Madrid, 29 de septiembre de 2011. Sala Penélope.
Una de esas propuestas que deberían ser práctica diaria dentro del circuito de música en directo, no solo en Madrid, sino en España, fue la que se celebró en la sala Penélope el pasado Jueves. En esta ocasión gracias a una compañía de seguros (VertiSeguros) se consiguieron reunir nombres tan grosos como Ariel Rot (El Dorian Gray del rock, como le bautizo Marc Ros) y Sidonie. Todo este espectáculo pudo ser seguido por los fans a través de Facebook, y por un reducido público, que si bien llenaba la sala, no fue tan agobiante y tumultuoso como otros conciertos en la misma sala de los que los trabajadores de esta web hemos dado cuenta en el pasado.
A las 21:00 pisaba el escenario Ariel Rot y los suyos para realizar un concierto breve pero intenso en el que rompieron fuego con Vals de los Recuerdos y Hoja de Ruta dejando bien claro a los más jóvenes que aquello era rock and roll de mucha clase y, demostrando a los más mayores que se encuentra en plena forma, como siempre, un auténtico atleta del rock. Ariel, tras su legendaria y desgastada fender, anunciaba que al ser un espectáculo “Diferente” los internautas no solo podían visionar sino que también iban a participar, y así fue, como por votación a cargo de los navegantes, Ariel atacó Adiós Carnaval felicitándoles a estos por la elección. Todo parecía marchar como la seda, Ariel sonriente, la banda elegante y acertada, pero parecía que el sonido estaba dos pasos por debajo del volumen que todos esperábamos. Para la cuarta canción de la noche el argentino anunció una disculpa que dio nombre a un álbum y al tema que estaba a punto de comenzar, Lo Siento Frank. De la manga se sacó un Dos de Corazones y se despidió relatando las Confesiones de un Comedor de Pizza, y así nos dejó con ganas de más. Un concierto como se anunciaba y, salvo ese pequeño lunar que significo el volumen, un recital magistral, breve e intenso. No en vano Ariel antes de que un servidor viera la luz por primera vez ya manejaba con soltura las seis cuerdas. Un maestro al que todos deberíamos ver, al menos, una vez en la vida. Un genio del rock en castellano.
Se apresuraban los técnicos en cambiar los instrumentos para dar paso al trio catalán Sidonie. Y aunque digan que el orden de los factores no altera el producto, en mi opinión, y no solo por edad, si seguimos la tradición de teloneros y actuación principal… Por respeto al Rock debió ser al contrario el orden. Pero el público es quien manda y la mayor parte del público (Joven por mayoría) tenía más interés por ver a Sidonie. Y así fue.
Marc, Jess y Axel saludaron y comenzaron a animar y transmitir energía al público con aspavientos y gritos. Saludaron anunciando que tenían muchas ganas de tocar. Dieron inicio a su actuación con La Sombra y, ahora sí, la sala sonaba realmente bien. Enormes globos de colores y confeti inundaban el aire. El ambiente que crean los catalanes en escena es fantástico. Divertidos y enérgicos presentaron canciones nuevas que irán incluidas en su próximo álbum bajo el título de El Fluido García, cuya fecha de publicación está fijada para el 18 de octubre. Descubrieron Tormenta de Verano, Mil Años Luz, de la que Marc confesó que es un tema con el que zanja un asunto pendiente que arrastra desde 1984, año en el que vislumbró un ovni, aunque nadie le ha creído nunca. Siempre con un tono de humor y descaro van arrancando las sonrisas del respetable. Su cuarto tema de la noche fue el adelanto de su próximo álbum, El Bosque. Si bien no poseen la clase y el regio de Ariel pusieron la energía suficiente para hacer que el mercurio de la sala subiera niveles con su actuación. Un Día Más en la Vida consiguió hacer que todos los presentes enumeráramos los días de la semana a voz en grito. Llegaba el final de su actuación y no nos íbamos a quedar sin Nuestro Baile del Viernes por mucho que fuera jueves. Sidonie está en plena forma, y no es una cosa de ahora, tras romper con la coraza del idioma han ido venciendo en conexión con el público de manera brutal. Han conseguido ir avanzando con cada uno de sus discos a pasos de gigantes y convirtiéndose así en uno de los directos más divertidos y potentes que se pueden degustar dentro de la escena nacional. Pero antes de dar por finalizada su actuación invitaron al gran Ariel a acompañarles en su última canción de la noche La Costa Azul. Junto Ariel y su Gretsch la canción que dio título a su segundo álbum en castellano cobró otra dimensión, otra excelencia. Rellenó con su guitarra espacios que colorearon el tema con mayor grandeza y solemnidad.
Ahora sí parecía que la noche llegaba a su fin definitivo cuando hicieron llamar a la banda de Ariel para todos juntos realizar una versión divertidísima y desenfada de Señoritas, tema de Andrés Calamaro.
Merece la pena rescatar el detalle del tema que sonó nada más finalizar la música en vivo. Y es que, mientras se despedían Sidonie y Ariel en el hilo musical sonó Sábado a la Noche. Tema emblemático de Moris, músico argentino a quien unos primerizos Tequila hicieron de banda de acompañamiento.
En definitiva una brillante noche de música en directo. Un éxito de organización que, no sé cómo se vio desde casa, pero en vivo fue una brillante noche de Rock and Roll. Pronto se repetirá con otros nombres y otros músicos. Estén atentos, merece la pena acercarse y disfrutar de estos Desconciertos en persona.
Texto y Fotografía: Iván González
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