Hace alrededor de un mes que vio la luz “Great State”, el Ep que supone la vuelta con nuevo material bajo el brazo, en concreto cinco canciones, de los vizcaínos We are Standard. Un trabajo que casaría a la perfección con adjetivos como sorprendente y novedoso por la gran calidad de las composiciones incluidas y, sobre todo, por el salto al vacío que han propuesto en todo lo relativo al nuevo sonido que acompaña a la banda, más si cabe si lo ponemos en relación con lo que hasta ahora nos habíamos encontrado en sus discos precedentes.
Y es que en poco más de veinte minutos son suficientes para que quede patente que la formación de Getxo ha decidido marcar un antes y un después en lo que a su apuesta musical se refiere. Se han lanzado sin paracaídas en busca de una nueva forma de hacer música que les sienta como anillo al dedo, tal y como queda patente al haber logrado facturar un álbum que deja en el paladar el regusto amargo de ser extremadamente breve a los sentidos.
Cinco cortes que les emparentan muy a las claras con parte de las mejores bandas del panorama musical de los años ochenta. Es fácil encontrar ecos de Primal Scream, The Stone Roses y hasta de Echo and The Bunnymen, por citar unos ejemplos, en canciones tan maravillosas como “07:45 (Bring me Back Home)”, “Summer”, o la vital, “Let´s Say I´m in Love”, sin por ello menospreciar la belleza de “The Good Ones” y “Love Me”-sublime en sus atmosferas- las otras dos joyas que completan la colección y a las que sería injusto citar un escalón por debajo.
Sin duda “Great State” supone un paso adelante en la carrera de We are Standard. Anunciando una nueva etapa en la vida de la formación que cuenta a su favor con el aliciente de haber logrado dejar a sus fans, entre los que me cuento a partir de este momento, con la sana impaciencia de desear que no sea demasiado el tiempo que transcurra entre este aperitivo, si se nos permite utilizar el término, y un más que necesario trabajo de larga duración que sea capaz de calmar la necesidad de escuchar sus nuevas composiciones, las cuales, si se mueven por estos derroteros, a buen seguro nos anunciarán el nacimiento de una señora banda.
Por: Javier González.