Madrid, Sala el Sol, 17 de diciembre de 2011
A punto estuvo de no celebrarse el concierto de los
catalanes en la capital, un accidente domestico y fortuito de Albert Gil, el mayor de los hermanos,
por poco nos deja sin disfrutar del concierto final de la gira del 30
aniversario, que es lo que les ha tenido ocupados a unos renacidos Brighton 64 durante todo este año.
Poco tiempo hemos tenido que esperar (en abril tocaron en la
misma sala) para disfrutar de nuevo de estos históricos de la historia mod de los 80.
Los hermanos Gil,
Ricky y Albert (que ha pesar del accidente dio el callo en todo momento)
estuvieron exultantes, sin duda aupados por un publico que les llevó a dar lo
mejor de si mismos. Un público que fue parte activa del concierto, cantando,
dando palmas y prácticamente subiéndose al escenario para participar del show
de los catalanes.
En cuanto al repertorio, fue prácticamente idéntico al que
nos ofrecieron en abril, salvo dos sorpresas, dos versiones, una de The Kinks que interpretaban en los primeros tiempos del grupo y otra
que nos emocionó especialmente, la mítica “Metadona” de los Pistones.
Mención aparte merece la aportación de Jordi Fontich, siempre aportando simpatía y alegría, ya fuera al
teclado o con la pandereta en canciones clave de la banda, quien no ha bailado
su sólo de teclado en “El mejor Cocktail”. Cabe mencionar además la
contundencia a las baquetas de Tino
Peralbo.
Canciones como “En la Medianoche”, su versión de Wilson Picket desató la locura en la sala haciendo bailar hasta la
ultima persona que nos encontrábamos allí. El soul de los 60 siempre ha estado muy arraigado en la música de los Brighton como lo demuestra “La calle 46”.
Tampoco faltaron clásicos como “Barcelona Blues”, “Deja de
tocar a mi Chica” o “Explosión Juvenil nº 17”. Para terminar por todo alto con una
versión alargada de su tema mas emblemático, la inmortal “La casa de la Bomba”, despidiéndose con un
esperanzador “Hasta la Próxima”
haciéndonos concebir esperanzas de que tras esta gira del 30 aniversario, den
continuidad al grupo en un futuro.
Después del concierto la gente del giradiscos nos acercamos
al aftershow que se celebró en la
sala Wild Thing, local mítico de la
noche madrileña, donde Albert aun
tuvo fuerzas para pinchar sus discos favoritos junto a Víctor, manager y mecenas de la banda.
Un final de fiesta fenomenal para una noche inolvidable, que
vuelvan pronto y que lo hagan con nuevos temas, que seguro que tienen y que
recibiremos con los brazos abiertos.
Texto y fotos: Jorge Bravo Crespo “El Gurú”