“Somos la suma de todas las piezas”
Con poco más de tres años de existencia los madrileños Lüger se han convertido en la gran realidad del krautrock de factura hispana. Para ello sólo les ha hecho falta editar dos trabajos, el homónimo “Lüger”, con el que lograron hacer que mucha gente se percatase de su existencia, confirmando las sospechas de que había vida más allá del cada vez más anodino indie, y “Concrete Light”, su continuación a través de un álbum que endurece las coordenadas sonoras de la banda y que a la vez les confirma como una de las grandes sensaciones musicales de nuestro país.
En la soleada mañana del miércoles quedamos con Mario Zamora y Edu Garcia, teclista y guitarrista del grupo respectivamente, en un céntrico piso de la capital. Fue allí donde tuvo lugar una más que interesante charla en las que nos hablaron de la actualidad más inmediata de la banda y también de sus planes de futuro. Esto fue lo que nos contaron.
Hace unos meses que publicasteis vuestro segundo trabajo “Concrete Light”, después del aclamado por la crítica “Lüger”. ¿Cómo están yendo las cosas con esta nueva referencia en el mercado?
Edu: El disco salió justo antes de que llegara el verano por lo que es ahora cuando estamos empezando con las presentaciones y el resto de asuntos promocionales. También hemos hecho algunos festivales, cosa que para nosotros ha sido una experiencia nueva, pero como te digo es la semana que viene cuando empieza todo el “mambo” relacionado con el disco nuevo.
He estado observando las críticas que os han regalado otros compañeros de medios de comunicación y son casi todas positivas. ¿Os esperabais un recibimiento así?
Edu: Ha habido alguna mala crítica que nosotros valoramos como una vuelta a la realidad. No puede ser que a todo el mundo le guste lo que hacemos. Sería algo irreal. Recuerdo una en que venían a decir que éramos una copia barata de Oneida, cosa que para nosotros es un halago porque nos encantan. Está bien que de vez en cuando te metan un poco de cera.
Personalmente percibimos “Concrete Light” como un una continuación lógica de vuestro disco de debut, pero yendo un paso más allá. Abandonando en parte, si podemos decirlo así, vuestra vertiente más pop para dar pasa a una apisonadora sonora. ¿A qué responde este endurecimiento de vuestras coordenadas sonoras?
Mario: Supongo que en parte será debido a los cambios habidos en la formación. Si cambias una pieza en el conjunto algo se verá cambiado en el resultado final. Con la entrada de Edu hemos perdido parte de ese aspecto pop, pero hemos ganado en más pegada. Además es una persona que tiene un gran bagaje musical. No es que Diego no lo tuviera sino que él tenía más talento para sacar a relucir esa vertiente pop.
¿Cuáles fueron los motivos reales para que Diego decidiese marcharse? ¿Y para que entrase Edu?
Mario: La marcha de Diego fue una cuestión de convivencia. Si no casas bien con personas con las que vas a pasar una gran cantidad de horas, todo termina por explotar. Hay que resaltar que nosotros no éramos amigos con anterioridad. Nos hemos ido haciendo con el paso del tiempo a raíz de compartir experiencias. Por otro lado tuvimos la suerte de encontrar a Edu. Era idóneo. Se sabía el disco y además ejerció de mecenas. Nos vio en nuestra primera actuación en directo y dijo, “voy a sacar vuestro disco”.
Vuestro sonido llama la atención por ser compacto, sin fisuras, y porque no existe ningún elemento que destaque sobre el resto.
Edu: A mí lo que me gusta de Lüger como grupo es que hay temas en que las guitarras o el teclado repiten estructuras muy básicas que al juntarse te dicen algo. Somos la suma de todas las piezas. Eso es lo que nos da un punto diferente a lo que estamos acostumbrados a escuchar.
Mario: Si es democrático a la hora de componer, se suele plasmar a la hora de ser escuchado. No hay nada que vaya más alto ni nada que destaque. Ni tan siquiera la voz. Todo está al mismo nivel.
Desde el tema inicial “Belldrummer Motherfucker” hasta “Zwischenspiel/ Quidquid Latet Apparebit” encargado de cerrar el álbum, dos temas que podrían funcionar como apertura y fin del trance que se propone en canciones como “Monkeys Everywhere” o “Hot Stuff”, se percibe un ambiente que gusta del rock experimental, el krautrock y la psicodelia, tal y como ocurría en vuestro anterior trabajo. ¿Es difícil repetir referencias musicales sin que por ello vuestro disco suene igual a su predecesor?
Mario: Somos un grupo que se está definiendo poco a poco. No queremos hacer siempre lo mismo. Nuestras influencias son muy abiertas, pero normalmente nos decantamos por aquello que más nos gusta.
Por cierto el tema que cierra el disco sorprende por la inclusión de un sitar. ¿De quién fue la idea? ¿Quién ha sido el encargado de tocar el instrumento?
Mario: Dani, nuestro bajista, fue el encargo de tocar el sitar. En ocasiones tocaba con Magic Bus y también hacía otro tipo de colaboraciones de ese estilo. Tenía ilusión por meterlo en una canción y finalmente lo ha conseguido.
Edu: Era algo que nos apetecía probar por diferente. Además es uno de los temas más largos, dura lo mismo que el tema inicial. El disco tiene casualidades que no hemos hecho a propósito. Por ejemplo el orden de las canciones es cronológico. Aparecen tal y como fueron surgiendo.
Parecéis muy contentos por la forma en que suena el disco. En esta ocasión os habéis decantado por la producción de Rubén Suárez, aquí en Red Led, Madrid. ¿Por qué habéis decidido que sea el encargado de la misma? No sé si ha tenido algo que ver el hecho de que no quedarais muy satisfechos con la masterización de vuestro primer disco.
Edu: El disco anterior se grabó con Paco Loco, con cuyo trabajo quedamos muy satisfechos. A través suya existía la posibilidad de que lo masterizara John Agnello, un tipo que ha producido a Sonic Youth y Dinosaur Jr. Era una oportunidad que no se te presenta todos los días. Lo que ocurre es que por cuestiones económicas solo pudimos pagarle un día, y claro por muy bueno que sea tampoco pudo hacer milagros. De ahí que la mezcla no nos gustara mucho. Para este disco conocimos a Rubén a través de un amigo que le mandó un link. A las pocas horas nos dijo que quería trabajar con nosotros. Se encargó de las mezclas y de las masterización. Se ha hecho todo aquí en Madrid, en Red Led, que nos pilla mucho más cerca.
En “Luger” todo se grabó en un día y creo que para este nuevo trabajo habéis dedicado algo más de tiempo. ¿Cómo fue el proceso de grabación de “Concrete Light”?
Mario: El procedimiento ha sido muy parecido al de nuestro anterior álbum. Tocando todos en directo, para después incluir algún recording de guitarra y teclado. Lo que sí ha cambiado ha sido el tema de la masterización y que en vez de utilizar un solo día ha sido grabado en tres.
El vuestro es un caso curioso. La banda como tal surgió hace poco menos de tres años y en este tiempo habéis editado dos discos y os habéis granjeado un nombre dentro de la escena alternativa nacional, hasta el punto de ser considerados un grupo seminal capaz de hacer que la escena experimental abandone el underground. ¿Cómo vivís este hecho en el seno de la banda?
Mario: Se agradecen ese tipo de comentarios por parte de la gente, pero para nada estamos de acuerdo.
Edu: Sabemos que somos unos estufas y unos “tiraos”… (Risas) En algunas cosas hemos tenido suerte, en otras no. Nos gusta tocar, cuanto más mejor. Al principio de que se formara la banda nos costaba más tener actuaciones. Este año hemos tocado mucho, pero recuerdo el primer año que era una desesperación. Queríamos tocar y no salían conciertos. Tocábamos una vez al mes. Creemos que si hemos revertido esa situación es porque nos lo hemos currado.
Nosotros en cierta medida entendemos que la gente hable tan bien de Lüger, puesto que hemos sido los primeros sorprendidos con vuestro crecimiento. Llenando la sala “El Sol” de la capital o con la inclusión en numerosos festivales de verano en los que habéis compartido cartel con bandas muy alejadas de vuestros postulados.
Mario: En el caso de los festivales al ser un grupo que salía de la línea marcada hacía que nos convirtiéramos en la alternativa a ciertas bandas.
El año pasado pasasteis algo más de quince días recorriendo E.E.U.U. en una furgoneta presentando vuestro directo. ¿Cómo fue aquélla experiencia? ¿Qué pretendíais conseguir?
Edu: Fue una gran experiencia. Algo que se nos quedará grabado de por vida. La forma en que se gira allí es muy distinta a la de aquí en Europa. Hay una razón por la que allí hay tantos grupos y circuito. Se dejan de tonterías. Es muy sencillo conseguir conciertos.
Mario: Fuimos con siete conciertos cerrados y finalmente tocamos trece o catorce. Por la noche Edu cogía una conexión cutre a Internet y nos decía, “nos han ofrecido tocar en una tienda de discos”.
Edu: La gente se acercaba a ti y te ofrecían conciertos para la siguiente semana.
¿Cómo ha sido la reacción del público norteamericano?
Edu: Fue buena. Yo siempre digo que ir a tener a cualquier sitio que no sea Madrid o Barcelona, cualquier punto de España, o ir a tocar a Estados Unidos, el público que tenemos, a nivel de cantidad, es parecido. Creo que a la gente le gustó porque vendimos bastante merchandising. Además tuvimos muy buen rollo con las bandas con las que compartimos cartel
Mario: Tuvimos la suerte de ir allí y que exista una especie de movimiento. Hemos compartido cartel con grupos que nos flipan y a los que admiramos mucho.
En el fondo seguís teniendo esa actitud de banda que se sube a la furgoneta y que dedica horas y horas al local de ensayo.
Edu: Nos gusta tocar. Ya sea en directo o en el local. Este año hemos tocado mucho en directo. Ahora hemos tenido un mes para relajarnos y ensayar para ver qué sale. Tenemos mil ideas frescas, nada concreto, para incluir en las nuevas composiciones. Algo fresco. Hemos tocado las canciones muchas veces las mismas canciones por lo que nos mola mucho tener material nuevo para el directo.
Para terminar, ¿qué planes de futuro manejáis durante los próximos meses?
Edu: La semana que viene empezamos la gira de presentación en Madrid en el Shoko de la calle Toledo. Y en octubre creo que tenemos diez o doce conciertos. Además unos amigos que van a empezar con un sello en Madrid de siete pulgadas compartidos con grupos extranjeros. Quieren que seamos la primera referencia, por lo que tendremos que meternos a grabar alguna nueva canción. Por otro lado no vamos a parar de tocar, pero si queremos rebajar el número de directos para ensayar y preparar nuevas canciones.
Por: Javier González.
Fotos: Mariano Regidor.
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