tiempo. Lo último que
he hecho, de la mano de un amigo, ha sido meterme en un grupo “ruidoso” del que
ya tendréis noticias.
Después de ocho discos en
el mercado y un montón de conciertos. ¿Cuál es el objetivo de La Habitación
Roja con cada paso que da?
Pau: Ninguno en especial. Sinceramente lo que mandan son las canciones, siempre ha sido así.
Mientras haya canciones que todos consideremos buenas, seguiremos ahí. Yo creo
que esa es la clave de los grupos. Cuando las bandas empiezan a imitarse así
mismo es cuando llegan los problemas.
¿Qué planes de futuro
manejáis a corto y medio plazo?
Jordi:
En principio
nuestra idea es hacer la gira de salas durante los próximos meses. Después
llegarán los festivales de verano, y ya para después, si se puede, volveremos a
los sitios que queden pendiente, repitiendo parada donde se pueda. Creo que
todo va a ir muy bien y vaticino una gira larga.
Por
cierto con semejante bagaje a vuestra espalda, ¿no os habéis planteado la
grabación de un álbum en directo repasando vuestros mejores temas en vivo?
Pau:
No nos motiva
demasiado. Creo que eso es para el heavy. Yo soy fan de los grandes directos
del mundo del heavy como los hicieron Deep Purple, Iron Maiden, Scorpions,
AC/DC o Led Zeppelin. Quizás vería más probable la edición de un Dvd.
Jordi:
A mí más que
eso me apetecería tocar y grabar en un estudio, en el que poder estar ancho y
con un número reducido de público presente delante. Creo que podría quedar muy
bien.
Por: Javier González / javi@elgiradiscos.com