
Dos años han pasado ya desde que Antonio nos dejara. El pasado día 12 la sala Clamores reunió a público, amigos, familia y músicos, para rendirle un homenaje. El cariño de la gente volvió una vez más a hacerse patente en una sala completamente abarrotada. La banda de Antonio Vega volvía a la mítica sala, en la que tantas veces tocaron acompañando al maestro. Un lugar en el que, seguramente, se le seguirá recordando durante muchos años más.
Si todos los conciertos del músico madrileño tenían un aire de rito, éste homenaje no lo fue menos. Así lo expresó el locutor Santi Alcanda quien, al inicio del concierto, verbalizó el sentimiento que protagonizaba la noche. Y lo hizo utilizando las bíblicas palabras “donde dos personas se junten en mi nombre, allí estaré yo”.
Los seguidores de Antonio tenían muchas ganas de volver a ver a la banda sobre el escenario y ésta no defraudó. Su fuerza e ilusión protagonizaron un concierto que se notaba hecho con ganas de dejar un buen recuerdo. Comenzaron con “Lo mejor de nuestra vida” y “La última montaña”, cantadas por José Barragán, el último guitarrista en incorporarse a la banda. Ya dejaron claro desde el principio que iba a ser una noche muy emotiva, con un J. Barragán a la guitarra y cantando las letras de Antonio completamente entregado.

Era inevitable pensar en las veces que se ha podido ver a Antonio en ese mismo escenario, y los recuerdos y anécdotas estaban muy presentes. Así artistas como Mercedes Ferrer, con una impresionante “Seda y hierro” y Cristina Narea “Estoy hablando de ellos”, nos hacían volver a emocionarnos. Otros como Depedro, Pablo Perea (La trampa) y el cantautor abulense Jorge Marazu -quien se encargaría de interpretar “Azul” y “Estaciones”- dejaron claro la gran influencia que ha ejercido Antonio en su forma de interpretar estas canciones.
Ya en la recta final, Javier Andréu (La Frontera) se encargaría de inundar la sala con su estilo blues-rock, adaptando la canción “A medio camino” hasta hacerla suya.
Texto y fotos: Alberto Vicente