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El viernes 23 de Septiembre en Madrid y el 24 de Septiembre en Valladolid tenemos la oportunidad de disfrutar de dos pequeñas grandes bandas en proceso de consolidación musical. Se trata de los madrileños Medelia y los canario-catalanes Kipple. MEDELIA
En cuanto a Medelia, tenemos ante nosotros a una banda folk de sonido sereno, emotivo y con una tremenda calidad melódica (coros, cuerdas, percusiones…) arropada con preciosas letras cantadas en inglés. Medelia si dio a conocer hace aproximadamente un año con su EP “Light breaks where no sun shines” (2010), donde a través de apenas 5 canciones ofrece una presentación que no decae en ritmo y armonía, donde destaca sobremanera el precioso pulso vocal mantenido entre Pablo Medel y Elia Maqueda.
Pese a que no conozcas a la banda, ello no quiere decir que nos los hayas escuchado, pues la cadena Cuatro escogió tres de sus cinco canciones para promocionar la serie House. Sus temas se mueven entre el folk, el pop y levemente el south country. El uso de xilófonos, teclados y violines (“Nose Dive”, “So, please”), así como el tremendo peso acústico de sus instrumentos y percusiones (“Stray cats” o “Take me down”) crean una atmósfera envidiable entre el ensueño, la imaginación y la nostalgia, que te harán disfrutar con sus temas.
A continuación te incluimos sus impresiones acerca del siguiente cuestionario lanzado por El Giradiscos:
¿De dónde surge vuestra pasión por el folk?
De la música que hemos escuchado, de la potencia sonora de los instrumentos de cuerda, de las películas anglosajonas que hemos visto y, algo tendrá que ver, haber vivido un tiempo fuera. (Pablo, en Estados Unidos; Elia, en Francia y en Escocia).
¿Veis el folk cómo un estilo fusionable? ¿Acaso hay música que no admita la fusión? Si no, no sé cómo avanzaríamos. Y más aún, los estilos con una raíz tan entroncada. De hecho, los estilos ya no importan tanto. Aunque toques un blues exactamente igual que Robert Johnson, el simple hecho de tocarlo tú y en el siglo XXI ya es una fusión, ¿no?
¿De dónde surge la temática de vuestras letras?
Imagino que de donde surgen todas: de cualquier experiencia (vivida o no) que hayamos tenido: un recuerdo, un olor, una voz familiar, un gesto… o cualquier detalle de un cuadro, una fotografía, un diálogo de cine, un capítulo de un libro o, por supuesto, la escucha de otra canción. Los temas tampoco son tantos (Shakespeare ya marcó el Top Ten), lo interesante es la visión que cada uno tiene de los grandes temas.
¿Cuál es el número de descargas que ha alcanzado vuestro EP (trastienda.org)?
Ahora mismo, 3.776.
¿Qué opináis al respecto?
Nos parece maravilloso. ¡Viva Internet!
¿Qué nos vamos a encontrar en un concierto de Medelia?
Depende de lo que busque cada uno. Nos encontrará a nosotros en el escenario, a más o menos gente (según) y la experiencia compartida de escuchar y sentir (en mayor o menor medida) las cosas que nos preocupan y las que nos tranquilizan. Para nosotros, tocar en directo es a la vez un privilegio y una confesión.
¿En qué punto se encuentra la grabación de vuestro primer LP?
En espera de que llegue el master de Ventura (California). Serán doce canciones divididas en dos caras. Una más de banda, más urbanita. Y otra más intimista, más alejada del caos. Ya está grabado, mezclado… y bautizado: “Non-Places”. Ese ha sido nuestro verano: vacaciones intensivas viviendo literalmente en un estudio dentro de una bodega de vinos. Ahora mismo, el disco se encuentra en ese limbo raro de estar terminado, pero todavía no haber visto la luz y en espera del diseño.
¿Cuál es la guía de ruta marcada por Medelia para el futuro cercano?
Básicamente, ver qué hacemos con el disco cuando esté en nuestras manos, seguir tocando fuera de Madrid y, si es posible, fuera de España y, lo más importante: componer nuevas canciones. El resto (para bien o para mal), ya no depende de nosotros.
KIPPLE
Pasando a Kipple, tenemos ante nosotros una banda muy diferente, marcada por la música indie cantada en inglés, donde la heterogeneidad es uno de sus componentes básicos, pues este original grupo ofrece desde rock clásico (“Boredom”) y brit-pop noventero (“The morning after”), hasta garaje rock y post-punk (“City life”, “Nonsense”) en una maqueta kippelizada y originada en Barcelona. Pues es la ciudad condal el escenario que está viendo crecer a esta banda, que lleva ya casi tres años dando sus primeros pasos de sala en sala, ganándose el respeto de una ciudad muy exigente y que les ha curtido para el difícil paso de conquistar otras plazas. En Kipple el peso y densidad de las guitarras juega un importante papel, donde se sumergen los bajos, la percusión y los teclados y se eleva la voz de Alberto Lorenzo.
Una banda prometedora que aún no ha escogido su vía a desarrollar, pero que se mueve bien dentro de la multitud de caminos a escoger.
Te acercamos aquí algunas de sus impresiones a través de un cuestionario muy similar al anterior:
¿Cuáles han sido los pasos seguidos por Kipple desde su origen hasta el salto desde Barcelona al resto de España?
Han sido un par de años de trabajo constante y poco visible de puertas afuera, que empieza a dar sus frutos. Conseguir que las cosas empiecen a rodar cuesta, y ahora con una maqueta grabada y varias fechas en el calendario de directos, el panorama se presenta muy prometedor. Siempre hemos creído en ello, esa es la clave.
¿De dónde surge la variedad de estilos, gustos y reconocidas influencias que muestra el grupo?
En realidad, cuando uno lo piensa, escucha una ínfima cantidad de toda la variedad de música que existe. Lo que se puede escuchar en nuestros temas puede resultar variado, pero no son más que influencias que nos vienen de los artistas a los que les ha dado por expresarse con la música de maneras concretas con las que nos sentimos identificados. Seguro que a la mayoría de gente que nos escuche también les apasionan los mismos grupos que a nosotros.
¿Creéis que acabaréis eligiendo un estilo en el que os veáis más cómodos o potentes, o seguiréis jugando con la heterogeneidad como ejemplo de vuestra inquietud musical?
Supongo que la magia de este proyecto reside precisamente en no saber a qué va a sonar nuestra próxima canción. No lo hacemos heterogéneo premeditadamente, le intentamos dar a nuestras canciones lo que creemos que necesitan dentro de los ingredientes de los que disponemos. Volvemos a lo mismo: yo podría escuchar (es un poner) cien estilos, pero ya me limito a moverme dentro de los diez que me emocionan, y me resisto a pensar que sólo puedo crear dentro de uno. En cualquier caso, estamos hablando de pop y de rock. Y es probable que en un futuro, aunque sea por inercia, nos defina un sonido más concreto porque seguramente esa será la tendencia natural. Que pase lo que tenga que pasar, nosotros no lo forzaremos.
¿Qué nos vamos a encontrar en un concierto de Kipple?
A cuatro tipos con muchísimas ganas de tocar y con la ilusión de kippleizar el mundo. Tendréis que venir a verlo.
¿En qué punto se encuentra la grabación de vuestro primer EP?
En cuanto volvamos de los conciertos con Medelia nos pondremos a ello. Hace un año grabamos “Preface”, nuestra maqueta, en nuestro local y con medios muy austeros. Ahora lo tenemos todo preparado para dar vida a una grabación que nos haga más justicia. Hay muchos detalles y matices que quedaron en el tintero, aparte de canciones nuevas que nos apetece mucho grabar.
¿Cuál es la guía de ruta marcada por Kippel para el futuro cercano?
Disfrutar grabando, tocando y haciéndonos un hueco en los oídos de quienes nos quieran escuchar. Estamos convencidos de que esto puede salir muy bien, y sin duda por nuestra parte lo pondremos todo para que así sea.
Por: Rubén López
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