Madrid, Sala Costello, 27 de junio del 2011
No fue para menos, el pasado lunes fue uno de los días más calurosos que sufrimos en la capital. Día en el que Jaime Anglada volvía a Madrid a presentar su aclamado disco “Stereo”. Y lo hacía como siempre, con su colega inseparable y gran guitarrista David Gwynn, la guitarra de José Luís Martín de Los Madison junto a dos músicos locales, formaban la banda.
La sala presentaba buen ambiente para ser principio de semana. Jaime desde el primer momento nos hizo olvidarnos justamente de eso, de ser un maldito lunes a golpes del Rock and Roll, que tan bien ha facturado en su última obra. El rockero mallorquín se propuso definitivamente que nos olvidáramos del día y de los más de treinta grados que hacía pasadas las doce de la noche por la calles de la ciudad.
Sinceramente uno de los mejores sitios donde se podía pasar ese lunes por la noche era, paradójicamente, el sótano-cueva de la sala Costello, con bebida refrescante en mano, buena temperatura y buena compañía, cerca de la Gran Vía a la que canta Anglada en su último disco, “50 %”, la canción alusiva. Una Gran Vía que se derretía, mientras Jaime y su banda continuaban repasando las canciones de su último disco, “Cada noche”, “Todo lo que puedo dar”, “Dulce Jimena” o “Mi peor parte” fueron algunas de ellas, además de rescatar alguna de su antiguo repertorio.
Tiempo hubo también para homenajear a nuestro querido Enrique Urquijo, con una sentida y memorable “Pero a tu lado” y a El Último de la Fila con “Insurrección”. Más tarde, Jaime presentó entre bromas a Txetxu Altube, voz y guitarra de Los Madison, -que por cierto, se encuentran ahora preparando su próximo disco-. Se nota la camaradería entre ambos músicos, que siempre que da la ocasión se les puede ver disfrutando entre el público o encima del escenario, esta vez, para interpretar “Palabras que nunca te dije”, canción que en el disco “Stereo” aparece con la colaboración de Rebeca Jiménez –también preparando su esperado segundo disco-. No estaría mal ver a los dos alguna vez mano a mano.
Ya en los bises, nos regaló una canción muy sentida y delicada cantada en mallorquín, ofreciéndola a parte del público isleño presente en la sala. Para finalizar, el tema con el que normalmente suele despedirse “Enanito burlón”.
Jaime prometió que pronto estaría de vuelta y nosotros esperamos que así sea, que nos vuelva a traer pronto esa brisa fresca del mediterráneo a nuestra ciudad.
Texto y fotos: Alberto Vicente
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