“No hemos puesto ningún tipo de obstáculo a la hora de grabar canciones”
Siempre es divertido encontrarse en el caminar de la vida con tipos peculiares. Personas que tienen la magia suficiente como para hacerte esbozar una sonrisa al verles frente a ti. Individuos que sorprenden por lo extraño, disparatado y bizarro de su discurso, pero a los que acabas por coger cariño y a los que te da alegría ver siempre. Esa fue la sensación que tuvimos en “El Giradiscos” el martes de la semana pasada al vernos las caras con Pablo Maronda y Marc Greenwood.
Tipos simpáticos, afables y de conversación agradable. Interesantes contertulios y, por momentos, dos freaks del carajo. Vamos lo que vienen siendo el típico amigo que todos tenemos con el que no aburrirse está más que garantizado. Con el agravante de ser dos tíos capaces de pasar de lo culto a lo popular sin por ello sonar ni pretenciosos ni chabacanos, cualidad que poca gente posee, y que además, para rizar el rizo, han dado vida a uno de los proyectos más interesantes que actualmente circulan por la escena independiente de nuestro país.
Su nombre de guerra es Maronda, y el de su primer álbum “El Fin del Mundo en Mapas”, un trabajo que podemos disfrutar hace semanas y que hace tan solo unos días tuvimos el placer de reseñar.
Catorce temas, como catorce soles de grandes, que brillan por sí mismos, pese a moverse en coordinadas tan distintas como el pop de herencia sesentera, para pasar a renglón seguido, saltando al vacío y sin red, a la distorsión más rotunda que les entronca directamente con la Velvet Underground o Jesus and Mary Chain. Todo ello sin perder de vista a New Order, Family, e incluso a Vainica Doble, casi nada vamos.
A continuación os dejo con las respuestas de Pablo y Marc, no sin antes avisaros de que hemos tenido que omitir parte de la misma por temor a posibles represalias de la justicia, los políticos de nuestro país y los amantes del decoro y buen gusto, y es que es una pena que ser políticamente incorrecto esté mal visto en esta sociedad libre y del bienestar que nos han vendido. Esperamos ansiosos la verdadera revolución mientras escuchamos a Maronda.
Maronda es una banda que nace de la unión de Pablo Maronda y Marc Greenwood. Sospecho que lleváis trabajando juntos cierto tiempo. ¿Cómo, cuándo y de qué manera os conocisteis?
Pablo: Es curioso porque nos conocemos desde hace muchos años. Él era novio de una chica que había estado conmigo. Nos presentó y no nos llevábamos muy allá. Nos odiábamos, pero después nos hicimos colegas (Risas). Creo que fue a raíz de una noche que toqué en Magazine con Nacho Vegas. Ambos íbamos muy ciegos. Recuerdo que me presentaron a Josh Rouse y yo no paraba de decir, “Éste no es Josh Rouse”. Ese mismo día empezamos a hablar del tema.
Marc: Yo era un poco reticente por el tema de ser ex-novio de una pareja mía. Además me pareció un freak en primera instancia (Risas). Personalmente había tenido oportunidad de escuchar sus canciones y me gustaban mucho, por lo que le dije que si le parecía buena idea juntarnos y empezar a colaborar juntos. A partir de ahí, febrero de 2008, nos juntamos y surgió “La Roma Imperial”, que fue la primera de las composiciones en que colaboramos.
¿Cuánto tiempo discurrió desde que el grupo echa a andar hasta que dais con la formación definitiva?
Pablo: Empezamos a grabar como descosidos con una selección muy primitiva de canciones. Después seleccionamos las que nos valían y el resto las desechamos. A la gente de Absolute Beginners les gustó, por lo que el siguiente paso fue pasar a negociar con Mushroom Pillow, con los que Marc tenía un contrato de exclusividad. Y ya en última instancia grabamos dos canciones más hasta completar la selección definitiva.
Hay una cosa que llama la atención en el momento en que uno se pone a manejar las fechas de “El Fin del mundo en Mapas”. Concretamente habéis tardado un año y medio en grabarlo. De Febrero de 2009 a Agosto a 2010. ¿A qué se debe un tiempo de grabación tan prolongado?
Marc: Ha sido un año y medio muy tranquilo. No estábamos de Lunes a Viernes en el estudio. A eso hay que añadirle que en realidad hemos empezado el disco por el tejado. Todas las canciones están grabadas con baterías sintéticas. Tuvimos que esperar a que llegara Dani para que las grabara tal y como están en el disco.
Pablo: Desde que empezamos a grabar verdaderamente la banda no se ha parado. A lo mejor pasa un tiempo, surgen unas canciones y entramos al estudio para grabarlas. Podríamos hacer Eps cada cierto tiempo. De hecho llegamos a componer cerca de cuarenta canciones en total.
Por cierto, ¿Por qué habéis decidido titular el disco de esa manera? ¿A qué queríais hacer referencia?
Pablo: El título, para variar, se me ocurrió en una noche de borrachera. Se me quedó la frase en la cabeza, creo que producto de alguna broma de mal gusto que andaba haciendo. En principio pensé utilizarlo para hacer una canción. Finalmente vi que tenía un doble sentido y me lo guardé para titular el disco. Por un lado me evoca el rollo Julio Verne, y por otro puede hacer referencia a ese momento en que te deja una novia y alguien te dice, “No te preocupes que no es el fin del mundo”. Me gusta que las cosas no tengan un significado muy concreto, que estén abiertas a la interpretación.
Marc: Yo tengo experiencia en lo de poner títulos a los disco y debo decir que es complicado. Al final se te van acabando las ideas.
Es curioso pero es un álbum eminentemente romántico. Las canciones hablan de amor y desamor, desde un prisma muy particular en ocasiones extremo.
Pablo: El amor es extremo. Las letras en ocasiones son muy explícitas, otras no tanto. A veces es muy evidente que vertimos mucha quina en lo que escribimos.
Marc: Yo debo decir que conozco bien a Pablo, y en las letras reconozco fácilmente de qué habla y a quién van dirigidas algunas frases.
En canciones como “Cambiada”, “Impresionable”, “Sin Misterio” o “Aléjate”, es patente la influencia de los Brincos, y hasta de la Costa Brava, son temas pop que a la vez suenan muy españolas, sin que eso pretenda ser una crítica. ¿Son ambas bandas dos grandes influencias para vosotros?
Pablo: Los Brincos, sí, bastante. La Costa Brava no tanto, he oído canciones sueltas y me han gustado, pero no me he parado a escuchar los discos completos.
Marc: Yo creo que haciendo pop en español, es difícil no parecerse a los Brincos.
Pablo: Es una referencia ineludible. Lo que pretendíamos era no conectarlo con el rollo revival, sino con cosas mucho más actuales. A mí por ejemplo me encanta Wilco, me apetecía que eso se notara. Que hubiera ecos de grupos de diversos períodos.
Otras bandas a las que recordáis por vuestro sonido más intenso, crudo y sucio son Pixies, Jesus and Mary Chain o la Velvet Underground. Sin duda la otra parte del sonido de Maronda. De un lado unas influencias que podríamos calificar como más limpias y otras un poco más distorsionadas. ¿Estáis de acuerdo?
Pablo: Yo tenía ganas de hacer cosas con las guitarras eléctricas. Fue un matiz que surgió a raíz de dar algunos conciertos en formato acústico.
Marc: Se hizo poco a poco. Las primeras canciones que nos salieron fueron muy acústicas. Pensé que nos quedaría un disco muy pausado, pero al final es mucho más rockero, ruidoso y distorsionado de lo que podíamos imaginar.
Pablo: A la gente le ha extrañado mezclar géneros y épocas musicales tan distintas. A mí personalmente me flipa. Fuera lo hace todo el mundo, pero aquí tenemos unas escenas muy endogámicas. Me gustan grupos muy distintos, como pueden ser Décima Víctima o Family, que poco tienen que ver. Creo que es positivo mezclarlo todo. Mira lo que hacen Magnetic Fields o los Beatles en el “White Album”. Ese rollo de mezclar géneros es lo que más me gusta, sino sonaría todo el disco como las primeras canciones y eso sería aburrido.
Marc: La gente peca de pensar demasiado y dudar de si mezclar esto y lo otro. Nosotros no hemos caído en eso. No hemos puesto ningún tipo de obstáculo a la hora de grabar canciones.
También he recibido con alegría una canción muy sorprendente por la temática con las que jugáis en ella. Estoy hablando de “Los Novios de Bélmez”, en la que no sin cierta sorna hacéis referencia a las famosas caras del pueblo jienense. ¿De dónde surge un tema como este?
Pablo: Hay mucha sorna la verdad. Me gusta mucho el rollo esotérico y meterlo en una canción de amor era una idea que me rondaba la cabeza. Además me sonaba a grupo con identidad, porque es una cosa muy de aquí. La idea de una pareja que está dándolo todo un verano, muy a saco, que no paran de follar, y de pronto las caras de los ex novios de ella empiezan a aparecer como humedades en las paredes (Risas). Ahora mismo estamos haciendo el clip en El Saler, es muy retro. Hemos hecho hasta una música de introducción, rollo Darío Argento. Queríamos algo cercano al cine italiano setentero.
En el corte que cierra el álbum, “Buenaventura” , hacéis un claro homenaje al líder anarquista barcelonés Durruti, mientras sonáis descaradamente a Family… ¿Enamorados del personaje y de la banda?
Pablo: La melodía de esa canción me la envió Marc y me dijo, “Oye, pon música a esto”. Yo estaba pasando por un mal momento porque me había dejado mi novia, así que no tenía muy claro de qué hablar, y coincidió que había empezado a leer “El Corto Verano de la Anarquía”, así que me pareció interesante hablar de Durruti. Creo que no hay muchas canciones indies políticas. Quizás Nacho Vegas, Los Planetas o Sr. Chinarro, sí que hacen ironías con el tema, pero poco más. Además me parece que es un personaje que tiene un toque cercano a Lord Byron de idealista hasta el final. Un tipo que dejó la UGT porque la calificaba de burguesa, con eso digo todo.
Marc: En cuanto al sonido de la canción debo decir que está influenciado por Family, una banda que me gusta mucho, pero por encima de todo me gusta New Order, sobre todo sus primeros discos, y creo que se ve claramente tanto en este tema como en “Hay Algo Eléctrico entre tú y yo”.
El disco vio la luz el pasado día 18 de junio. ¿Cómo está siendo la acogida por parte del público?
Pablo: La verdad que está siendo muy buena. Los medios nos están poniendo bastante bien y la gente está contenta. Nos consta que lo están escuchando mucho, por lo que estamos realmente felices.
Marc: Y también muy contentos con la labor que está haciendo la compañía y por todo el apoyo promocional.
Por cierto Marc, ¿Cómo tienes pensado compaginar tu militancia en la Habitación Roja y en Maronda?
Pablo: Pues la verdad que voy a tener problemas. Tendré que buscar un sustituto para tocar la guitarra en algunos directos con Maronda. De momento no, porque con la Habitación Roja no habrá muchos compromisos en los próximos meses. De cara al año que viene será distinto, aunque ojalá todos mis problemas fueran de este tipo. Tampoco será difícil encontrar un guitarra mejor que yo, puesto que tocando soy pésimo. (Risas)
¿Qué expectativas tenéis respecto al disco?
Marc: Personalmente tengo buenas vibraciones y esperanzas. Creo que va ir muy bien, sinceramente.
Para finalizar, una última cosa. ¿Qué planes tenéis de gira? ¿Dónde podremos ver vuestro directo?
Marc: Sabemos que hay cosas pero todavía no estamos muy informados. El 18 de este mes tocamos en Valencia y después en Vitoria. Ya os iremos informando.
Por: Javier González.
Fotos: Yaiza D. Marco.
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*Texto y fotos: Jorge Bravo “El Gurú”. *
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