Entrevista Luz Verde

“Es un lenguaje, y es impresionante cuando te empiezas a dar cuenta de que lo estás hablando” Entrevistar a un grupo que arrastra tantos años de experiencia a sus espaldas siempre infunde un poco de respeto. “The Wall”, un bar situado en el centro de la ciudad madrileña, es el lugar escogido para el encuentro con los chicos de Luz Verde, una banda de rock que sorprende al hacer vibrar por su poderoso directo.

Pronto me encuentro sumergida de lleno en una conversación fascinante sobre el origen de todo, siguiendo esa esencia del conjunto que permanece y se hace más fuerte a casa paso, creando nuevas historias cargadas de experiencias y dándoles forma gracias a su música.


¿Cómo fue el nacimiento de Luz Verde y cómo ha evolucionado a lo largo de estos años?

Carlos: Luz Verde nace en el colegio, porque la mayoría de nosotros, excepto el batería, Eduardo, nos conocemos de allí. Desde los 15 años empezamos a tocar en bandas y nos metíamos en concursos. En la universidad conocimos a Eduardo, nuestro obsesivo compulsivo preferido (risas). Nos hacía falta un batería, y encontramos un hermano.

Comenzamos con maquetas presentándonos a concursos, luego grabamos un EP. El primer disco lo grabamos en el año 2000 y se llamó “Cinema Cero”. Con este disco pudimos girar por todos los bares y el circuito de Venezuela, y con lo que sacamos de ello grabamos nuestro segundo disco, “Rocanrol”. Este disco, que nos suena bastante latino porque estuvimos una época tocando con un teclista invitado, una corista, un percusionista…era una banda más grande y sonaba distinto. “Rocanrol” es un disco más mestizo, y este disco de 2004 coincidió con nuestra salida para España. La acogida fue fenomenal. Un público que no te conoce de nada, debes ganarte todo a pulso. Es otro reto que nos ha aportado venir aquí. Nos volvimos a enamorar de la banda, nos volvimos a enamorar de la pasión por hacer música.

Willbert: Con cada disco te enamoras más, cada disco es un renacer de la banda.

Carlos: Y cuando ya comenzamos a tener cierto público, tanto en Barcelona como en Madrid, teníamos un montón de canciones y queríamos producir algo nuevo. Grabamos “Manual de Buenas Costumbres” con Roger Rodes, un productor fantástico. Fue productor de Macaco y de Facto Delafé, entre otros. Con él repetimos el siguiente disco, y para el que viene repetiremos también.

Willbert: De hecho, podríamos decir que con él consolidamos nuestro sonido. Él nos ayudó a encontrar nuestro sonido que veníamos buscando, nuestra identidad. Estábamos flirteando con distintos estilos, y él nos ayudó un poco a centrarnos y a canalizar eso en el disco de ·”Manual de Buenas Costumbres”. Los dos últimos discos, “Manual de Buenas Costumbres” y “En Llamas”, son los que han sido grabados en España, y con ellos hemos dado un gran salto, en cuanto a calidad e identidad. La gran diferencia del último disco, “En Llamas”, con respecto a todos los demás, es que es un disco grabado prácticamente en directo, buscando la esencia más honesta de la banda, buscando ese ingrediente que hace que todos los músicos toquen juntos, sintiendo lo que está tocando uno con el otro. Eso es algo que también puede hacer una banda que lleva bastante tiempo tocando, que es una familia prácticamente, que ha girado por toda España, que ha tenido giras internacionales y ha pasado mucho tiempo junta. Es como una telepatía, como estar tocando y si uno hace algo, yo sé hacia dónde va con eso. Y si nos enfadamos, nos enfadamos tocando y eso también se escucha, es lo bueno. Realmente, la música es un lenguaje. Es un lenguaje, y es impresionante cuando te empiezas a dar cuenta de que lo estás hablando, y que realmente lo empiezas a manejar. Y obviamente hay gente que lo maneja de una forma increíble y lo hablan perfectamente, pero cuando te empiezas a dar cuenta de que tú estás comunicándote con otra persona a medida que estás haciendo una canción… eso es increíble.

Carlos: Entonces, la diferencia principal de “En Llamas” es que grabamos todos juntos. Lo quisimos hacer lo más parecido posible a nuestros directos. ¿Por qué lo quisimos hacer así? Siempre nos han dicho que nuestros directos suenan muchisísimo mejor que nuestros discos. Cuando te dicen muchisísimo te da rabia, entonces vas en pos de esa magia. El próximo será con público directamente. No el próximo que ya está llegando, sino el siguiente. Irá en esa dirección.

¿Cómo definiríais vuestro estilo? En vuestra página web pone que hacéis música clásica y moderna a la vez, ¿podríais explicar esto?

Carlos: Clásica porque nos basamos en los clásicos del rock and roll. Es nuestra piedra angular y nuestra base, y suena bastante a rock and roll clásico por la parte instrumental y por nuestros intereses principales. Pero también nos vamos adaptando al cambio de los tiempos. Cuando estábamos componiendo en los 90 nos fijábamos en todo lo que iba sonando. Normalmente nosotros no somos de escuchar radio porque en general la radio no pone lo que debería poner en muchos casos, a mi parecer. Aunque hay emisoras que sí escucho. Somos modernos porque tiene que sonar fresco. De todas formas, ¿quién puso eso?

Willbert: Yo no puse eso, ¿quién maneja la web? (risas). Nosotros no somos personas que se pongan límites a la hora de componer. Por ejemplo, a Carlos y mí no nos gusta repetirnos demasiado. Carlos y yo componemos y somos los dos cantantes guitarristas. Nuestro batería a veces compone, pero hasta ahora en los discos sólo hay una de él.

Carlos: Pero las ideas básicas de la música y de las letras las hacemos nosotros.

Willbert: La composición la hacemos nosotros, y luego nos juntamos todos y hacemos los arreglos, que son el producto de lo que es el sonido de la banda. Respecto a la modernidad, nosotros siempre estamos escuchando cosas nuevas, somos personas que vamos cambiando y por eso lo consideramos moderno. Absorbemos lo actual y eso va plasmado en la música.

Carlos: Al final lo moderno es, creo yo, todo lo que ya venía, y cambiar bastante la tecnología del sonido.

La primera vez que escuché vuestro disco noté cierto parecido con M-Clan en la voz, pero también se pueden apreciar otras influencias. ¿Qué bandas os han marcado desde los orígenes de Luz Verde?

Carlos: Pues yo no lo conocía, lo escuché después…

Willbert: Nunca me había dado cuenta de eso. Sí que escuchamos a M-Clan y nos gusta bastante. De hecho, un día tuvimos una borrachera con el cantante en el cumpleaños de Carlos. Estábamos en un concierto y entramos en el camerino. Les contamos que éramos una banda de Venezuela y terminaron viniendo a casa de Carlos. Lo único que te puedo decir es… ¡Dios! (risas).

Carlos: Las influencias son muchísimas, van cambiando según la época. Yo antes lo que quería era conseguir una canción de Led Zeppelin, y pensaba que era de los Stones. Me compré muchos discos de los Stones y no encontraba la canción. Me compré un montón de discos de los Beatles, y tampoco estaba por ahí. Me iba molando mucho todo eso, hasta que encontré Led Zeppelin, ¡Led Zeppelin, maravilloso!

Supongo que tendréis muchas influencias en común en el grupo…

Carlos: Hay muchos.

Willbert: Lo más común es Beatles, Stones…esa base sólida de rock and roll clásico eterno. Nosotros teníamos una banda de Blues en Venezuela con la que aprendimos a tocar exactamente lo que era Blues. Llegando a Barcelona, nuestro bajista y batería empezaron a tocar con chicos de Nueva Orleans y Estados Unidos, por lo que se mezcló esa influencia de jazz, swing…música de Nueva Orleans, en definitiva. Siempre nos ha gustado.

Carlos: A mí siempre me ha gustado muchísimo el jazz, por ejemplo. Aquí me he puesto a estudiarlo y escucharlo, todavía no me atrevo con el instrumento. Pero también eso me ha ayudado mucho en composición, armónicamente. Hay una canción que se llama “Foto”, y armónicamente podría ser un jazz por la construcción.

Entonces, ¿qué nos influencia ahora? Todo lo que podamos escuchar. ¿Y qué escuchamos? No hay música que sea mejor o peor que otra, no hay un estilo malo realmente, excepto el reggaeton, que me saca de quicio, pero eso es personal (risas).

Willbert: También está el corazón, el feeling que tenga la música. La música es algo increíble, porque ¡depende tanto de la persona! Se montan dos bandas con lo mismo, y una de ellas puede hacer que el lugar estalle, por eso depende demasiado de los músicos, de las personas.

Vuestra primera década musical transcurrió en Venezuela. ¿Por qué decidís mudaros a España?

Carlos: Salimos hacia España en busca de un mercado más amplio, porque en Venezuela ya habíamos alcanzado un tope. Habíamos tocado en todos los bares y en muchos sitios...

Willbert: Además, estábamos repitiendo (risas).

Carlos: Sí, ya nos estábamos repitiendo demasiado. La situación no era muy óptima para crecer como banda y nosotros queríamos llegar a la menor cantidad de gente posible. Por eso, estábamos entre México, Argentina y España que creíamos que tenía los mercados más grandes en el mundo en castellano. Nos decidimos por España porque se suponía que tenía la economía más aceptable (risas).

¿Y por qué Barcelona?

Carlos: La razón verdadera es que, sin pensarlo demasiado y sin conocer mucho el tema, creíamos que Barcelona molaba mucho porque tenía playa. Ninguno la conocíamos bien, era como lanzarse al agua, literalmente.

Willbert: Básicamente fue también porque Eduardo había hecho un viaje allí recientemente y nos la recomendó.

En el 2000 grabáis vuestro primer disco titulado “Cinema Cero” con el que hacéis vuestra primera gira nacional. Imagino que al volver a Venezuela y ver que agotabais las entradas de vuestros conciertos recordabais cuando empezasteis y tenías mayores dificultades para tocar, debido al escaso consumismo de rock nacional…

Carlos: La primera vez que volvimos fue impresionante. Llevábamos cuatro años sin estar allí y pensábamos que nadie se acordaba de nosotros, pero llegamos y sí había muchísima gente que se acordaba. Coincidió con una ley que obligaba a colocar una canción de producto nacional venezolano cada vez que se ponía una extranjera. Entonces muchas radios ponían bandas de producción nacional, y eso ayudó mucho al panorama musical del jazz. De hecho, ahora se asiste a la creación de un movimiento de bandas. El producto venezolano es bastante ecléctico.

Willbert: Exacto. En aquel momento eran bandas de todo tipo, todas eran distintas, no había una identidad. Por primera vez, ahora hay una identidad que se está empezando a formar. Cuando volvimos, fue aún más impresionante, porque no sólo estaba la misma gente que se acordaba de nosotros, sino que había mucha gente que nosotros no nos esperábamos. Habíamos escuchado el rumor, pero lo bueno es que era cierto. Realmente cuando nos fuimos estábamos tocando muchísimo en todos lados, estábamos relacionándonos con músicos muy buenos de los que estábamos aprendiendo, y cuando llegamos, la gente fue a vernos con una expectativa y creo que la superamos. Mucha gente no lo creía. Recuerdo que en un solo concierto vendimos 60 ó 70 discos.

Vuestro videoclip del tema “Todo está bien” fue nominado como “Mejor Video Clip” en los Premios Venezuela Pop and Rock. ¿De dónde surge la idea de hacer este vídeo, que recuerda un poco a “Cinema Paradiso”?

Carlos: El disco llamado “Cinema Cero”, al ser tan variopinto, narra las pequeñas historias del período en el que comenzamos a tocar y componer, que pasamos por LP, y por fin tenemos nuestro primer disco. Era un concepto muy de película de lo que había sido nuestra vida: “Cinema Cero”, empezar desde cero… La primera canción que queríamos lanzar como single era “Todo está bien” y queríamos transmitir un mensaje, positivo en el fondo, aunque un poco melancólico. También queríamos hacer algo impresionante visualmente. Y para la época tiene animación Top Motion, 2D, tiene animación 3D, que la hizo él cuando se inventó esa vaina del 3D…

Willbert: Ya se había inventado, pero nadie sabía que era ésa (risas).

Carlos: Queríamos plantear distintas estéticas de distintos tipos de cine animado.

Willbert: Hacíamos los shows, y antes de todas las canciones poníamos un tema: El Padrino, La Guerra de las Galaxias, Pulp Fiction, Batman…y así íbamos intercalando el show. Antes de hacer el vídeo, uno de nosotros tenía una relación con Autocine, el único que había en Venezuela o Caracas. Ahí tomamos las fotos e hicimos unas cuantas cosas con respecto al arte del disco. Más o menos todo tenía que ver con el concepto de “Cinema”, por eso era lógico que el protagonista fuera un proyeccionista.

También en aquella época buscábamos por conseguir público, y en este vídeo, la parte más fuerte de animación, la hicieron unos amigos nuestros. Y así lo sacamos sin mucha idea. En aquel momento muchos shows estaban llenos, y nosotros, ¿por qué será? (risas).

Carlos: Estuvo nominado a varios premios, y también lo mandamos a Colombia.

Vuestra primera experiencia discográfica fue en el álbum recopilatorio "Venezuela Sin Fronteras" con el tema de Rosas Blancas. Uno de vuestros temas de “Cinema Cero” apareció en el CD recopilatorio “Pop Venezolano”. “Todo está bien” y “La espera” también aparecen grabados en vivo en "Confetti, Música y Moda", y participáis en un álbum tributo a Sentimiento Muerto titulado “Tributo Lo- Fi a Sentimiento Muerto”, interpretando el tema “Sin sombra no hay luz”…

Willbert: Sí, pero álbumes recopilatorios de toda la vida: de cosas en Barcelona, de festivales, de concursos…Hay uno que recuerdo que es el Busker´s Festival de Barcelona. Era un festival de músicos de la calle, y a nosotros nos llamaron aunque no tocábamos tanto en la calle. Ahí grabamos “Venezuela sin fronteras”, que es viejísimo, para mostrar a la gente lo que había, porque en aquel momento era muy complicado. Se reunían todos los grupos y se ponía en marcha una iniciativa para que la gente pudiera escuchar las bandas que había. Y salimos en muchos discos de estos.

En el 2007 lográis dos apariciones en la prestigiosa revista Rolling Stone. La primera en forma de reseña del disco “Rocanrol” al que otorgan 4 de 5 estrellas. La segunda es una mención que hace la revista al buen trabajo que realizáis en vuestro Myspace. ¿Cómo ha ayudado Internet a impulsar vuestra carrera musical?

Carlos: Cuando llegamos aquí, no conocíamos a nadie. La forma de promoción que más a mano teníamos era Internet, y justo estaba comenzando MySpace, veíamos que mucha gente se estaba metiendo. Y ya apostamos fuerte a movernos por ahí, porque era la manera con la que podíamos contactar más fácilmente con otras bandas. La verdad es que logramos hacer un montón de amigos por MySpace.

Además, comenzasteis a trabajar en lo que sería vuestro nuevo sitio web tomando como base el concepto artístico del disco Cinema Cero para desarrollar vuestra nueva imagen en Internet. El contenido y diseño del sitio está a vuestro cargo. ¿Qué pretendéis ofrecer a vuestros seguidores con esta página?

Willbert: Nosotros ahora realmente nos estamos manejando más con Facebook, porque estamos en contacto directo con la gente. Resulta mucho más fácil, porque la gente directamente nos escribe. Hemos estado remodelando la web últimamente, pero básicamente para nosotros sigue siendo una lanzadera a nuestras redes sociales, a nuestra información y para que descarguen nuestra música. No pretendemos grandes cosas con la web, por ahora, ni interactivas. Lo que nos interesa es estar en comunicación directa con la gente.

Entonces, ¿estáis de acuerdo con las descargas?

Carlos: Yo estoy de acuerdo con las descargas si la banda lo quiere. Nosotros sí queríamos, pero si la banda no lo quiere, aunque creo que está en un error, no estoy de acuerdo. Tu música es tu niño, tú verás lo que haces con él.

Willbert: Obviamente se necesita que exista una gran industria para que se puedan hacer cosas grandes y buenas todavía. Aunque la tecnología ayuda a que todo sea más barato, también está bien que se pueda ganar de conciertos. Nosotros estamos en pro de que la gente pueda tener nuestra música gratis, y que vengan a los conciertos. Y ya veremos qué hacemos para seguir adelante.

Carlos: Uno hace esto por amor al arte y para divulgar su idea y su obra.

Willbert: Nosotros no nos metimos en esto por el dinero.

Carlos: Y en cuanto a tu pregunta…yo no descargo, sinceramente. A no ser que me llegue un email de mi banda favorita que diga: “el disco nuevo está gratis para descargas”, y entonces lo descargo. Pero normalmente no lo hago. Y sí que escucho más Spotify, por ejemplo. Algo de eso le queda al artista.

Willbert: Vender un disco a 27 euros es terrible.

Carlos: Yo me acuerdo que antes me compraba un disco a la semana, y me los compraba por las portadas. Ahora ya no puedo hacer eso.

Ahora lo que hacen las discográficas con temas inéditos, fotos que no habías visto…Está muy bien, pero eso va a morir. Pero es bonito tener el disco con su librito, las letras…La solución es bajar los precios.

Willbert: El disco finalmente morirá.

Carlos: No sé, porque el vinilo ha vuelto, y hay mucha gente que compra vinilos.

Willbert: Pero es por el souvenir, porque quieres tenerlo. Pero va a llegar el momento en que la web va a dejar descargar con calidad perfecta.

Carlos: Pero también vas a querer tener tu disco. Ese sentimiento de posesión del ser humano enamorado del momento preciado es algo que creo que no va a desaparecer.

A principios del 2010 grabáis vuestro cuarto disco “En Llamas”. Repetís producción con Roger Rodes. ¿De dónde viene este título?

Willbert: El título de “En Llamas” viene de que la banda hizo una combustión espontánea de canciones. El disco fue hecho en dos, tres meses. Al principio teníamos muy pocas canciones y decidimos hacerlo porque sí. Empezamos a componer rapidísimo, lo grabamos en directo. El nombre se basó en una frase de Tom Waits que les decía a sus músicos: “tócala como si tu pelo estuviese en llamas”. Básicamente esa es la sensación que tenemos cuando tocamos el disco. Es muy fuerte y muy honesto, muy intenso.

Habéis contado con la participación de invitados especiales de la talla de Francisco "Rocco" Díaz (Tecladista de El Pacto), Jonás Hidalgo (Percusión), Jorge de las Salas (ex cantante de La Cándida Virgen), María Camps o Carlos Moreán. ¿Qué otros artistas os gustaría que participaran en próximos trabajos?

Carlos: En general, sí. Siempre nos interesa tocar con otros músicos. En Venezuela tuvimos muchísimas colaboraciones en nuestros discos, todos tienen algo. En el último hay menos en comparación con los otros, pero era lo que queríamos.

Willbert: En discos anteriores, en “Manual de Buenas Costumbres”, hay más. Pero colaboraciones, sobre todo en directo, muchísimas. Llamamos a los amigos.

Carlos: ¿Y alguien que nos gustaría? Muchísimos, larguísima la lista…Es difícil elegir.

Willbert: Nos gustaría tocar guitarra con Carlos Raya.

Carlos: Carlos Raya para nosotros es uno de los mejores aquí. Sería maravilloso. Me encantaría seguir la gira de Black Roses. Igual algún reggaetonero, para que me quite el mal sabor de boca. Sería buenísimo cantar con Michael Jackson…

Willbert: Cuando nos llamó teníamos el teléfono desconectado (risas).

¿Qué proyectos tiene Luz Verde para un futuro a corto plazo?

Willbert: Tocar en Madrid el 28 de octubre en la sala El Perro, principalmente. El 17 de diciembre vamos a tocar en la sala Moog de Barcelona con Última Experiencia.

Se está pensando en una gira sorpresa para Venezuela, estamos haciendo todo lo posible para obtener los patrocinios. Y estamos componiendo el quinto disco y ya tenemos unas cuantas ideas. Porque nosotros cuando hacemos un disco, si es de diez temas no componemos diez temas. Por ejemplo, para “Manual de Buenas Costumbres” teníamos setenta ideas, y fuimos trabajándolas.

El año que viene tenemos pensado venir más a Madrid para seguir haciendo nuestro trabajo. Y seguramente volveremos a Venezuela, porque cada vez es más satisfactorio y más rentable.

Carlos: Aparte, es buen punto de partida porque queremos ir también al resto de Latinoamérica. Queremos ir a Colombia, a Argentina…

Y como nunca dejan de sorprendernos, Carlos y Willbert cierran una noche mágica tocando en acústico alguna de las canciones de su último disco, como “En llamas”, “Cenando con el diablo” o “Las Vegas”. Un concierto íntimo con unas pocas personas que observamos en la oscuridad cómo los dos chicos de Luz Verde brillan a través de sus voces y sus guitarras, lanzando destellos que hacen que terminemos estallando en llamas.

Por: Paula Rodríguez Martín.