Gran triunfo de Enrique Bunbury en La Riviera, que consiguió llenar cuatro noches y en las que volvió a demostrar lo gran artista que es. El giradiscos no podía faltar a la cita y estuvo presente el viernes en el segundo de sus conciertos madrileños. Había muchas ganas de saber como plasmaría en directo “Licenciado Cantinas”, su nuevo disco con versiones de canciones latinoamericanas llevadas a su terreno.
A la hora en punto la banda comandada por Jordi Mena a la guitarra, Robert Castellano al bajo, Álvaro Suite a la otra guitarra, Ramón Gacias a la batería y el maestro Jorge “Rebe” Rebenaque al teclado, hacían su aparición para
hacer el instrumental “El Mar, el Cielo y Tú”.
hacer el instrumental “El Mar, el Cielo y Tú”.
Enrique se hizo de rogar y por fin apareció en escena con el traje típico de llamas de Elvis en Las Vegas y una sonrisa franca, entre los gritos del público, que lo adoran, y es que Bunbury desde que dejara Héroes ha construido una carrera sólida y sin un paso en falso. El primer tema en sonar fue “Llévame” y ya desde el primer momento se vio al cantante en plena forma, con esa intensidad y dramatismo en sus interpretaciones que lo han hecho grande.
Rescató temazos como “Ahora” de “El Tiempo de las Cerezas” el disco que compartió con Nacho Vegas o “La Señorita Hermafrodita” en una versión remozada y que dota de más fuerza si cabe al tema que apareció en “El Viaje a Ninguna Parte”. La comunión con el público se hizo más que patente cuando toda la sala canto junto a Enrique “El Extranjero”, un clásico ya del rock español.
La ranchera “Ódiame” no hizo más que seguir con el ambiente festivo, sin duda el tema que más fuerza tiene de “Licenciado Cantinas”, cuando Bunbury decía en una entrevista que era su álbum más rockero, no mentía.
Nunca el “Big Bang” ha sonado tan contundente como lo hace con la banda actual de Enrique, sobre todo con el acordeón y los teclados del maestro Rebenaque.
La fuerza lírica de “No me Llames Cariño” y la siempre efectiva “Sácame de Aquí”, supusieron uno de los momentos álgidos de el concierto.
“El Día de mi Suerte” dio paso a un agradecimiento expreso a toda la gente que habíamos asistido, pese a los tiempos que corren, a sus conciertos y es que casi 12.000 personas pagaron su entrada a unos precios no demasiado populares para poder ver al aragonés en escena.
Nos aproximábamos al tramo final del concierto con dos de los mejores temas que han salido del puño de este zaragozano universal, “De Todo el Mundo” y la positiva “Sí”, tan necesaria hoy en día.
“El Hombre Delgado” dio paso a unos bises en los que en un set intimo cantó “El Cielo Está Dentro de Mí”, “Por que las Cosas Cambian”, y ese canto desgarrado al desamor que es “Infinito”, donde Enrique se acerco a las primeras filas para fundirse en uno con su publico.
Aun hubo tiempo para un segundo bis con dos temas de despedida “Las Consecuencias”, para acabar como es habitual con “Y al Final”, completando un concierto redondo que dejó muy buen sabor de boca en los asistentes y es que el que haya compartido uno de estos cuatro días con el músico habrá comprobado que estamos ante el artista total. Sin duda uno de los mejores que ha dado este país.
Texto y fotos: Jorge Bravo Crespo “El Gurú”